Argumentos teístas (1): la intencionalidad

Las proposiciones son pensamiento con intencionalidad relacionados con la realidad.

Las proposiciones son pensamiento con intencionalidad relacionados con la realidad.

Por: Alvin Plantinga

Consideremos las proposiciones: las cosas que son verdaderas o falsas, que se pueden creer y que se relacionan lógicamente entre sí, también tienen otra propiedad: intencionalidad (no la intensionalidad y no pensar en contextos en los que los términos centrales no son sustitutos salva veritate).

Representan la realidad o alguna parte de ella siendo de esta y aquella manera. Esto está crucialmente conectado con ser verdadero o falso. Existe una diferencia de, por ejemplo, conjuntos (que es la verdadera razón por la que una proposición no sería un conjunto de mundos posibles, o de cualquier otro objeto).

Muchos han pensado que es increíble que las proposiciones existan fuera de la actividad de las mentes. ¿Cómo podrían simplemente estar ahí, si nunca nadie las ha pensado? (Sellars, Rescher, Husserl, muchos otros; probablemente no haya platónicos reales además de Platón antes de Frege, si es que Platón y Frege eran platónicos) (Y Frege, ese supuesto archiplatónico, se refirió a las proposiciones como gedanken). Conectado con la intencionalidad. Representar las cosas como si fuesen de una forma u otra, parece ser una propiedad o actividad de las mentes o de las ideas. Por lo tanto, es muy tentador pensar en proposiciones de forma estática dependientes de la actividad mental o intelectual de una manera tal que simplemente son pensamientos o, en cualquier caso, podrían no serlo. No existen si no se piensan (de acuerdo con la tradición idealista que comienza con Kant, las proposiciones son esencialmente juicios).

Pero si estamos pensando en pensadores humanos, entonces hay demasiadas proposiciones: al menos, por ejemplo, una para cada cosa real que es distinta del Taj Mahal

Por otro lado, si fueran pensamientos divinos, no habría problema aquí. Entonces quizás deberíamos pensar en las proposiciones como pensamientos divinos. Entonces, en nuestro pensamiento, literalmente estaríamos pensando los pensamientos de Dios después de él.

(Aquino, De Veritate: «Incluso si no hubiera intelectos humanos, podría haber verdades debido a su relación con el intelecto divino. Pero si, por imposible, no hubiera intelectos en absoluto, pero las cosas continuaran existiendo, entonces habría tal realidad como la verdad»)

Este argumento atraerá a aquellos que piensan que la intencionalidad es una característica de las proposiciones, que hay muchas proposiciones y que la intencionalidad o acercamiento depende de la mente de tal manera que no podría haber algo p sobre esta cuando p nunca se ha pensado.


Fuente: Two Dozen or So Theistic Arguments / Traducido y editado por Truth Seeker

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