Autor: Aisha Stacey
¿Qué es el tiempo, qué lo causa? ¿Es una dimensión, puedes reducirlo o acelerarlo? Cuando pensamos en el tiempo, tendemos a pensar en las formas en que medimos el paso del tiempo, un reloj de algún tipo, o pensamos en un intervalo de tiempo medible, como una hora o un minuto. La humanidad siempre se ha preocupado por el tiempo, el paso del tiempo, la medida del tiempo, y las cualidades científicas del tiempo. Hablamos sobre viajar en el tiempo, la relatividad del tiempo, la dirección del tiempo y la rueda del tiempo.
Hay teorías y conceptos del tiempo, y se estudia en religión, filosofía y ciencia. El tiempo tiene incluso un valor económico. El tiempo es dinero. El tiempo tiene importancia social y personal, utilizamos nuestro concepto del tiempo para ubicar citas e hitos en secuencia. Ordenamos nuestras vidas alrededor del tiempo, la vida en el Islam está estructurada alrededor de las [cinco] oraciones diarias. En el siglo XI, Avicena dudó de la existencia física del tiempo, argumentando que el tiempo solo existe en la mente debido a la memoria y la expectativa. Teólogos cristianos y musulmanes adoptaron la idea de que el tiempo es lineal. Versículos bíblicos nos dicen que hay un tiempo para todo: «Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora» (Eclesiastés 3:1) (1).
El tiempo tiene un valor intrínseco que es reconocido incluso en las rimas de motivación para adultos y en las canciones infantiles para niños. Para entender el valor de un año, pregúntale a un estudiante que ha perdido ese año escolar. Para entender el valor de un mes, pregúntale a una madre por un bebé prematuro; y para entender el valor de un segundo, pregúntale al sobreviviente de un accidente (2).
Tanto el Corán como las tradiciones del Profeta Muhammad (Dios lo bendiga) dejan en claro que el Islam considera al tiempo como un recurso valioso. Los creyentes son animados a ser conscientes del tiempo, a reconocer su importancia y a organizarse con sabiduría. Si los seres humanos no abusan ni desperdician el tiempo, sino que piensan en él como una bendición de Dios, entonces tienen todas las razones para esperar el éxito en esta vida y en el más allá.
«Juro por el tiempo, que los seres humanos están en la perdición, excepto aquellos que crean, obren rectamente, y se aconsejen mutuamente con la verdad y con la paciencia [ante las adversidades]». (Corán 103)
El Profeta Muhammad instruyó a sus seguidores, y por tanto a los creyentes, para que conocieran y valoraran la importancia del tiempo en las siguientes narraciones.
«El ser humano permanecerá de pie en el Día de la Resurrección hasta que se le pregunte sobre cuatro cosas: su vida y a qué la dedicó, su juventud y cómo la utilizó, su propiedad y cómo la adquirió y administró, y su conocimiento y cómo lo utilizó».
«Hay dos favores de Dios que mucha gente olvida: la salud y el tiempo libre»(3).
El Islam nos enseña que el tiempo pasa con rapidez y nunca regresa, es irrecuperable. También es el regalo más precioso que posee la humanidad, y se nos puede quitar en un momento dado. Dios es el Dador, pero también es el Retenedor. El tiempo pasa rápidamente y Dios nos recuerda en el Corán que los meses y los años pasan, pero cuando estemos de pie frente a Él en el Día del Juicio, nuestro tiempo en la Tierra parecerá como si hubiéramos vivido, soñado y adorado por menos de un día.
«Uno de ellos dijo: ‘¿Cuánto tiempo piensan que hemos permanecido aquí?’ Respondieron: ‘Permanecimos un día o parte de un día’. Dijeron: ‘Nuestro Señor sabe mejor cuánto tiempo hemos permanecido’». (Corán 18:19)
«Responderán: ‘Permanecimos un día o menos aún. Mejor pregúntale a los [los ángeles] encargados de llevar la cuenta [pues no estamos seguros]’». (Corán 23:113)
Un creyente no debe perder su tiempo precioso en cosas que no lo acercarán a su Creador. Actos que no contienen beneficios para sí mismo, su sociedad ni la humanidad en general, son usualmente actos desperdiciados, tiempo desperdiciado. El Islam clasifica las cosas de acuerdo a su nivel de importancia. Los primeros musulmanes solían capturar y utilizar cada segundo de su tiempo.
Zabit Al Bunani dijo: «Cuando mi padre estaba en su lecho de muerte, fui para ayudarlo a pronunciar el testimonio de que no hay divinidad digna de adoración excepto Al-lah, pero él me dijo: ‘¡Hijo! Déjame en paz, porque ya he recitado todas mis súplicas cinco veces y estoy ahora en mi sexto ciclo’».
El Profeta Muhammad también les dijo a sus seguidores: «No maldigan al tiempo (Ad-Dahr), pues Dios es Quien hace el tiempo» (4). El Imam An-Nawawi comentó sobre esto diciendo: «El significado de la frase ‘Dios es Quien hace el tiempo’, es que Él es Aquel que causa que ocurran los eventos y accidentes, y Él es el Creador de todo lo que ocurre».
Quienes entienden el valor del tiempo deberían esforzarse por organizar su tiempo y hacer planes realistas. La vida entera de un creyente puede ser considerada como adoración cuando la persona es consciente de hacer solo lo que complace a Dios. Las obligaciones religiosas deben ser la primera prioridad; sin embargo, Dios es generoso, y el tiempo que parece tan fugaz cuando estamos revoloteando por ahí, se llena de bendiciones cuando lo estamos utilizando para complacer a nuestro Creador.
Las palabras de Dios en el Corán y el mensaje del Profeta Muhammad a los creyentes son claras: nosotros, los seres humanos, debemos ser conscientes del tiempo. Dios nos recuerda que la vida en este mundo es solo temporal y no sabemos cuál es la fecha señalada para nuestra muerte. Como creyentes, no debemos nunca desperdiciar ni abusar del tiempo, sino que debemos valorarlo como una bendición de Dios. Todos debemos entender que desperdiciar aunque sea solo un momento es una oportunidad que se va y nunca regresa. Cuando nuestro tiempo en este mundo termine, no habrá vuelta atrás y tendremos que rendir cuentas por lo que hicimos. ¡El tiempo en verdad es precioso!
(1) Biblia Reina-Valera versión 1960
(2) Rima motivacional, autor anónimo
(3) Sahih Al Bujari.
(4) Sahih Múslim.