Por Islam-today.ru
Uno de los mayores y más valiosos regalos de Allah es la salud. Aun así, muchos no son conscientes de ello. Allah da este regalo a la gente y no demanda un céntimo. Puede que sea debido a que la salud nos ha sido dada gratuitamente, que no la apreciemos como es debido.
El mensajero de Allah, la paz sea sobre él, dijo: “La gente no sabe el precio de dos regalos de entre los más elevados. Primero el tiempo libre, segundo la salud”.
La salud es una Amanat, el regalo de Allah al ser humano, y cada mortal debe ser cuidadoso y reverente en relación a esta amanat. Pues en el Día del Juicio deberá responder respecto a la manera en la que uso su salud. Desafortunadamente, muchos de nosotros empezamos a percibir el valor de la salud cuando esta falla.
Al primer signo de enfermedad, huyendo del insoportable dolor, vamos a ver a un doctor o vamos a la farmacia a por medicinas. Usualmente no escatimamos dinero para corregir la visión, mejorar el oído, o conseguir que nuestras manos y piernas vuelvan a moverse hasta que nuestro cuerpo vuelve a estar bien. Islam prohíbe aquello que es perjudicial para nuestra salud.
El Profeta Muhammad, la paz sea con él, dijo: “No os hiráis a vosotros mismos o a vuestro vecino.” Es bien conocido que es más fácil preservar la salud, que intentar recuperarla.
El Mensajero de Allah s.a.w.s. dijo: “Es preferible preservar la salud que iniciar un tratamiento.”
Si piensas sobre ello, la gran mayoría de los remedies que utilizamos para curarnos son o proceden de plantas y extractos naturales. Ya sean medicamentos con extractos muy elaborados como una sencilla infusión de hiervas curativas todo ello procede de la naturaleza. Así pues cuidando la salud de nuestro entorno cuidamos nuestra propia salud y prevenimos futuras enfermedades.
Traducido con ligeras modificaciones editoriales desde islam-today.ru por la redacción de TS