De qué hablamos cuando hablamos de Dios

De qué hablamos cuando hablamos de Dios

¿De qué hablamos cuando hablamos de Dios?

Por: Redacción

Esta es un pregunta que muchos se hacen. Cuando hablamos de Dios, ¿a qué nos referimos? Es una pregunta tan sencilla como complicada de responder, pero lo intentaremos hacer desde una perspectiva científica e islámica. Porque sí, se puede responder desde ambas.

Cuando hablamos de Dios y lo hacemos desde una perspectiva científica, hablamos de la fuerza que originó el universo. La fuerza que hizo que una serie de gases y energías aleatorias se juntasen en un momento determinado creando un gran explosión que llamamos Big Bang. Hablamos de la fuerza que ha establecido las leyes de la física; las leyes que observamos que están presentes en todos lo procesos naturales pero no tienen una explicación de porqué son esas y no otras. Por ejemplo, por qué dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno crean agua. Por qué no son uno de cada, o de cualquier otro gas. Avicena usaba un razonamiento basado en esto para demostrar de una forma lógica la existencia de Dios (puedes leerlo aquí).

Cuando hablamos de Dios desde una perspectiva científica hablamos del origen de todas las cosas. Hablamos de la forma en la que el universo está tan perfectamente equilibrado y tan perfectamente medido para que sea posible la emergencia de la vida, algo que incluso las matemáticas dicen que no debería de haber ocurrido así. Hablamos de la perfección de la creación y de cómo esta funciona de una forma sincronizada y sin contradicciones. Hablamos de cómo esté perfecto funcionamiento hace posible que la vida continúe, que sigamos vivos. Hablamos de cómo Dios está presente en todos los sucesos que ocurren en cada momento en el universo y hablamos de cómo la física cuántica ha demostrado esto; además de la inmortalidad de la materia.

Hablamos de cómo la ciencia no ha refutado la existencia de Dios y no le ha sustituído como forma de explicar el universo, sino que todo lo contrario, lo afirma.

Hablamos de cómo el universo, todo lo que hay en él y su funcionamiento indica la necesidad de un Dios único.

Cuando hablamos de Dios desde una perspectiva religiosa hablamos del mismo Dios que desde una perspectiva científica. Hablamos de Dios como el creador de todo cuanto existe. Hablamos de Dios como el significado último y sentido de la existencia.

Cuando hablamos de Dios desde una perspectiva religiosa hablamos de que, dado que Dios es la fuerza creadora que mantiene el universo con vida y presente en todo momento, hablamos de cómo ese mismo Dios, creador de los seres humanos, a dotado a estos con una facultad que no ha dado a ningún otro animal creado, la facultad de la conciencia y el autoconocimiento.

Hablamos de cómo, al haber dotado a al ser humano de estas cualidades se ha comunicado con él a través de personas elegidas, de profetas, para guiarlos en el mundo en el que los ha creado. Ha creado al ser humano en con la facultad del olvido y de la prisa, y les manda mensajeros para que recuerden a su Creador.

Cuando hablamos de Dios desde una perspectiva religiosa hablamos del Creador de los seres humanos (además de todo lo demás) y de cómo ha puesto en ellos las mejores y las peores cualidades como una prueba y les ha enseñado, con sucesivos profetas, como elevar las mejores cualidades. Y ha hecho esto solo para el beneficio de los seres humanos, puesto que es la única manera de que conozcan la verdad de la realidad que les rodea y puedan así alcanzar su máximo potencial.

Cuando hablamos de Dios desde una perspectiva científica y religiosa, hablamos del mismo Dios.

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