Por: Daniel Haqiqatju
Los musulmanes (y las personas en general) hoy en día no tienen ni idea de cómo entender, evaluar y responder a un argumento. Esta es la razón por la que el nivel del discurso es tan bajo en nuestras comunidades, en la mezquita, en las asociaciones de estudiantes, en las redes sociales, en la televisión en el mundo musulmán, y así sucesivamente. En lugar de responder al mérito lógico, la validez y la solidez de una posición o argumento, respondemos emocionalmente recurriendo a insultos, favoritismo y otras formas de pequeñas disputas que tienen más que ver con el ego que con la verdad.
Esto es doblemente vergonzoso para los musulmanes porque las ciencias islámicas ponene gran énfasis en la lógica (mantiq) y la claridad al definir y emplear términos. Esto no es solo en el campo de kalam, sino en todas las disciplinas: tafsir, fiqh, usul al-fiqh, aqida, hadith, tasawwuf. ¿Existirían alguno de estos campos en su robusta forma y habrían sobrevivido a través de generaciones durante cientos de años sin la fuerza disciplinaria de la coherencia lógica y racional?
Pensemos solo en los logros de nuestros académicos, en las escuelas de pensamiento. En fiqh, tenemos las cuatro escuelas sunnitas. ¿Cómo puede cualquier sistema de pensamiento complejo y sofisticado mantener su estructura lógica básica, su terminología básica, su ontología básica durante siglos, involucrando a millones de académicos y estudiantes y miles de textos, comentarios, super-comentarios, incluyendo cientos de culturas y regiones geográficas alrededor del globo? Este es un logro intelectual monumental, uno de los más grandes en toda la historia humana, por la Bendición de Allah. Ciertamente, nada en el pensamiento occidental moderno ha tenido esta consistencia, longevidad y alcance geográfico.
Lo que es especialmente decepcionante para nosotros es que muchos musulmanes desconfían hoy del concepto de coherencia lógica y racional, como si se tratara de ideas ajenas que corrompen la pureza de su creencia. Y, en un sentido muy específico, tienen razón: debemos ser muy cautelosos al introducir una especie de enfoque filosófico modernista en nuestra comprensión de la creencia o mezclar la especulación científica en nuestra interpretación de la Revelación, etc. De hecho, procuro señalar estos problemas en mi escritura. Pero nada de esto tiene nada que ver con la noción de coherencia racional.
La coherencia racional es simplemente la base sobre la cual dos personas pueden tener una conversación significativa. Sin coherencia racional, ¿cómo podemos saber que las palabras que utilizamos para comunicar un concepto se entienden de la forma en que queremos por la parte con la que nos queremos comunicar? ¿Y cómo sabemos si estamos comprendiendo que las palabras que te comunicaron tenían la intención de transmitir ese significado?
Todas las conversaciones tienen lugar en el contexto de un idioma compartido, pero implícitos en cualquier idioma o sistema de pensamiento hay valores y reglas de participación. Al igual que las ciudades y las instituciones necesitan valores y principios básicos para organizarse y tener éxito, también lo hacen los lenguajes y los sistemas de pensamiento. Si quieres participar y conversar en el contexto de un sistema de pensamiento, digamos, el madhab de Maliki, necesitas conocer las reglas para hacerlo, de lo contrario solo estarás hablando en galimatías, nadie te entenderá, te confundirás, y todo discurso carece de sentido. Este es el significado de la famosa afirmación del Imam Shafi`i: «Debatí a un erudito y lo vencí. Luego debatí con un lego y me me gano». El lego no habla el mismo idioma, no emplea los términos correctos, en resumen, no obedece las reglas.
Por lo tanto, sí, el racioanlismo es central a las ciencias islámicas y es central para nuestra creencia. Sin consistencia en el lenguaje, ¿cómo vamos a entender la revelación? (Por cierto, esta es también la razón por la cual los movimientos reformistas musulmanes modernos son tan profundamente irracionales: creen que es posible entender el lenguaje de la revelación aislándose de todo el contexto, matiz lingüístico y principio metodológico, en una palabra, de todas las reglas del juego).
En cuanto a consejos prácticos, tomémos el tiempo necesario para aprender las definiciones técnicas de un «argumento válido», un «argumento correcto» y algunas de las falacias lógicas más comunes. Estas son características universales de todo discurso humano maduro y conocerlas generará los comienzos de la claridad de pensamiento que tan desesperadamente necesitamos en estos tiempos oscuros.
Fuente: https://muslimskeptic.com Traducido y editado por Truth Seeker Es