Por: Redacción
Al Isra Wal Miraj -el Viaje nocturno y la ascensión- hace referencia a la noche en la cual el Profeta, que la paz sea con él, viajo a lomos del Buraq y junto al ángel Yibril, desde Meca a Jerusalén y desde allí ascendió a los cielos donde estuvo más cerca que ninguna otra criatura de su Señor.
La historia, los significados y las enseñanzas de este viaje son muchas, y muy pertinentes para todos los musulmanes -y los no musulmanes-. Es fácil encontrar muchos artículos sobre esto, por lo que la cuestión que nos atañe aquí es de naturaleza diferente.
La pregunta que mucha gente se hace es ¿cómo reconciliamos este evento milagroso con la forma en la que la naturaleza funciona? ¿Cómo lo entendemos desde una perspectiva ‘científica’ moderna sin que no proponga una contradicción? Intentaremos responder estas preguntas de forma breve pero concisa y ofreciendo un argumento claro.
La naturaleza del universo
De acuerdo a la ciencia, todo el universo está compuesto por materia y antimateria. Dejando la antimateria para otra ocasión, puesto que lo científicos saben de esta tan poco que sería difícil definirla aquí, centrémonos en la materia.
Entendemos la materia como la conjunción de átomos que componen todo el universo que percibimos a través de los sentidos. Los átomos serían las partículas más pequeñas que se han descubierto hasta ahora. Los átomos se componen de un núcleo y de neutrones y protones que se mueven a su alrededor. La materia es a la vez onda y partícula y de naturaleza variable. Lo que esto quiere decir lo encontramos en Wikipedia:
En mecánica cuántica, la relación de indeterminación de Heisenberg o principio de incertidumbre establece la imposibilidad de que determinados pares de magnitudes físicas observables y complementarias sean conocidas con precisión arbitraria. Sucintamente, afirma que no se puede determinar, en términos de la física cuántica, simultáneamente y con precisión arbitraria, ciertos pares de variables físicas, como son, la posición y el momento lineal (cantidad de movimiento) de un objeto dado. En otras palabras, cuanta mayor certeza se busca en determinar la posición de una partícula, menos se conoce su momento lineal y, por tanto, su masa y velocidad.
Es decir, que la naturaleza misma del universo es incierta.
Incertidumbre y leyes naturales
Por otro lado, a nivel macro cuántico, observamos ciertas leyes naturales que operan constantemente en el universo.
Si ponemos agua a calentar, cuando llega a cien grados, empieza a hervir. Algo similar sucede con el proceso de evaporación que se da en toda la tierra y que es vital para el equilibrio de los ecosistemas. Si tiramos un objeto desde cualquier altura, este caerá a tierra (si nada lo impide), lo que conocemos como la ley de la gravedad. La tierra orbita alrededor del sol, se da la sucesión del día y de la noche y de esta manera mantenemos un cálculo del tiempo. Todas las constantes naturales suceden sin alteración aparente, pero a nivel cuántico, no hay una razón última de que hayan de ser así, sino que son así y nosotros las observamos y nos guiamos por ellas, pero no tiene un fin teleológico.
Es decir, son así pero también podrían ser de otra manera, y no sabemos por qué son así por otra razón más que porque lo son. Dice Allah en el Corán:
Hemos hecho del día y de la noche dos signos: el signo de la noche es la oscuridad, y el signo del día es la luminosidad para que busquen el favor de su Señor, y hemos hecho que con estos dos signos pudieran saber el número de los años y el cómputo de los meses. Todas las cosas las hemos explicado detalladamente. (Al Isra wal Miraj, 17:12)
Entre física cuántica y mecánica newtoniana
Esta contradicción entre la física cuántica, que dice que no se puede tener certeza de que algo sea determinado de manera igual siempre, y la mecánica newtoniana, que define unas leyes constantes de la naturaleza, es algo sobre lo que los científicos han estado trabajando los últimos cien años, sin llegar a una fórmula que las unifique.
Esto es así puesto que son dos principios excluyentes entre sí: si algo es incierto no puede ser determinado y viceversa.
La única forma de armonizar estos dos principios básicos del universo es si entendemos y aceptamos que es Dios quien ha creado la materia, quien la mantiene en existencia y quien la determina en cada momento.
Es decir, de la incertidumbre inherente a la materia a la determinación de las leyes naturales hace falta un agente que determine que algo sea en cada momento y que determina que ese algo sea igual que en el momento anterior. Esa agente es Dios.
El Viaje Nocturno y la ascensión
Desde este entendimiento, el Viaje Nocturno es perfectamente posible. Con esto queremos decir que si bien es una ruptura de la constante de las leyes naturales, viajar a través del tiempo y el espacio de forma física y espiritual, cuando tenemos en cuenta cuales son la leyes que rigen la forma constante de estos viajes -sin tener en cuenta el viajar en el tiempo que sería tema de otro artículo- y que estás no son así por otra razón que por es cómo la observamos, podemos aceptar que otras formas de viaje son posible si así lo determina Quien lo determina todo en cada momento.
En este caso no estamos hablando entonces de una ruptura imposible de la leyes de la física, sino que hablamos de la determinación de otra posibilidad de estas leyes que es tan posible como la que observamos constantemente.