Por: Amer Aziz
Par casi todo el mundo el Ramadán es un mes de ayuno en el que los musulmanes llevan a cabo un ritual religioso por el que se abstienen de comer y beber desde la salida hasta la puesta de sol todos los días durante este mes. Los musulmanes que lo cumplen suelen verlo como un logro.
Sin embargo, al Corán nos dice que el ayuno tiene un objetivo a largo plazo y más profundo. En el versículo 183 del capítulo 2 dice: «¡Creyentes! Se os ha prescrito el ayuno al igual que se les prescribió a los que os precedieron. ¡Ojalá tengáis temor (de Allah)!» (La Vaca, 2:183). Más adelante en el versículo 185 nos dice que a través del Ramadán Dios quiere darnos facilidad y no dificultad.
Como se enfatiza en el Corán, el ayuno debería llevarnos a tomar un rumbo hacia unos valores excelentes. Si aquellos que ayunan no consiguen ese progreso, deben reflexionar sobre la validez del ritual y examinar lo que están haciendo.
Aquí presentamos cinco maneras en las que las acciones de Ramadán y el ayuno aumentan tu fe y te guían en el camino correcto.
1) Ayunar rompe con la rutina
Simplemente con levantarse una hora antes del amanecer para preparar el suhur (la comida de antes del alba), y luego abstenerse de comer y beber durante unas 12 horas, rompe con nuestra rutina diaria.
Esto nos ayuda a apartarnos psicológica y fisiológicamente del ajetreo y las tareas del día a día, lo que nos aporta una mentalidad que nos lleva a reflexionar en el reino espiritual y celestial de nuestra creación. Y tras la reflexión deberíamos ponerlo en práctica.
2) Ayunar nos conduce a la humildad
Uno de los frutos que da privarnos de comida y bebida, pasando por hambre y debilidad, es que nos conduce a estar cerca de la humildad. Hace que reflexionemos más sobre las provisiones que se nos dan y nos lleva a darnos cuenta que nuestro sustento proviene del Creador, a quien debemos agradecer siempre.
Nos ayuda además a simpatizar y ponernos en el lugar de los que pasan hambre a menudo. Además hace que reflexionemos sobre la gran provisión en nuestra vida y darnos cuenta que hay gente que no tiene los mismos privilegios.
3) Ayunar te enseña a resistir las tentaciones y alejarse de lo impuro
No solo tenemos que abstenernos de la comida y la bebida durante el día en Ramadán, debemos también abstenernos de tener relaciones sexuales. Para los jóvenes adultos que no están casados, la libido puede ser una gran prueba. Un estudio publicado en el periódico Eastern Mediterranean Health Journal, mostró que 52 hombres de entre 18 y 24 años, tenían niveles de testosterona más bajos al acabar Ramadán después de ayunar 12 horas al día.
Durante el ayuno también se está apartado de pensamientos negativos como la envidia, el enfado, el orgullo… Ayunar para luchar contra el mal, las tentaciones y la impureza se remonta a la cristiandad cuando Jesús ayunaba durante 40 días para alejarse de todas las tentaciones que Satán le había mandado.
El profeta Muhammad dijo que durante Ramadán el demonio esta encadenado, lo que simboliza una gran oportunidad para superar el mal y avanzar en la fe. Lo denominaba una “armadura”, diciendo que los ayunantes no deben comportarse de manera imprudente, y si alguien te provoca debes decirle “estoy ayunando”. El ayuno sirve por lo tanto para protegerse de todo lo erróneo y maligno.
4) Ayunar facilita la adoración y espiritualidad
Los musulmanes practicantes hacen cinco oraciones al día, pero durante ramadán la mayoría realiza más. Muchos de ellos comienzan el día con la oración voluntaria en las altas horas de la noche llamada tahajjad.
Suelen también recitar los 114 capítulos del Sagrado Corán durante este mes. Y un gran número, van a las mezquitas más cercanas para hacer el tarawih (una oración nocturna en congregación). El verso 185 del capítulo 2 dice que el Corán fue revelado a Mohammed durante el mes de Ramadán, aunque ocurrió de manera gradual, durante 23 años, a través del Ángel Gabriel.
Para los musulmanes, la Noche del Poder, que aparece en el capítulo 97 del Corán, tiene lugar al final de Ramadán. Esta noche tiene el valor de 1000 noches. Hay algunos musulmanes que además pasan las últimas noches de Ramadán en adoración, aislados en las mezquitas.
5) Ayunar une a los creyentes
En el verso 118 del capítulo 9 del Corán, Allah nos aconseja que estemos en la compañía de los creyentes. Como se dice, somos juzgados por la compañía que tenemos, ya que esta influenciará nuestra conducta.
El ayuno une a las personas que se juntan diariamente para romper el ayuno o rezar, ya que ahí podemos encontrar a personas que piensan como nosotros. Estas comunidades nos ayudan a alejarnos del mal y acercarnos al bien.
Muchas creencias ayunan, el judaísmo, el cristianismo, el Hinduismo, el Budismo, entre otras. En el versículo 185 del capítulo 2 del Corán se enfatiza la importancia de esta práctica que realizan las distintas creencias como una manera de mantener la harmonía.
Fuente: faithstreet.com Traducido y editado por Truth Seeker Es