Por: Jinan Yousef
“Oh Allah Tú eres la Paz, y de Ti proviene la Paz, glorificado seas poseedor de la majestuosidad y el honor.” (Muslim)
Todos buscamos la paz de una manera u otra. Trabajamos para no tener que preocuparnos de dónde vendrá nuestra próxima comida. Nos tomamos descansos para calmarnos y darnos un respiro. Viajamos a lugares lejos para poder conseguir un poco de paz y tranquilidad.
Algo en nosotros desea constantemente la serenidad. Fuimos creados de esta manera. Y la razón por la que deseamos la paz tanto es porque Allah subhanahu wa ta`ala, es la Fuente de la Paz; Él es as-Salam. Y debido a que es la Fuente de la Paz, solo Él puede conceder la paz. Se nos dice en el Corán:
“Los que creen y tranquilizan sus corazones por medio del recuerdo de Allah. ¿Pues no es acaso con el recuerdo de Allah con lo que se tranquilizan los corazones?” (Ar’Raad 13:28)
Aun así, a veces actuamos de forma totalmente contraria. Buscamos la paz en lo material, en la gente, en un modo de vida. Pero la razón por la que a veces vemos a gente que parece no tener muchas posesiones pero están llenas de luz y contentamiento, y otros que parecen tenerlo todo pero nunca están satisfechas, es porque la paz viene de as-Salam, y no de este mundo. Si se busca la paz a través de Él, entonces la paz es encontrada por Él. Y nos dice:
“Y Allah invita a la Morada de la Paz y guía a quien quiere al camino recto.” (Yunus 10:25)
As-Salam: Fuente de la Paz.
Todos entendemos “salam” como paz, pero esta palabra tiene muchas dimensiones, y todas ellas están relacionadas con el nombre de Allah as-Salam. La raíz es s-l-m que también significa libre de defectos. Salama significa “seguridad”. ¿Cómo están estos significados relacionados y cómo se manifiesta eso en el nombre Allah?
Las acciones de Allah están libre de defectos: Él es perfecto. Como seres humanos, intentamos buscar y crear aquello que sea perfecto porque tenemos una conexión natural hacia ello. Y precisamente lo que nos molesta y evita que tengamos una existencia pacífica es cuando ponemos todas nuestras esperanzas en lo imperfecto. Dependemos de otros seres humanos y cuando estos nos decepcionan, nos sentimos con el corazón roto. Nos podemos enfadar cuando las cosas no resultan con la perfección que nosotros hubiésemos querido. Pero eso es porque las cosas y las personas no son perfectas. Y cuando nos damos cuenta de eso, y entendemos que todos cometemos faltas, estamos en una posición mejor para trabajar en nuestro medio ambiente e intentar hacerlo mejor. La falta de perfección no nos causa desesperación. Entendemos que el Perfecto es solo Allah.
Esto no debe interpretarse como que no debemos buscar la perfección en nuestras obras. El Profeta Muhammad, la paz sea con él, dijo: “Cuando alguno hacéis algo, Allah quiere que lo hagáis con excelencia” (Tabarani). Lo que quiere decir es que nuestra esperanza no debería ponerse en lo imperfecto. Buscamos la excelencia y lo bueno porque somos siervos del Perfecto, y sabemos que todo viene de Él.
As-Salam y nuestros corazones
Al-Ghazali hace una preciosa conexión con el estado de nuestros corazones, dice:
“Todo siervo cuyo corazón esté libre de la mentira, el odio, la envidia y la mala intención; y cuyos miembros están limpios de faltas y malas acciones, y cuyos atributos no están afectados por inversión y revocación, será uno de aquello que vaya a Dios con el corazón más puro”.
Muchas de las cosas que nos causan malestar en nuestro corazón y en nuestra vida están atadas a lo que dejamos que entre en nuestro corazón. Cuando nos dejamos a nosotros mismos envidiar u odiar, estamos muy lejos de encontrarnos en un estado de paz, porque nuestros corazones están lejos de la Fuente de la Paz. ¿Cómo podría alguien que se encuentra lejos de un pozo calmar su sed?
Buscamos la paz de la Fuente de la Paz intentando quitar las manchas que tengamos en nuestro corazón, y entonces obtendremos la paz si Dios quiere. Tenemos que liberarnos de las cadenas del resentimiento, y podemos empezar a hacer esto volviéndonos a Allah y dándonos cuenta de que todo viene de Él. La ira en nuestro corazón solo nos hace daño a nosotros mismos y muestra descontentamiento con Allah. Tenemos que dejarlo fluir. Se nos dice en el Corán:
“El día en que ni la riqueza ni los hijos servirán de nada. Solo quien venga a Allah con un corazón limpio.” (Ash-shu’araa 26:88-89)
El sonido del corazón es qalb salim, que viene de la raíz del nombre de Allah as-Salam. Y se nos ha dado un ejemplo de aquel que tenía un corazón así:
“Y por cierto que Ibrahim era de los suyos. Cuando se presentó ante su Señor con un corazón puro.” (As-Saffat 37: 83-84)
¿Cómo pudo Ibrahim tener un corazón así? Porque estaba apegado a Allah, as-Salam. Tenía confianza completa en Allah, tanto era así que se encontraba en un estado de completa calma cuando estaba a punto de ser tirado a una hoguera. Su corazón estaba en tal estado de calma que cuando su padre le dijo que lo apedrearía hasta la muerte si no dejaba de decir el mensaje, Ibrahim le dijo que pediría a Allah por él. Y Allah le concedió Paz a él y a todos lo que se sintieran apegados a Él. En Surat As-Saffat, Allah nos habla acerca de algunos Profetas a lo que Él concedió la paz:
“Paz para Nuh en todos los mundos.” (As-Saffat 37:79). “Paz para lbrahim.” (As-Saffat 37:109). “Paz para Musa y Harún.” (As-Saffat 37:120). “Paz para la gente de Yasin.” (As-Saffat 37:130). “Paz sobre los enviados.” (As-Saffat 37:181).
¡Pedimos a Allah que nos haga de aquellos a los que concede paz! Amin.
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Traducido del ingles con algunas modificaciones editoriales por el Equipo Editorial.
Fuente: http://www.virtualmosque.com/personaldvlpt/character/peace/