Por: Redacción
El filósofo francés, Gustavo Le Bon, es uno de los que más se han interesado en el estudio de la creencia: su definición, sus partes, sus características, su influencia en la fundación de civilizaciones, etc. En su libro Psicología de la masa, nos muestra sus investigaciones, fecundas de ideas, sobre la creencia. Nos interesa estudiar de este libro las partes relacionadas con la definición de la “creencia”, con el fin de comparar entre las perspectivas de los sabios occidentales y los sabios musulmanes, respecto a este tema.
Definición de la creencia desde la perspectiva de Le Bon
La creencia, según Le Bon, es: “una fe que procede de una fuente del subconsciente la cual obliga al hombre a que crea, sin pruebas, en una cuestión dada […] Por eso, la creencia coincida a veces con la realidad, pero en la mayoría de los casos es contradictoria”.
Esta definición propone que la creencia se trata de una “fe subconsciente” que se impone involuntariamente al hombre. Dicha fe tiene tal fuerza que lleva a la creencia en algo si que esta cuente con argumentos o pruebas.
La concentración en un elemento del “subconsciente” y el considerarlo como la única fuente que proporciona al hombre la creencia, exige necesariamente la exclusión de la mente y el desprecio de su valor en la formación de la creencia y la orientación de la misma de forma idónea.
Partiendo de la exclusión de la mente en el proceso de la creencia, Le Bon distingue entre el concepto de “creencia” y el de “sabiduría”, estableciendo una contradicción entre ambos términos, cuya coincidencia es imposible. Para este, como hemos descrito previamente, la creencia es una percepción ambigua que no se basa en ninguna prueba, y, sin embargo, tiene potencia obligatoria, mientras que la fuente del saber o el conocimiento es, concretamente, la mente.
En consecuencia, Le Bon afirma que, si alguien intenta sostener su creencia después de haberla formado basándose en pruebas y argumentos razonables, esta se convertirá, entonces, en conocimiento o sabiduría.
Para el filósofo, el factor principal de la creencia exige el no uso de la mente y la anulación de su papel e influencia en el proceso de creencia.
Le Bon, basándose en su teoría, pretendió haber sido capaz de justificar las creencias fabulosas o irracionales que profesan algunos sabios o filósofos. Para él, la ausencia de la mente, como controlador y corrector de la creencia, permite que las sensaciones, verdaderas o falsas, dicten algunas imaginaciones y fantasías que dominan el corazón y la consciencia de los que creen en ellas.
Crítica al concepto de creencia de Le Bon
Es indudable que la perspectiva de Le Bon da lugar a la anulación de la diferencia entre la creencia verdadera y la falsa, en otras palabras, la que coincide con la verdad y la realidad y aquella que no tiene nada que ver con el mundo real. Así, ambas se llaman “creencia” o “fe” sin que haya, para él, diferencia entre una verdadera y una falsa.
Si consideramos el subconsciente como criterio decisivo para concretar la creencia, tal como hace Le Bon, y lo que se ha convertido en una opinión generalizada en occidente, podemos imaginar hasta que punto llega la contradicción y el contraste respecto a este sentido con la perspectiva islámica.
En este sentido, si alguien, por ejemplo, medita sobre la existencia de Allah, basándose en pruebas y argumentos racionales, finalmente terminará convenciéndose de la existencia de Allah -exaltado sea-. Este convencimiento, para Le Bon, no se denomina creencia o convicción, sino sabiduría.
Conclusión
El Corán llama constantemente a reflexionar sobre los signos que Allah ha puesto en la creación, signos que nos llevan a reconocer la existencia del Creador. De esta manera, la definición de creencia que Le Bon propone no se ajusta al paradigma islámico, puesto que dentro del Islam no se le pide al ser humano que crea en nada irracional, somo si se hace en otras creencias.
Esta es la principal diferencia entre la creencia islámica y otras creencias, que no hace falta tener “fe” tal y como la describe Le Bon, puesto que se cree en aquello que se conoce y tiene sentido racional, y aquello que no, no forma parte de la creencia. Si algo está oculto y no tiene sentido, no puede formar parte de la creencia. De esta manera, y siguiendo el paradigma de Le Bon, la creencia en el Islam no es “fe” sino “sabiduría”.
Fuente: Basado en el libro “Los Fundamentos del Islam” por el autor. Traducido por Equipo de traductores de Al Azhar. Editado por Truth Seeker