Una vida en búsqueda. Parte 2: Sobre el cristianismo y la unidad de Dios

Una vida en búsqueda. Parte 2: Sobre el cristianismo y la unidad de Dios

Una vida en búsqueda. Parte 2: Sobre el cristianismo y la unidad de Dios

 

Autor: Donald W. Flood

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A pesar de que crecí como cristiano, me había confundido y había perdido el interés en el cristianismo. Sentía que había heredado una religión misteriosa más allá de todo entendimiento. Creía que era por esta razón que era cristiano de nombre, pero no en la práctica. Además, me di cuenta de que mis dudas acerca de las creencias cristianas hacían que estuviera en un estado de irreligiosidad. Sin embargo, mientras buscaba la verdad, tuve la oportunidad de volver a analizar las creencias que había heredado de mis padres y que nunca me había molestado en examinar.

A través de folletos, cintas de audio y de video acerca del cristianismo, producidas por musulmanes y por no musulmanes, me sorprendí al encontrar cientos de versículos en la Biblia que muestran contradicciones en las creencias cristianas. Según estos materiales, Dios era Uno antes de Jesús (la paz sea con él). Por esto mismo, Jesús difundió la creencia en Un solo Dios. Sin embargo, después de Jesús, el cristianismo enfatizó la trinidad en lugar de la Unicidad de Dios. Además, antes de Jesús, Dios no tenía hijos ni similares. Asimismo, Jesús dijo que él era un Mensajero de Dios, pero después de su época el cristianismo hizo hincapié en que Jesús era el Hijo de Dios o Dios Mismo.

Con respecto al monoteísmo, el primero de los diez mandamientos defiende la afirmación de Jesús acerca de la creencia en Un Dios: «Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es» (Marcos 12:29) [1]. Igualmente, hay una gran cantidad de versículos en la Biblia que refutan la divinidad de Jesús. Por ejemplo, Jesús admite que él no podía hacer milagros de modo independiente, sino solo por la voluntad y con el permiso de Dios [2]. Curiosamente, la Biblia dice que Jesús oró [3]. Me pregunté: «¿Cómo puede Jesús ser Dios y orarle a Dios al mismo tiempo?» Un Dios que ora es una contradicción. Adicionalmente, Jesús afirma que sus enseñanzas no son suyas, sino de Aquel que lo envió [4]. Lógicamente, si lo que dice no es suyo propio, él es solo un Profeta que recibe revelación de Dios, como todos aquellos antes y después de él. Por otra parte, Jesús admite que él solo hace lo que le ha sido enseñado por Dios [5]. De nuevo, me pregunté: «¿Cómo puede Jesús ser enseñado y ser Dios al mismo tiempo?» En mis debates con musulmanes, ellos estuvieron de acuerdo en lo que Jesús ordenó con respecto a creer en solo Un Dios, como está en el siguiente versículo coránico: «Di: Él es Al-lah, Uno» (Corán 112:1) [6].

También me sorprendió encontrar versículos en la Biblia que se refieren a Jesús como Profeta de Dios [7]. Del mismo modo, aprendí sobre la visión islámica de Jesús, que es la de que él es un Profeta y Mensajero de Dios. En el Corán dice:

«El Mesías hijo de María es solo un Mensajero, como los otros Mensajeros que lo precedieron. Su madre fue una creyente devota. Ambos necesitaban alimentos [como el resto de los seres humanos]. Observa cómo les aclaré las evidencias, y cómo [a pesar de eso] rechazan la verdad». (Corán 5:75)

Otra creencia común en el cristianismo es que Jesús es el hijo de Dios.

Según la Biblia, era costumbre llamar a cualquier Profeta u hombre piadoso «hijo de Dios». Jesús se autodenominó «el hijo del hombre», no Dios ni el hijo literal de Dios [8]. Evidentemente, Pablo fue el mayor responsable de elevar el estatus de Jesús al de hijo de Dios, distorsionando las enseñanzas de Jesús [9].

Lo que es más, Jesús no parece ser el «unigénito» de Dios (como solía decir en Juan 3:16), ya que esta palabra ha sido cancelada de la Versión Estándar Revisada (RSV por sus siglas en inglés), así como en muchas otras nuevas versiones de la Biblia. Además, Dios dice enfáticamente en el Corán que Él no tiene un hijo [10]. Dios declara también que Él creó a Adán y a Jesús:

«El ejemplo [de la creación] de Jesús ante Dios es como el de Adán, a quien creó del barro y luego le dijo: ‘¡Sea!’, y fue» (Corán 3:59).

Después de estas modificaciones, emperadores y clero inventaron más falsedades, contrarias a lo que Jesús dijo o hizo. De allí viene el concepto de Trinidad en el que Jesús es una de tres manifestaciones del Dios Trinitario (el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo). El versículo 1 Juan 5:7 suele darse como la mejor prueba de la doctrina de la Trinidad, aunque esta doctrina nunca fue profesada por Jesús ni sus discípulos ni los primeros eruditos cristianos. De hecho, fue promulgada después de muchos desacuerdos y conflictos entre los cristianos, en el año 325 d. C. en el Concilio de Nicea. Curiosamente, este versículo ha sido retirado en las Biblias de la era moderna. Además, el Corán advierte a los judíos y cristianos en contra de la creencia en la Trinidad, y en contra de su incredulidad en la revelación de Dios [11].

Un área relacionada de controversia sobre la que leí fue el «pecado original» y la salvación a través de «la crucifixión» de Jesús. Es de suponer que antes de Jesús no había doctrina del Pecado Original. Sin embargo, esta doctrina apareció después de Jesús. Por otra parte, antes de Jesús, la salvación se obtenía por la obediencia a Dios, mientras que después de Jesús, la salvación se alcanza a través de su crucifixión, según dicen.

En el cristianismo, la Doctrina del Pecado Original es la justificación para lograr la salvación a través de la crucifixión de Jesús. Sin embargo, me llamó la atención que esta doctrina está fuertemente negada en el Antiguo Testamento [12]. En consecuencia, este concepto tuvo que haber sido diseñado como una forma de que quienes creyeran en ello, evitaran la rendición de cuentas de sus pecados ante Dios en el Día del Juicio [13]. Llamó mi atención el hecho de que, según Jesús, el hombre se salva a través de la obediencia y la sumisión a Dios [14]. Igualmente, en el Corán cada alma es compensada por lo que merece [15]. Sin embargo, parece que esta doctrina ha cambiado, haciendo que la salvación solo se logre a través de la crucifixión de Jesús [16].

La teoría de la salvación a través de la crucifixión sostiene que Jesús se ofreció él mismo para ser crucificado a fin de rescatar y salvar a la humanidad. Si esto es así, ¿por qué Jesús le pidió ayuda a Dios antes de que los soldados lo arrestaran?: «Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa» (Mateo 26:39). Del mismo modo, ¿por qué dice la Biblia que Jesús clamó a grandes voces, suplicándole a Dios en la cruz: «Dios mío, por qué me has desamparado?»(Mateo 27:46). Además, ¿cómo pudo Jesús ser crucificado para salvación de todos los humanos, si él había sido enviado solo a los Hijos de Israel? [17] Esto, claramente, es una contradicción.

El Corán dice que ellos no lo crucificaron, sino a alguien más que se veía como él [18]. Si esto es correcto, entonces explicaría la aparición de Jesús a sus discípulos después de la crucifixión. Si él realmente hubiera muerto en la cruz, entonces habría llegado ante sus discípulos en cuerpo espiritual. Como se muestra en Lucas 24:36-43, Jesús se reunió con ellos en cuerpo físico después del evento de su supuesta crucifixión. Entonces, me enteré que fue Pablo el que enseñó la resurrección de Jesús [19]. Pablo también admitió que la resurrección era su propio evangelio. [20]

Me encontré con muchas fuentes que indican que Pablo y otros se vieron frustrados por el rechazo de los judíos del mensaje de Jesús, de modo que ampliaron su llamado hacia los gentiles. Llegaron al sur de Europa, donde el politeísmo y la idolatría estaban extendidos. Gradualmente, el mensaje de Jesús fue modificado para adaptarse a los gustos y tradiciones de los romanos y griegos de aquella época [21]. La Biblia advierte contra la adición o eliminación de información de sus enseñanzas, que fue precisamente lo que ocurrió [22]. Dios también trata este tema en el Corán:

«¡Ay de aquellos que escriben el Libro con sus manos y luego dicen: ‘Esto proviene de Dios’, para venderlo a vil precio! ¡Ay de ellos por lo que han escrito sus manos! ¡Ay de ellos por lo que obtuvieron!» (Corán 2:79)

Pie de página:

[1] Véase también Núm. 23:19; Deut. 6:4,13; Mat. 4:10, 22:36-38,23:9-10; Mar. 10:18; Lucas 4:8.

[2] Véase Mat. 12:28; Lucas 11:20; Juan 3:2, 5:30; Hechos 2:22.

[3] Véase Mat. 26:39; Mar. 1:35, 14:32; Lucas 5:16, 6:12.

[4] Véase Juan 7:16, 12:49, 14:24, 31.

[5] Véase Juan 8:28.

[6] Véase también 4:48; 5:116; 39:67.

[7] Véase Mat. 13:57, 21:11, 45-46; Mar. 6:4; Lucas 4: 43, 13:33, 24:19; Hebreos 3:1.

[8] Véase Mat. 13:37; Lucas 12:10; 1 Tim. 2:5.

[9] Véase Hechos 9:20.

[10] Véase 19:88-92.

[11] Véase 3:19; 4:171; 5:73.

[12] Véase Ezequiel 18:20; Jeremías 31:30.

[13] Véase Efesios 1:7; Romanos 3:22-26, 4:25, 10:9.

[14] Véase Mat. 5:19-20, 6:4, 7:21, 19:17.

[15] Véase 3:25; 41:46; 74:38.

[16] Véase Romanos 3:28; 1 Juan 2:1-2.

[17] Véase Mat. 10:5-6, 15:24.

[18] Véase 4:157-158.

[19] Véase Romanos 5:10-11; Hechos 17:17,18.

[20] Véase 2 Timothy 2:8.

[21] Véase 1 Cor. 9:19:-23.

[22] Véase Rev. 22:18-19.

Fuente: http://www.islamreligion.com/es/articles/1877/

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