Autor: Osman Nuri Topbaş
Al aumentar nuestro amor por Allah, éste se va extendiendo, primero hacia el Noble Profeta (s.a.w), más tarde a los siervos veraces de Allah, y después a todas las criaturas según el grado que les asignó Allah.
Este círculo, que empieza con Allah, se convierte en la cura y en la misericordia para el nafs. En el trato entre los creyentes deben tomarse precauciones para no salirse del círculo de amor y misericordia. Es el mismo camino que se dirige a Allah, y nos va acercando a Él.
Dice Allah en el Qur’an que los creyentes son hermanos. El Profeta (s.a.w) nos ha transmitido que no es posible alcanzar el estado de la fe verdadera sin haber establecido fuertes lazos de amor entre los hermanos creyentes. Para lograrlo nos aconseja que mantengamos la buena concordia entre nosotros.
El amor por los hermanos en la fe es una virtud que complace inmensamente a Allah, y de ella depende en sumo grado la felicidad en ambos mundos. El Profeta (s.a.w) dijo:
“En el Día del Juicio Final, Allah el Más Elevado dirá:
‘¿Dónde están los creyentes que se amaron en obediencia a Mi mandato? Ese día, en el que no habrá sombra, Yo les protegeré con Mi propia sombra.’” (Muslim, Birr, 37)
“Hay zonas de luz para los que se amaron buscando mi complacencia que incluso los Profetas y los Mártires añorarán.”(Tirmidhi, Zuhd, 53/2390)
En otro hadiz, el Profeta ha transmitido que el Día del Juicio Final, cuando no haya sombra alguna, los que se amaron por Allah, y los que se reunieron y separaron por Allah, serán protegidos con la sombra del Trono de Allah. Se refiere, evidentemente, a la hermandad en los tiempos de dificultad y aflicción.Sentirse ofendido y cortar la relación con un hermano Musulmán es una acción reprobable.
El Profeta (s.a.w) dijo al respecto:
“No está permitido que un Musulmán deje de hablar con otro Musulmán durante más de tres días. Pasado ese tiempo, deberá saludarle cuando le vea. Si su hermano acepta el saludo, entonces los dos obtienen la recompensa espiritual. Si no lo acepta, entonces el error es suyo, y el que haya saludado, habrá enmendado la situación.” (Abu Daud, Adab, 47/4912)
“Dejar de hablarle a un hermano Musulmán durante un año equivale a derramar su sangre.” (Abu Daud, Adab, 47/4915)
Según ha transmitido el Profeta (s.a.w), los actos de los siervos son presentados ante Allah los lunes y los jueves. Allah les perdona, excepto a los que dejaron de hablar a sus hermanos Musulmanes y a los que asocian. En el primer caso el perdón se aplaza hasta que se reconcilien. (Muslim, Birr, 35-36; Abu Daud, Adab, 47)
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