Por: Ahmad Sultan
El diseño inteligente (DI) es la afirmación de que el universo y los seres vivientes muestran signos de haber sido diseñados por un agente inteligente. Este artículo proporciona una argumentación general sobre el DI y su relación con la ciencia y la religión. El DI parece que apoya la idea de que existe un creador; un superintelecto que dirige todo el universo. Pero hablando estrictamente, el DI no da ninguna afirmación sobre los atributos del diseñador inteligente; identificar al diseñador inteligente como Dios es una conclusión natural.
Por lo que, algunos religiosos encuentra sosiego en la teoría del diseño inteligente que confirma las creencias religiosas y argumenta los puntos de vista del mundo materialista y naturalista, los cuales niegan la existencia del Creador, o lo marginan haciéndolo equivalente a la naturaleza o incluso un subordinado de las leyes de la naturaleza.
Por esto, los religiosos pueden sentirse atrapados en una confirmación poco objetiva mientras evalúan el DI. El sesgo de información es la tendencia de los seres humanos de prestar atención, enfatizar y muchas veces sobre enfatizar la evidencia que confirma sus propias ideas existentes.
Es también, la tendencia de restarle importancia, desechar o descartar como falso cualquier evidencia que confirme o refute las creencias o suposiciones preexistentes de uno. A pesar de su potencial, el DI debería ser analizado lo más objetivamente posible, si no se estaría solo afirmando lo que uno ya cree. Debemos ir más allá de nuestras inclinaciones al analizar las cualidades y deméritos del DI. Al hacer esto, mantenemos la integridad de ambas, la religión y la ciencia.
¿Qué es el Diseño Inteligente (DI)?
El DI, según el teórico William Dembski, está comprometido con una declaración ontológica y una declaración epistemológica.
La declaración ontológica es que el universo muestra signos de un diseño, que es completamente distinto a la casualidad y necesidad. La declaración epistemológica es que el diseño puede ser observado y detectado.
El diseño inteligente es un tipo de conclusión estadística donde una hipótesis se niega si el resultado cae en una región en el lugar de posibles resultados que tienen una probabilidad muy baja dada la hipótesis bajo investigación.
El resultado aquí, puede ser por ejemplo, un órgano biológico, una estructura o un mecanismo. La hipótesis es una combinación científica de azar y necesidad que explica el resultado. Con “muy pocas posibilidades” los investigadores del DI se refieren a un valor específico de probabilidades que tiene en cuenta todas las fuentes de probabilidades del universo.
Dembski llama a este valor “la unión de probabilidad universal” y calcula que es una en 10150. (Esto es, la unión de probabilidad universal es igual a uno dividido entre uno seguido por 150 ceros, un número extremadamente pequeño).
En otras palabras, si la probabilidad estimada de una estructura biológica que aparezca según la teoría de la evolución de Darwin es menor que la unión de probabilidad universal, entonces el órgano se dice que ha sido diseñado ya que aunque todas las fuentes probabilísticas del universo colaboraran juntas para crear una estructura, seguiría siendo muy improbable que apareciese como determina Darwin.
La ciencia y los tipos de naturalismo
El naturalismo se puede clasificar en dos tipos:
Metafísico y metodológico. El naturalismo metafísico (o ontológico o anti teológico) afirma que no hay nada en el universo más que azar y necesidad. Desde este punto de vista, la ciencia depende solo del azar y la necesidad, porque la naturaleza en sí constituye una realidad auto contenida que existe, subsiste y funciona solamente en base a leyes deterministas y no-deterministas.
El naturalismo metodológico (pragmático), por otro lado, “simula” que no hay nada más que el azar y la necesidad, a fin de promover la ciencia y nuestro entendimiento de la naturaleza de una manera coherente y sistemática.
Está claro que el naturalismo metafísico sucede cuando se adopta el naturalismo metodológico sumándolo a la creencia de que la naturaleza es la realidad principal y que la ciencia lo puede explicar todo. ¿Pero, es eso así?
La ciencia tiene su metafísica y sus propias suposiciones y creencias que se dan por hecho. Estas creencias, como la creencia de la uniformidad de la naturaleza, la comprensibilidad del universo y la causalidad, son muy razonables pero no se pueden “comprobar” de una manera rigurosa.
Muchos científicos menosprecian la religión, porque la religión implica creencia, sin darse ellos cuenta de que ellos también tienen sus creencias e inclinaciones. Esto, no significa que la ciencia sea un proyecto subjetivo como afirman algunos posmodernistas, o que todos las creencias con igual de creíbles.
Una mirada rápida a cómo las teorías científicas se confirman demuestra que la ciencia no proporciona una certeza absoluta. Desafortunadamente, hay extremos: uno que adopta la ciencia como el único medio para descubrir la verdad, y otro, consciente de las limitaciones de la metodología científica, menospreciando la ciencia como un esfuerzo donde la realidad juega, si acaso, un pequeño papel en la construcción del conocimiento científico.
Yo me posiciono en el medio, donde se reconoce las limitaciones de la ciencia, pero a su vez, se acepta la gran importancia de la ciencia como una magnífica fuente de conocimiento sobre nosotros y nuestro mundo.
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Fuente: http://aboutislam.net Traducido y editado por Truth Seeker Es