Por: Abu Amina Elia
Cada persona tiene dentro de sí un espíritu cuyo estado inherente es el de estar complacido, agradecido, querido, en paz, indiferentemente de las circunstancias externas. No nos damos cuenta ya que están cubiertas por los pensamientos negativos, las preocupaciones, los enfados y los deseos de este mundo.
Llegar a este estado innato es la llave para la verdadera felicidad en esta vida y en la que viene. Este tipo de felicidad no es un placer sin más o una diversión momentánea, es un estado de complacencia y satisfacción constante por ser un siervo de Allah, sin importar lo que pase a tu alrededor. Esta es la verdadera riqueza del alma, el secreto de una felicidad eterna.
Como dijo el Profeta (saws):
La riqueza no son las posesiones que se tienen. La verdadera riqueza es la riqueza del alma. (Ṣaḥīḥ al-Bukhārī 6081)
Para llegar a ese estado debemos comprender la naturaleza del alma y las fuerzas que compiten en ella.
Al-Ghazali explica que hay cuatro formas en el alma: el alma divina (al-rabbānīyah), el alma satánica (al-shayṭānīyah), el alma depredadora (al-sab’īyah) y el alma animal (al-bahīmiyah). Pero vamos a simplificarlas en tres formas ya que la depredadora y la animal son parecidas.
El alma divina es tu estado natural de contentamiento, agradecimiento, amor y paz. “Divino” no significa que sea una parte de Allah literalmente, sino un reflejo de los atributos divinos como el amor, la misericordia, la justicia y la paz. Cuando nuestra mente, cuerpo y espíritu están en orden y funcionan de una manera correcta, este estado será patente en ti y te beneficiarán a ti y a los que te rodean.
El alma satánica es un estado antinatural de depresión, desagradecimiento, odio y maldad. Todo el mundo tiene esta inclinación al mal en ellos. Este estado de ser aparece cuando Satán susurra pensamientos negativos y nosotros decidimos llevarlos a cabo. Para vencer el alma satánica, debemos controlar o ignorar estos pensamientos.
El alma animal es parte de las funciones más bajas del cerebro, las que regulan las reacciones primarias como el apetito, el miedo o las respuestas de lucha o huida. Estos impulsos son neutros, no son ni buenos ni malos, ya que muchos tienen funciones vitales. Estos impulsos deben ser regulados o subordinados por el alma divina, para que el alma satánica no la use en su beneficio. El corazón humano, contiene todos estos aspectos, es como un espejo. El alma satánica nubla y oscurece el corazón, como si el corazón estuviese cubierto con óxido.
Al Ghazali escribió: El corazón es un espejo rodeado de asuntos que lo influencian, los cuales llegan al corazón. Los rasgos loables que hemos mencionado, pulen el espejo del corazón y aumentas su brillo, luz y resplandor hasta que la claridad de la verdad brilla desde dentro y el objetivo que busca la religión se desvela. (Iḥyāʼ Ulūm al-Dīn 3/12)
Mientras controlas tu mente y purificas tu corazón, rezas, das limosna y recuerdas a Allah, el espejo se pule y comienza a reflejar los Atributos de Allah: misericordia, amor, paz, justicia, tranquilidad, gratitud etc. Los atributos divinos comienzan a llegar a ti y a través de ti, al mundo. Es entonces cuando la verdadera naturaleza de la religión y los misterios del universo se revelan desde el corazón.
Cuando es tu alma divina la que controla, estarás complacido con tu vida, agradecido, en paz y lleno de amor y buenas intenciones hacia la creación de Allah. Este es tu estado natural, sano y que funciona psicológica y espiritualmente. Una persona que experimenta la presencia divina de esta forma nunca estará deprimida, ni será desagradecido ni malo con nadie.
Lo más importante que tiene que hacer el alma divina sobre el alma satánica es vencer y tener control sobre los pensamientos. Sabemos que el Profeta (saws) dijo: habla bien o permanece en silencio, pero ¿has pensado que esto se refiere también a un estado interno?
Los pensamientos negativos crean sentimientos negativos, que nos hacen tener un mal comportamiento. Cuando nos preocupamos por cosas negativas en la vida, nuestras dudas, enfados y nuestro pesimismo nos estancan en la depresión. La forma de salir es intentar entrenar para evitar y alejar estos pensamientos, y sustituirlos por oraciones, fe y optimismo.
Piensa en todo lo que va bien en tu vida, en tus bendiciones, todo lo que está en paz y armonía. El Dios que abrió el Mar Rojo, que trae vida después de la muerta, El que hace milagros y tiene el poder de ayudarnos en los problemas. Piensa en esto, y si no tienes nada bueno en lo que pensar, entonces no pienses en nada.
El mundo nos engaña diciéndonos que la felicidad está en el exterior, que hay que tener más, conseguir más o encontrar el amor. Pero la verdad es que la felicidad es el estado por defecto del lama. El reino del paraíso está dentro de ti. Nuestros pensamientos negativos y deseos mundanos solo nos alejan de ella. Puedes ser feliz, pase lo que pase en tu vida, siempre y cuando tengas el control de tu mente y protejas tu espíritu. No es un camino fácil, pero la otra opción es estar esclavizado en el estado del mundo.
Comienza a tomar control de tus pensamientos y te darás cuenta del poder que les damos y que no merecen. Si estamos deprimidos, debemos dejar de pensar en cosas deprimentes. Si estamos enfadados, debemos dejar de tener pensamientos negativos. Satán nos manda estos pensamientos y nosotros los seguimos, llegando a un final terrible. Todo lo que tenemos que hacer es entrenar a la mente para ignorarlos.
Una vez hayas hecho esto, tendrás una fuerza increíble para conseguir los pensamientos positivos. Esta es la verdadera fuerza espiritual que se origina en un cuerpo y una mente fuertes.
Como dijo el Profeta (saws):
Los fuertes no son los mejores luchadores. Ciertamente, los fuertes son aquellos que se controlan cuando se enfadan. (Ṣaḥīḥ al-Bukhārī 5763)
Al fin y al cabo, el Islam se trata de sacar lo bueno que hay en ti, de estar en paz, gratitud, amor, complacencia y felicidad.
Imagínate como se sentían los compañeros del Profeta cuando los amenazaban:ا
Cuando los que se negaban a creer pusieron la arrogancia en su corazón, la arrogancia de la ignorancia, y Allah hizo descender Su sosiego sobre Su mensajero y sobre los creyentes y les infundió la palabra del temor de Él de la que ellos eran más merecedores y más dignos. Allah conoce cada cosa. Surat al-Fatḥ 48:26
A pesar de que se enfrentaron a un ejército más números y con más experiencia que ellos, estaban en un estado de tranquilidad y paz interior. Estaban enfrentándose a la muerte, pero sus corazones estaban tranquilos. ¡Estaban complacidos!
Esto ocurrió debido a que el Profeta (saws) los había enseñado a descubrir el alma divina, controlar el alma animal y eliminar el alma satánica. Rezaban correctamente y pasaban tiempo recordando a Allah, recitando Sus Nombres y controlaban sus pensamientos. De modo que estaban en paz en un tiempo en el que todos los demás estaban en un estado de pánico.
Si entendemos esto y comenzamos a cuidar nuestra alma divina, podemos llegar a un estado de tranquilidad similar al de los compañeros del Profeta (saws), pase lo que pase a nuestro alrededor. Esto es maravilloso y un regalo que Allah concede a aquellos que buscan su guía. Muestra la justicia y misericordia divina que se encuentra en el universo, ya que todo el mundo puede acceder a la tranquilidad eterna y a la felicidad que reside en ellos mismos. Y a medida que los atributos divinos emanan de nuestro corazón hacia el mundo exterior, se contagiará a los demás para que despierten su alma divina y el mundo cambiará a mejor.
Fuente: http://moderateummah.com/ Traducido y editado por Truth Seeker Es