Del Ramadan a la dieta 5:2 y la sorprendente ciencia del ayuno

De acuerdo a la ciencia del ayuno, este aporta numeroso beneficios

De acuerdo a la ciencia del ayuno, este aporta numeroso beneficios

Por: Redaccción

El Ramadán es un mes en el que los musulmanes de todo el mundo se someten a un ayuno diario, en el que la comida, la bebida, las relaciones y el tabaco están prohibidos entre el amanecer y el atardecer.

El mes cumple una serie de propósitos para los musulmanes. Ofrece la oportunidad de escapar las metas hedonistas y materialistas y de alcanzar la proximidad espiritual con Dios a través del taqwa, el término árabe para «conciencia de Dios». Los musulmanes frenan sus deseos para ganar autodisciplina que puede protegerlos de la excesiva indulgencia, en el proceso llegando a ser muy conscientes de los menos afortunados. Hay muchos musulmanes pobres en el mundo que luchan por poner incluso un bocado de comida en sus platos para romper su ayuno, y por lo que esto es una oportunidad de actuar sobre esa conciencia y ayudar a los más necesitados.

«¡Pero es imposible pasar un día sin comida y bebida!» Esta es una respuesta muy común de los no musulmanes cuando escuchan lo que implica el Ramadán, especialmente cuando cae en los meses de verano. Sin embargo, como dijo el periodista Mehdi Hasan en su explicación: «No he notado que mis colegas musulmanes vayan cayendo como moscas alrededor de mí cuando ayunamos cada año». (Lo niños, ancianos, embarazadas y aquellos que sufren de enfermedades están exentos de ayuno. )

Quizás lo que sea más sorprendentemente es que los científicos están ahora descubriendo que hay beneficios físicos que se pueden alcanzar a obtener del esfuerzo del hambre y la sed. La reducción de la frecuencia de las comidas obliga al cuerpo a perder grasa, mientras que los estudios han demostrado una reducción en la ingesta de líquidos durante 30 días no tiene ningún efecto negativo en la salud de las personas. Otros estudios han encontrado que los sujetos sometidos a ayunos específicos de Ramadan demuestran niveles bajos de colesterol LDL y ansiedad -dos factores de riesgo en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.

Una investigación ampliamente difundida ha mostrado que ayunar tan solo tres días puede tener efectos maravillosos en el sistema inmunológico. Los investigadores que emprendieron el estudio encontraron que el ayuno permitió a las células madre comenzar a bombear nuevos glóbulos blancos, para reforzar y fortalecer el sistema inmunológico.

La percepción de que el ayuno debilita deja a la gente sorprendida de que los atletas musulmanes sean capaces de competir en los niveles más altos durante el Ramadán. Con el inicio de la Eurocopa (2016) en Francia este fin de semana, habrá algunos futbolistas musulmanes compitiendo mientras ayunan. Los que eligen ayunar dicen sentirse con más fuerza y ​​centrados y es por esto por lo que se comprometen con el Ramadán a pesar de la naturaleza físicamente ardua del fútbol de nivel internacional. Razones similares se citan en otros deportes también. El jugador de baloncesto de la NBA Hakeem Olajuwon se siente «más concentrado» mientras juega durante el Ramadán. Debe notarse sin embargo que para la mayoría, la actividad física puede llegar a ser peligrosamente extenuante en un estado de deshidratación. El ayuno no debe ser una práctica restrictiva cuando su objetivo es ser liberador.

Para aquellos que no son musulmanes, el ayuno no debe evitarse bajo el supuesto de que es una práctica exclusivamente religiosa -o que tiene que involucrar no beber ni comer; se han desarrollado muchos protocolos de ayuno diferentes en los últimos años que ofrecen beneficios de salud.

El reciente fenómeno de la dieta 5:2, también conocida como la dieta rápida, propone una manera de incorporar el ayuno en la vida de las personas durante todo el año. La premisa de la dieta es algo así: durante cinco días de la semana comes como lo harías normalmente -sin restricciones en la comida, bebida, nada. Pero luego durante dos días de tu elección a la semana, consumes sólo 500-600 calorías en 24 horas. Y eso es todo lo que necesitas para obtener los beneficios del ayuno.

Es menester decir que el ayuno en el Islam no es solo un práctica que se hace una vez al año durante un mes, sino que a lo largo del año hay fechas señalada en las que es conveniente ayunar, además de diferentes tipos de ayuno que siguen la práctica profética de ayunar todos los lunes y jueves, es decir, dos días a la semana. En el Islam, el ayuno es un práctica recomendad durante todo el año.

El libro asociado a esta dieta escrito por el Dr. Michael Mosley se convirtió en un bestseller al instante. Durante la investigación de los efectos del ayuno, Mosley habló con un experto médico que dijo que: «no hay ninguna otra cosa que puedas hacer a tu cuerpo que es tan poderosa como el ayuno».

Y es este poder del ayuno el que también podría ayudar a las personas que sufren de enfermedades. Para aquellos que sufren de cáncer, hay algo de esperanza en el ayuno. Un estudio en ratones con células cancerosas encontró que los tumores se desvanecían a una tasa mayor cuando la quimioterapia se mezclaba con ayuno, que cuando se encontraba sola.

El ayuno parecía ofrecer protección contra la quimioterapia al proteger las células normales; mientras que las células cancerosas seguían dirigiendo la energía hacia el crecimiento y la proliferación, las células normales en ayunas utilizan su energía para el auto-mantenimiento, lo que garantiza su protección contra los efectos secundarios de la quimioterapia mientras las células cancerosas permanecen expuestas.

Después de ser diagnosticada con cáncer de mama, la periodista Decca Aitkenhead encontró que una de laa herramientas que mejor la ayudaban a pasar por los tratamientos de quimioterapia era el ayuno. Aitkenhead se sintió atraída hacia el ayuno cuando una amiga suya le dijo que había leído el trabajo del Dr. Valter Longo, un profesor de gerontología que ha iniciado ensayos en humanos que analizan el efecto de combinar el ayuno y la quimioterapia. Aunque falta mucho trabajo por hacer, sus hallazgos hasta ahora han demostrado que el ayuno puede reducir significativamente las consecuencias negativas de la quimioterapia. Aitkenhead no comió durante 72 horas antes de cada ronda de quimioterapia, y mostró efectos secundarios muy reducidos.


Fuente: http://www.newstatesman.com

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