El propósito de la creación (2/2)

Al contemplar la creación y reflexionar sobre ella el hombre se da cuenta del propósito de su creación

Al contemplar la creación y reflexionar sobre ella el hombre se da cuenta del propósito de su creación

Por: Bilal Philips

El significado de la adoración

Para entender porqué los seres humanos necesitan adorar a Dios primero tenemos que entender lo que significa el término ‘worship’ (adorar, en inglés). El término inglés ‘worship’ viene de la palabra ‘weorthescipe’, que en inglés antiguo significa ‘honor’. Por lo que ‘worship’, en el inglés, se define como ‘llevar a cabo actos de devoción en honor a una deidad’. De acuerdo a este significado, el hombre es instruido a mostrar gratitud a Dios glorificándole.

En la Surah An-Nasr, en el Corán, Allah dice:

¡Celebra las alabanzas de tu Señor y pide Su perdón! Él es indulgente. (Corán 110:3)

Al glorificar a Dios el ser humano elige estar en armonía con el resto de la creación, que de forma natural glorifica al Creador. Allah habla de esto es muchos Surahs del Corán, por ejemplo:

Le glorifican los siete cielos, la Tierra y todo cuanto hay en ellos. No existe nada que no Le glorifique con alabanzas, pero no podéis percibir sus glorificaciones. Él es Tolerante, Absolvedor. (Corán, 17:44)

En árabe, el lenguaje de la Última Revelación, la adoración es llamada ‘Ibadah’, que está relacionada con el sinónimo ‘abd’, que significa esclavo. De un esclavo se espera que haga lo que su Señor le pide.

Por lo tanto, adorar, de acuerdo a la última revelación, significa “la obediente sumisión a la voluntad de Allah”. Esta es la esencia de todos los mensajes enviados a la humanidad a través de los Profetas. Este entendimiento de la adoración fue expresada de forma enfática por el Profeta Isa (Jesús). En la Biblia de acuerdo a Mateo encontramos: “Ninguno de aquellos que me llaman Señor entrará en el Reino de Dios, Sino aquellos que siguen la voluntad de Dios”. (Mateo, 7:21)

Debemos de notar que ‘voluntad’ en esta cita significa ‘lo que Dios quiere que los humanos hagan’, porque nada pasa en la creación sin el permiso y la voluntad de Dios. La Voluntad de Dios esté contenida en la leyes divinas reveladas que los Mensajeros enseñaron a sus discípulos. Por lo tanto, la obediencia a las leyes divina es el fundamento de la adoración. En este sentido, la glorificación también se convierte en adoración cuando se hace de acuerdo a la forma con la que Dios nos ha instruido.

La necesidad de adorar

¿Por qué necesitan los seres humanos adorar y glorificar a Dios obedeciendo las leyes divinas reveladas? Esto es así porque la obediencia a las leyes reveladas es la clave de éxito para esta vida y para la próxima. Los primeros seres humanos, Adam y Eva, fueron creados en el paraíso y luego expulsados de este por desobedecer la ley divina. La única forma de que los seres humanos vuelvan al Jardín es obedeciendo la ley divina.

En la biblia de acuerdo a Mateo vemos que Isa (Jesús) hizo la obediencia a las leyes reveladas la clave del la entrada en el Paraíso: “Un hombre se le acercó y le dijo: ‘Buen maestro, ¿qué buenas acciones he de hacer que me conduzcan a la vida eterna?’. Y le respondió: ‘¿Por qué me llamas ‘bueno’? Nadie es bueno excepto el único que es, Dios. Pero si quieres entrar en la eternidad, guarda los mandamientos’”.

Las leyes divinas representan la guía para la humanidad en todas las áreas de la vida. Definen lo que es correcto y lo que es incorrecto y ofrecen al ser humano un sistema completo que gobierna todos los asuntos. Solo el creador conoce mejor lo que beneficiosos para su creación y lo que no. Por ejemplo, las leyes divinas prohiben ciertas bebidas y sustancias para proteger el espíritu humano, la cuerpo humano, y la sociedad del daño. Para que el ser humano puede realizar su potencial viviendo una vida correcta, han de obedecer las órdenes de Dios.

El recuerdo de Dios

Todos los actos de adoración contenido en las leyes divinas son para ayudar a los seres humanos a recordar a Dios. Es natural para el ser humano que a veces olvide incluso las cosas más importantes. Los seres humanos en ocasiones se involucran tanto en satisfacer sus necesidades materiales que se olvidan de sus necesidades espirituales.

La oración regular es ordenada para organizar el día del creyente alrededor del recuerdo de Dios. Esto hace que contemplemos nuestras necesidades materiales sin olvidarnos de las espirituales en nuestro día a día. Las necesidades regulares de comer, trabajar y dormir son enlazadas con la necesidad diaria de reconexión del ser humano con Dios. En relación a la oración regular, Allah dice en el Corán:

Ciertamente Yo soy Allah, y no hay más divinidad que Yo. Adórame, pues, y haz la oración para tenerme presente en tu corazón. (Corán, 20:14)

Respecto al ayuno:

¡Oh, creyentes! Se os prescribió el ayuno al igual que a quienes os precedieron para que alcancéis la piedad. (Corán, 2:183)

Los creyentes son animados a recordar a Dios tanto como les sea posible. A pesar de que la moderación en todas las esferas de la vida, ya sean materiales o espirituales,  es una constante en las leyes divinas, se hace una excepción con el recuerdo de Dios. Es virtualmente imposible recordar demasiado a Dios. De tal manera que en el Corán Allah anima a los creyentes a recordarle en todo momento:

¡Oh, creyentes! Recordad constantemente a Allah. (Corán, 33:41)

El recuerdo de Dios es enfatizado porque las malas acciones normalmente se cometen cuando se olvida a Dios. El susurro de los shayatin actúa de forma más libre cuando perdemos la consciencia de Dios y así ocupamos nuestras mentes con pensamientos irrelevantes y deseos que nos hacen olvidar a Dios. Una vez se olvida a Dios, la gente se deja llevar por estos deseos. El Corán habla de esto:

Shaytan les sedujo y les hizo olvidar el recuerdo de Allah. Éstos son los secuaces de Shaytan. ¿Acaso no son secuaces de Shaytan los perdedores?. (Corán, 58:19)

Dios, en las leyes divinas, ha prohibido los intoxicantes y los juegos de azar porque hacen que el ser humano se olvide de Dios. La mente y el cuerpo humano se vuelven adictos a las drogas y el juego de azar con facilidad. Una vez que se ha dado la adicción, el deseo del ser humano de ser estimulado por ellas lo lleva a todo tipo de formas de corrupción y violencia entre ellos. Allah dice en el Corán:

Shaytan sólo pretende sembrar entre vosotros la enemistad y el odio valiéndose de los embriagantes y los juegos de apuesta, y apartaros del recuerdo de Allah y la oración. ¿Acaso no vais a absteneros? (Corán, 5:91)

El ser humano necesita recordar a Dios para su propia salvavación crecimiento. Todos los seres humanos tienen momentos de debilidad en los que cometen malas acciones. Si no tienen forma de recordar a Dios se hunden cada vez más en la corrupción. Al contrario, aquellos que siguen las leyes reveladas serán constantemente recordados de Dios y esto les dará una oportunidad para arrepentirse y corregirse. El Corán describe este proceso de forma precisa:

Aquellos que al cometer una obscenidad o iniquidad invocan a Allah pidiendo perdón por sus faltas, y no reinciden a sabiendas, sepan que sólo Allah perdona las faltas. (Corán, 3:135)

La religión del Islam

El sistema más completo de adoración disponible al ser humano es el que encontramos en el Islam. El mismo nombre, ‘Islam’, significa ‘sometimiento a la voluntad de Dios’. A pesar de que en ocasiones se le llama ‘la tercera de las religiones monoteístas’, no es una nueva religión en ningún caso. Es la religión traída por todos los profetas de Dios a la humanidad. El Islam era la religión de Adam, Ibrahim (Abraham), Musa (Moses) e Isa (Jesús), que Allah esté complacido con ellos.

Dios habla de esto en la última revelación respecto al Profeta Ibrahim cuando dice:

Abraham no fue judío ni cristiano, sino que fue un monoteísta sometido a Allah, y no se contó entre los idólatras. (Corán, 3:67)

Dado que solo hay un Dios y que la especie humana es una, la religión que Dios ha ordenado a los seres humanos es una. No hizo un religión para los judíos, otra para los indios u otra para los europeos. Las necesidades sociales y espirituales de los humanos son las mismas y la naturaleza humana no ha cambiado desde que el primer hombre y mujer fueron creados. Por lo que no hay otra religión que sea aceptable ante Dios más que el Islam, tal y como Él deja claro el la Última Revelación:

Ciertamente para Allah la religión es el Islam [el sometimiento a Él]. Los judíos y cristianos discreparon por soberbia a pesar de haberles llegado la revelación. Quien no crea en los signos de Allah, sepa que Allah es rápido en ajustar cuentas. (Corán, 3:19)

Y que significa:

Quien siga una religión diferente al Islam [el sometimiento a Allah] no se le aceptará, y en la otra vida se contará entre los perdedores. (Corán 3:85)


Fuente: www.islamweb.com Traducido con ligeras modificaciones editoriales por Truth Seeker

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