Las raíces islámicas de la ciencia ficción

Detalle de una portada del libro de ciencia ficción Hayy Ibn Yaqdhan, de Ibn Tufail

Detalle de una portada del libro de ciencia ficción Hayy Ibn Yaqdhan, de Ibn Tufail

Por: Charlie Jane Anders

Probablemente ya sepas que el Islam estaba viviendo una época dorada de la ciencia durante la edad media europea y se estaban haciendo cientos de descubrimientos médicos y científicos (que es la razón por la que usamos palabras como “álgebra” o “cámara”. Lo que puede que no sepas es que algunos de los primeros trabajos de ciencia ficción vienen también del mundo islámico.

Por supuesto que la novela de Mary Shelly, Frankenstein, es generalmente reconocida como el primer trabajo real de ciencia ficción, puesto que es una novela especulativa basada en los descubrimientos de su día. Pero existen varios trabajos anteriores a Frankenstein que tienen muchas de las características propias de la ciencia ficción.

El primero de estos considerado como tal es el libro de Luciano de Samosata, La historia verdadera, de un autor sirio grecoparlante. Esta novela del siglo II cuenta la historia de un viajero que, transportado a través un remolino marino, llega a la luna, donde se encuentra con sociedades extrañas y estrafalarias formas de vida. Pero hay otros contendientes para la etiqueta de “primeros libros de ciencia ficción” que surgen del mundo Islámico.

Ibn Tufail escribió Hayy Ibn Yaqdhan. Esta novela del siglo XII no es especulativa per se, pero si tiene un componente científico muy grande y fue una gran influencia sobre la obra de Defoe, Robison Crusoe, que a su vez ha influenciado mucha ciencia ficción. En Hayy Ibn Yaqdhan un niño crece solo en un isla junto a una gacela y desarrolla el empirismo y el método científico de investigación a través de la observación. Este libro, que hace énfasis en deducir conocimiento de la observación, se hizo popular en Europa en el siglo XVII y probablemente ayudó a impulsar la Revolución científica.  

Ibn al-Nafis escribió al-Risala al-Kamiliyya fil-Sira al-Nabawiyya en respuesta a la historia de Ibn Tufail, también en el siglo XII. Este libro también trata de alguien que vive solo en un isla desierta, pero el personaje de esta historia es creado por una “generación espontánea”, proceso que es descrito con algo de detalle. Este personaje también pasa por un proceso de entender el mundo de forma empírica y se crea una visión científica de la realidad basada en la observación -pero esta le lleva a revelaciones de otro mundo, espirituales. Y el libro termina con lo que es probablemente la primera descripción en la ficción del apocalipsis. El autor de este libro fue también el descubridor de la circulación pulmonar.

La novela de Francis Godwin, El hombre en la luna, fue escrita en el siglo XVII y es uno de los principales contendientes a la etiqueta de primero libro de ciencia ficción en inglés. Es la historia de una hombre que visita la luna en un plataforma tirada por gansos y encuentra vida inteligente allí. Pero, como dijo James A. Herrick en su libro Mitología científica, Godwin fue influenciado por el científico y filósofo italiano Giordano Bruno, quien daba enseñaba sobre la posibilidad de la vida en otros planetas en el siglo XVI. Y quien, a su vez, tomó mucho de Nicolás de Causa, quien viajó por el mundo islámico y estudió la “filosofía medieval islámica con sus raíces en la astrología anterior de los zoroastras y persas”.

Finalmente tenemos El sueños de la sultana, de Ruqaya Sakhawat Hussain, uno de los primeros libros de ciencia ficción feministas que se han escrito nunca, y que fue publicado en 1905. The Guardian lo describa como “una especie de Planeta de los simios, basado en la diferencia de géneros donde se invierten los papeles y los hombres están encerrados y ocurre en un futuro tecnológicamente avanzado”. Las mujeres científicas de la novela encontraron como explotar la energía solar y crear coches que volaban.


Fuente: http://io9.gizmodo.com/ Traducido y editado por Truth Seeker

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