Por: Daniel Haqiqatju
¿Es el Islam relevante? ¿Cómo es relevante el Islam para mi vida?
Estas son preguntas que me han hecho recientemente. Procedí a dar una respuesta en términos de cómo el Islam da sentido a la vida donde una comprensión atea materialista del mundo no la da y cómo podemos ver el impacto negativo de la falta de propósito en las tasas de depresión y suicidio que afectan al mundo secular post-religiosos de hoy.
Pero esta respuesta no fue realmente adecuada ni convincente para quien preguntaba. Después de pensarlo por un momento, me di cuenta del problema. (A veces, si nos hacen una pregunta incorrecta, estamos casi obligado a dar una respuesta incorrecta).
Entonces, el Islam no tiene que ser relevante para ti. La Verdad no necesita ser validada por su utilidad para tu vida personal e individual. La Verdad, por su propia naturaleza, es relevante; de hecho, es lo único relevante.
Honestamente, ¿cuál es el estándar de relevancia con el que estamos operando? ¿Son relevantes los deportes profesionales? ¿Son relevantes la cultura popular, la música y las películas? ¿Son relevante los debates políticos y los eventos mundiales? ¿Por qué? Si este es nuestro estándar de relevancia, entonces, por supuesto, el Islam no parecerá relevante porque, a diferencia de esas otras cosas, el Islam sí trata de un tema relevante e importante el cual tiene un significado verdadero eterno.
Por lo tanto, el problema para nosotros es doble. Por un lado, tenemos un estándar de relevancia mal calibrado. Por ell otro, en primer lugar juzgamos la importancia de algo en base a la utilidad personal. Ordenamos el mundo de acuerdo con un marco subjetivo que asigna valor de acuerdo con: «¿Qué me gusta, qué me sienta bien y qué me parece bien?».
En otras palabras, hemos puesto nuestros egos en el centro. Este es el único contexto en el que la pregunta «¿es relevante?» tiene sentido.
Nadie pregunta si la biología es relevante, o la física nuclear, o la economía, o cualquier otra cosa relacionada con las ciencias o la investigación académica. En estos campos, la cuestión de la relevancia no tiene sentido. Por supuesto, esos son temas que suponemos que se preocupan por la verdad y, como tales, no están vinculados a los sentimientos personales de ninguna persona.
Pues bien, tu Creador es al-Haqq: la Verdad más Elevada. La sumisión a Él, el Islam, debería estar en el centro de nuestro paradigma. Con esto como núcleo, podemos juzgar la (ir)relevancia de todo lo demás.
Fuente: https://muslimskeptic.com Traducido y editado por Nuevos Musulmanes