Por qué los musulmanes no deben creer en la evolución

Pero dado que la evolución y la creación son diametralmente opuestas, probar una significad negar la otra.

Pero dado que la evolución y la creación son diametralmente opuestas, probar una significad negar la otra.

Por Harun Yahya

El número de musulmanes que creen que todas las cosas vivas surgieron de a raíz de la evolución no debe de ser subestimado. Su error está basado en una falta de conocimiento y en un punto de vista erróneo, especialmente respecto a  la ciencia. A la cabeza de esta lista está la idea de que la evolución es una teoría científica probada.

Esta gente no sabe que la misma ciencia ha resquebrajado la credibilidad de la teoría de la evolución. Bien sea a un nivel molecular, o en la biología y la paleontología, la investigación ha negado la pretensión de la que las cosas vivas han surgido a raíz de un proceso evolutivo. La teoría de Darwin continúa sobreviviendo porque, a pesar de todas las pruebas científicas en contra, los evolucionistas hacen todo lo que pueden para mantenerla viva aunque esto incluya desviar a la gente a propósito. Sus escritos y charlas están plagados de vocablos técnicos científicos que la persona normal no entiende. Pero cuando sus palabras son analizadas, uno no encuentra evidencia que apoye su teoría.

Un cuidadoso estudio de las publicaciones darwinistas nos muestra este hecho de forma clara. Sus tesis no están casi nunca basadas en ninguna prueba científica. Los principios fundamentales en los que su teoría colapsa son pasados por encima en pocas palabras y muchos escenarios fantásticos son escritos sobre la historia natural. Nunca se paran a pensar sobre preguntas tan importantes como ¿cómo emergió la vida de sustancias inanimadas?, los tremendos saltos fósiles en el tiempo y la complejidad de los organismos vivos. No lo hacen porque independientemente de lo que escriban o digan esto revelará el vacío de sus teorías.

Cuando Charles Darwin (1809-82), el fundador de esta teoría, consideraba uno de los complejos sistemas en los organismos vivos, en este caso el ojo, se daba cuenta de la contradicción que esto suponía a su teoría e incluso admitió que le producía escalofríos. Como Darwin, lo evolucionistas de hoy en día saben que su teoría no tiene explicación para tan complejos sistemas. Pero en vez de admitir esto, intentan sobreponerse a la falta de argumentos científicos para respaldar su teoría escribiendo escenarios científicos imaginarios e imponiendo su teoría en la gente dándole un aire científico.

Estos métodos se vuelven obvios en debates cara a cara científicos entre los evolucionistas y aquellos que creen en la creación así como en los escritos evolucionistas y sus documentales. De hecho, los evolucionistas no se preocupan de cosas como la verdad científica o la razón, puesto que su única meta es que la gente crea que la evolución es un hecho científico.

De esta manera, lo evolucionistas musulmanes se ven influenciados por la apariencia científica de esta teoría. Se alarman particularmente cuando se les dicen eslóganes tales como: “Quien no crea en la teoría de la evolución es un dogmático o anti-científico” y por esto ceden terreno sobre sus verdaderas creencias. Influenciados por información caducada o los argumentos y escritos de los evolucionistas creen que solo la evolución puede ser considerada la fuente de la vida. Y luego intentan conciliar la evolución y la religión, puesto que no son conscientes de los últimos descubrimientos científicos y de las propias contradicciones internas de la teoría.

Pero dado que la evolución y la creación son diametralmente opuestas, probar una significad negar la otra. En otras palabras, mostrar la falsedad de la teoría de la evolución es probar la creación.

Por esta razón, los materialistas ven los debates sobre la evolución como un campo de batalla, una batalla ideológica más que científica. Por esto recurren a todo tipo de medios para obstruir a aquellos que creen en la creación.

Por ejemplo, el evolucionista Lerry Flank, recomienda que la verdad de la creación sea opuesta de la siguiente manera:

Aquellos que vigilan a los creacionistas deben de mantener los ojos bien abiertos en la composición de los consejos escolares. Idealmente gente que está interesada en la educación de ‘calidad’ y en mantener a los fundamentalistas lejos de estos consejos deberán formar la mayor parte del mismo. Si esto no es así, un texto creacionista puede que se cuele como libro de texto (algunos están de hecho aprobados) en cuyo caso la acción legal se vuelve necesaria.

Está claro de estas palabras que no estamos hablando de un debate científico, sino de una guerra de ideas alentada por los evolucionistas con una clara estrategia.

Los musulmanes que defienden la teoría de la evolución deben de ser conscientes de esto. El darwinismo no es una teoría científica, es un sistema creado para llevar a la gente a la negación de Dios. Dado que esta teoría no tiene ninguna base científica real, los musulmanes no deben dejarse llevar por sus argumentos y por lo tanto darle algún apoyo, no importa cuán bien intencionado sea este.

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Traducido del inglés por la redacción de Truth-Seeker.info del libro del autor titulado “Por qué el Darwinismo es incompatible con el Corán”.

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