El Hajj es igualdad ante Dios
Por: Ahmad Al-Ajaras
Cada año musulmanes de todo el mundo participan en la reunión más grande de la Tierra, el Hajj, o peregrinación a La Meca. El Hajj es una obligación religiosa que cada musulmán debe cumplir, si tiene los medios económicos y es físicamente capaz, por lo menos una vez en su vida.
Durante estos días históricos gente de todas la etnias, ricos y pobres, reyes y campesinos, hombres y mujeres, viejos y jóvenes, todos estarán ante Dios, todos hermanos y hermanas, en el lugar más sagrado del mundo musulmán, en el cual piden a Dios que acepte sus buenas obras.
Estos días representan el cenit de la vida de cada musulmán.
El Hajj se rinde honor a las experiencias del Profeta Abraham, cuyo sacrificio desinteresado no tiene paralelo en la historia de la humanidad.
El Hajj simboliza las lecciones enseñadas por el último profeta, Muhammad, quien estando en la llanura de Arafat proclamó el cumplimiento de su misión y anunció la proclamación de Dios:
Hoy os he completado vuestra Práctica de Adoración, he culminado Mi bendición sobre vosotros y os he aceptado complacido el Islam como Práctica de Adoración. (La mesa servida, 5:3)
Esta gran convención anual de creyentes demuestra el concepto de igualdad de la humanidad, el mensaje más profundo del Islam, que no permite ninguna superioridad basada en la raza, el género o la condición social. La única preferencia a los ojos de Dios es la conciencia reverencial de Dios (Taqwa) como dice en el Corán:
Y en verdad que el más noble de vosotros ante Allah es el que más Le teme. (Los aposentos privados, 49:13)
Durante los días del Hajj los musulmanes visten de la misma manera sencilla, observan las mismas reglas y hacen las mismas oraciones al mismo tiempo de la misma forma con el mismo fin.
No hay realeza y aristocracia, sino humildad y devoción. El tiempo del Hajj confirma el compromiso de los musulmanes, todos los musulmanes, y su igualdad ante Dios. Afirma su disposición a dejar el interés material por su causa.
El Hajj es un recordatorio de la Gran Asamblea en el Día del Juicio, cuando la gente se estará en pie en igualdad ante Dios esperando su destino final, y como el Profeta Muhammad dijo:
Dios no mira a vuestras riquezas y apariencia, sino vuestros corazones y acciones. (Sahih Muslim)
El Corán declara muy bien estos ideales:
¡Hombres! Os hemos creado a partir de un varón y de una hembra y os hemos hecho pueblos y tribus distintos para que os reconocierais unos a otros. Y en verdad que el más noble de vosotros ante Allah es el que más Le teme. Allah es Conocedor y está perfectamente informado. (Los aposentos privados, 49:13)
Mientras Malcolm X estaba en La Meca realizando su peregrinación, escribió a sus ayudantes: «Me preguntaron qué me había impresionado más el Hajj … Dije, «¡La hermandad!. Gente de todas las razas y colores de todo el mundo reunidos como uno, me ha demostrado el poder del Dios Único. Todos comían como uno y dormían como uno solo. Todo el ambiente de peregrinación afirma la unidad del hombre bajo un solo Dios».
Fuente: https://www.thoughtco.com Traducido y editado por Truth Seeker Es