Autor: Ismail Fahmi Perez
Las leyes de la naturaleza no producen los eventos, ellas solo indican el modelo de cada evento. Las leyes cubren todo el espacio-tiempo, los científicos las desarrollan para que permitan interpretar los fenómenos naturales y predecirlos, pero las leyes no pueden crear y mucho menos el universo. Por ello C.S. Lewis dijo: “Si usted tiene la letra A obtendrá después la letra B, pero primero coja la A. Las leyes no lo harán por usted”.
Las leyes de la física no hacen nada, son sólo descripciones matemáticas de lo que sucede en ciertas circunstancias. Describen y predicen pero no crean nada. Es más, cualquier ley ha de tener un “legislador”, alguien que dicte las leyes. Necesariamente ha de existir un Factor Personal que coja el palo de billar y golpee las bolas, luego las leyes describirán y predecirán los movimientos de las bolas.
Podría decirse que las leyes de la naturaleza son necesarias. Lo son hipotéticamente y condicionalmente porque en su actuar llevan consecuencias necesarias. Por ejemplo, la gravedad en la tierra necesariamente atraerá los objetos hacia el centro del planeta, el sol existe y necesariamente brilla. Pero absolutamente no son necesarias porque tanto el sol como la gravedad pudieron no haber existido y necesitan ciertas condiciones también para darse.
La explicación científica no compite o contradice con el Factor Personal sino que se complementan. Las leyes científicas pueden explicar cómo funcionan los motores de aviones pero no pueden explicar cómo comenzaron y como aparecieron. Los motores de aviación necesitaron el trabajo y la inteligencia de Frank Whittle.
En definitiva es imposible que alguna causa pueda causar algo mientras ella misma no existe. Es decir, como podría una de las leyes por las que se rige el universo ser la causante de la existencia del mismo cuando esa misma ley no es sino una observación de funcionamiento del algo ya existente. La pregunta a la que llegamos por lo tanto es ¿cuál es la causa de que estas leyes existan?
Si alguna cosa no existe, ésta no tiene la habilidad para llevar a cabo una acción por medio de la cual pueda traerse a existencia por sí misma. Si esta cosa existe y puede ser capaz de desarrollar una acción, se debe a que ya existe.
Por lo tanto, dado que hay algo que no puede venir de la nada, el universo, y la creación de algo a partir de sí mismo es absurdo, entonces decimos que el universo fue creado o traído a la existencia por una entidad sin causa y esto constituye la mejor explicación.
El universo fue traído a existencia por algo completamente diferente a sí mismo. Este concepto es intuitivo, pero también está de acuerdo con la realidad: lo que comienza a existir tiene una causa o un creador. El universo es finito y tuvo un comienzo y no puede haber un número infinito de regresiones de causas para traerlo a la existencia, debe haber una sola causa, que no ha sido causada por sí misma, del universo.
Esta causa no causada es sobrenatural. Por sobrenatural queremos decir que es “otro” completamente diferente del universo y que no es natural a éste. Esto hará la causa no causada, sobrenatural. Esta causa no causada sobrenatural es Dios.
Fuente: Tomado del libro ‘La ciencia, la lógica y Dios‘ con algunas modificaciones editoriales