Autor: Harun Yahia
Una de las razones primarias por la que los círculos materialistas apoyan el darwinismo con una determinación tan virulenta, es por su arista atea.
Barruntaron que la existencia del universo no apunta a ningún objetivo determinado y que el orden y el equilibrio naturales surgieron como resultado de coincidencias. Sin embargo, esos y otros puntos de vista semejantes, colapsaron frente a los avances políticos, sociales y científicos ocurridos en el siglo XX. Análisis y descubrimientos en muchas disciplinas, desde la astronomía a la biología, desde la psicología a la ética social, echaron por tierra, totalmente, las tesis evolucionistas y las presunciones ateas.
Son muchos los evolucionistas y materialistas que admiten que el darwinismo finaliza, inevitablemente, en el ateísmo. Thomas Huxley fue el primero en expresarlo abiertamente al decir que la creencia generalizada en la teoría de la evolución haría imposible la fe religiosa.
William Provine, evolucionista y profesor de Historia en la Universidad Cornell (EE. UU.), manifiesta que la visión del mundo de quien acepta la teoría de la evolución está en completa discordia con la religiosa (William Provine, «Evolution and the Foundation of Ethics», MBL Science, (Publicación del Marine Biological Laboratory at Woods Hole, Massachusetts), vol. 3, Nº 1, pp. 25-29; The Scientist, 5 de Septiembre de 1988.).
Charles Smith, ex presidente de la Asociación Norteamericana para la Promoción del Ateísmo, también admite lo mismo al decir “la evolución es ateísmo” (Bert Thompson, Evolution as a Threat to the Christian Home, Apolegetics Press, USA).
Phillip Johnson describe la importancia de la teoría de la evolución para las tendencias intelectuales ateas, incompatibles con los valores morales religiosos:
El triunfo del darwinismo implica (la negación) de Dios y prepara el escenario para reemplazar la religión bíblica por una nueva fe basada en el materialismo evolucionista, la que sería el fundamento no sólo de la ciencia sino también de los gobiernos, de las leyes y de la moral. Se trataría del establecimiento… de la filosofía de la modernidad (163P. Johnson, Defeating Darwinism, p. 99).
Como dice Johnson, muchos científicos con una fe ciega en el darwinismo y el materialismo, tienen como objetivo usar la ciencia para rechazar a Dios. Pero la realidad es que la misma resulta el medio más valioso para revelar Su presencia. En los últimos veinte años ha crecido rápidamente la cantidad de estudiosos que respaldan el hecho de la creación. Cada nueva investigación y cada nueva información nos muestran que existe un equilibrio extraordinariamente sensible y sin tacha en todo el universo, que revela el trabajo de una Inteligencia superlativa en todos los planos, es decir, de Dios Todopoderoso, el Exaltado, Quien no necesita nada.
Michael Denton expresa que el darwinismo porta el ateísmo desde su mismo inicio y que provoca un gran daño a la humanidad cuando ésta lo toma como marco obligado de sus juicios y opiniones:
…la visión nueva y revolucionaria (de Darwin) respecto a la existencia (al mismo tiempo irracional y anticientífica)… implicó la creencia en que todas las formas de vida en la Tierra son el resultado de un proceso natural azaroso, en vez de como se creía antes, el producto de la actividad creadora de Dios. La aceptación de semejante conjetura… pasaba a jugar un papel decisivo en la secularización de la sociedad occidental… A eso se debió que su impacto fuese tan radical: la teoría de Darwin quebró el vínculo del hombre con Dios y puso al ser humano a la deriva en un cosmos sin un propósito u objetivo. Ninguna revolución intelectual en los tiempos modernos… afectó tan profundamente la manera en que las personas empezaron a evaluarse a sí mismas y su lugar o situación en el universo (Denton, Evolution: A Theory in Crisis, pp. 17, 67).
La pérdida o debilitamiento de la creencia en Dios condujo a la sociedad al colapso espiritual. La desaparición del respeto a El, la negación de la vida eterna después de la muerte y la refutación de la existencia de una recompensa, con el Paraíso o con el Infierno, en el otro mundo, según lo que se hizo en éste, puede convertir a los individuos en agresivos, extremadamente quiméricos, brutales, egoístas y propensos a comportamientos peligrosos y criminales. Quien no cree en Dios carece de todo límite. Quien considera que nada lo puede afectar, comete todo tipo de inmoralidad, provoca en la sociedad todo tipo de desorganización, engaña y perjudica a otros e impulsa a copiar su forma de ser.
En cambio, el amor y el temor reverencial a Dios, aseguran una vida pautada por los valores morales y con comportamientos que encuentran Su aprobación. Esta forma de proceder permite el progreso y el fortalecimiento de una sociedad. De lo contrario, las guerras, las brutalidades y las injusticias no finalizarán nunca. Dios exige la bondad, la justicia, la honestidad y el orden:
Y a los Madyan, su hermano Shuayb, que dijo: ¡Gente mía! Adorad a Allah; no tenéis otro dios que Él. Os ha llegado una evidencia de vuestro Señor ; así pues cumplid con la medida y el peso y no menoscabéis a los hombres en sus cosas ni corrompáis en la tierra después del orden que se ha puesto en ella. Eso es un bien para vosotros si sois creyentes. (Corán, 7:85).
Y no estéis esperando al acecho en cada camino para intimidar ni desviéis del camino de Allah a quien cree en Él, deseando que sea tortuoso. Recordad cuando eráis pocos y Él os multiplicó, y mirad cómo han acabo lo corruptores. (Corán, 7:86).