El gran arquitecto otomano Mimar Sinan (1/2)

los arquitectos otomanos utilizaron la cúpula de Santa Sofía como molde a la hora de diseñar las mezquitas. Las mezquitas otomanas por lo tanto se basaron en el principio de tener una gran cúpula central sobre el área de oración, la cual estaba sustentada por semicúpulas a sus lados.

los arquitectos otomanos utilizaron la cúpula de Santa Sofía como molde a la hora de diseñar las mezquitas. 

Por: Equipo Editorial

La historia islámica está repleta de ingeniosos arquitectos. Algunos de los mejores monumentos de la tierra son el producto del deseo de los musulmanes de construir preciosas estructuras que mostraran la grandeza del Islam a lo largo del tiempo. La Cúpula de la Roca en Jerusalén, el Taj Mahal en Agra, la Alhambra en Granada,  y la Mezquita Azul en Estambul, son ejemplos de esta preciada y bella tradición arquitectónica.

Se podría decir que el mejor y más influyente arquitecto de todos los tiempos, fue el maestro de la arquitectura otomana, Mimar Sinan, que vivió desde 1489 a 1588. Vivió en el momento del cénit del Imperio Otomano, durante los reinos de los sultanes Selim I, Suleyman, Selim II, y Murad III. Durante este tiempo la emblemática imagen del horizonte urbano de Estambul cambió para siempre.

Comienzos de su carrera

Mimar fue el hijo de un griego o armenio convertido al Islam, Abd al-Mannan. Siendo un muchacho se unió al cuerpo de elite militar otomano; los jenízaros, tal y como había hecho su padre anteriormente. En los jenízaros Sinan mostró un talento precoz como ingeniero. Fue ascendiendo hasta convertirse oficial en el ejército que participó en numerosas campañas militares al mando de los sultanes Selim y Suleyman.

Sinan acompañó a los ejércitos otomanos a medida que avanzaban en Europa, África y Persia. Organizaba el cuerpo de ingenieros del ejército, además de construir mezquitas y otros edificios civiles en las nuevas ciudades otomanas. En 1538, sus talentos no pudieron seguir escondidos y se le dio la posición de arquitecto jefe del gobierno del sultán en Estambul.

Primeros trabajos

La joya eterna de la arquitectura de Estambul siempre será Santa Sofía. Fue construida como iglesia cristiana en el 537 por los bizantinos, y se convirtió en una mezquita para atender a la nueva población de musulmanes después de que en 1453 Mehmed II conquistara la ciudad. Desde entonces, los arquitectos otomanos utilizaron la cúpula de Santa Sofía como molde a la hora de diseñar las mezquitas. Las mezquitas otomanas por lo tanto se basaron en el principio de tener una gran cúpula central sobre el área de oración, la cual estaba sustentada por semicúpulas a sus lados. Esto haría que la mezquita aumentara en tamaño y capacidad.

A pesar de los numerosos intentos de superar a Santa Sofía en tamaño y belleza, ningún arquitecto había conseguido tal hazaña. Mimar Sinan se propuso así mismo como objetivo construir un monumento que fuera incluso aún más magnífico que Santa Sofía.

Sinan tenía mucha experiencia a la hora de diseñar edificios. Al empezar su carrera, construyó pequeñas mezquitas como por ejemplo la Mezquita de Khusruwiyah en Alepo, en 1547, la cual todavía existe como punto emblemático de la ciudad. También renovó la Mezquita de Iman Abu Hanifa en Bagdad, y la Mezquita de Jalal al-Din al-Rumi en Konya. Estos proyectos dieron a Sinan una gran experiencia en arquitectura e ingeniería, y también le aportaron las habilidades que necesitaría a la hora de diseñar monumentos más grandes.

 

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