La peregrinación: el viaje de las diferentes religiones (1/2)

Jerusalén es un sitio importante de peregrinación para las religiones judías y cristianasJerusalén es un sitio importante de peregrinación para las religiones judías y cristianas

Jerusalén es un sitio importante de peregrinación para las religiones judías y cristianas

Por: Shahul Hameed

La peregrinación es una metáfora de la vida del hombre en la tierra. Es la manifestación de un viaje interno hacia la verdad, o una aventura de descubrimiento espiritual. Los peregrinos de lejanas tierras de reúnen en un punto, atraídos por un magnetismo espiritual.

La peregrinación es considerada una forma en la que el hombre intenta conectarse con la realidad última y vivir en armonía consigo mismo y con su entorno. La mayoría de las tradiciones religiosas enfatizan este aspecto de la peregrinación y le dan un papel central en la religión.

La peregrinación en el judaísmo

La forma más temprana de peregrinación en el judaísmo la encontramos en la historia de Adán y Eva en el Génesis, en la cual la relación cordial con Dios es presentada como deshecha y requiere el esfuerzo humano del viaje hacia Dios para la reconciliación.

Los judíos creen que están en el exilio dado que Dios eligió a Abraham como el padre de la gente elegida y le prometió una tierra para su gente. En el tiempo de Moisés lo judíos estaban exiliados en Egipto, luego en el desierto y finalmente se empezaron a establecer en Palestina.

El segundo libro de Samuel nos cuenta cómo David tomó Jerusalén y trajo el Arca del Pacto a la ciudad. Para los judíos el Arca representaba la presencia de Dios entre ellos y por esto la ciudad de Jerusalén se convirtió en algo central para la identidad judía.

Hay tres festivales que se celebran cada año en Jerusalén y las familias judías han sido ordenadas a peregrinar a esta para tomar parte en ellos (Deuterónimo, 16:16)

Estos tres festivales se han hecho conocidos como festivales de Peregrinación. Estos festivales son el Pesach (la Fiesta de los panes sin levadura), Shavuot (la celebración de las semanas) y Sukkot (la fiesta de los tabernáculos). Estos tres festivales conmemoran importantes episodios de la historia judía (Éxodo, 34:18-23).

El Pesach celebra el éxodo de Egipto y la liberación de los judíos de la esclavitud. Siete semanas separan a este de la celebración del Shavuot, que conmemora la entrega de los Diez Mandamientos.

El Sukkot (tabernáculos) es un festival de nueve días que conmemora los 40 años que los judíos vivieron en cabañas en el desierto. Otro nombre de este festival es “La temporada de nuestra alegría”.

El templo de Jerusalén fue el centro de la religión judía hasta su destrucción en el 70 CE, y todos los que podían tenían la obligación de visitarlo y ofrecer sacrificios durante estos festivales.

El muro oeste del templo original, conocido como el Muro de las Lamentaciones, continúa en la ciudad antigua de Jerusalén y ha sido el lugar más sagrado para los judíos sionistas. Judíos de muchas partes del mundo realizan peregrinaciones regulares a los sitios sagrado de Jerusalén.

La peregrinación en el Cristianismo

El cristianismo enseña que el hombre estaba originalmente en un estado de felicidad pura en el Jardín del Edén, pero que desobedeció a Dios y fue expulsado de su paraíso terreno. Dios no le abandonó y le dio esperanza anunciando la venida del ‘hijo de Dios’ que vencería al mal y haría volver al hombre a su hogar perdido.

El cristianismo posiciona al hombre entre el recuerdo de su vida en el paraíso y su deseo de volver a este. Esto significa que el cristianismo considera la vida terrenal como una peregrinación hasta que obtiene su hogar eterno en el paraíso.

Desde esta perspectiva las formas concretas de la peregrinación –el lugar de destino y los ritos y liturgias celebradas, son de poca importancia.

La clave para entender el origen de la peregrinación cristiana es la devoción a la memoria de Jesús. Los creyentes visitaban los lugares que estaban llenos de recuerdos de Su señor en esta vida.

Para la mayoría la peregrinación parecía, de forma inequívoca, una de las cosas más sagradas que llevar a cabo; y para muchos cristianos Jerusalén estaba asociada con la vida terrenal de Jesús. Desde el principio los peregrinos viajaban a Palestina para experimentar de primera mano los lugares donde diferentes sucesos bíblicos habían ocurrido.

Muchos cristianos asocian un lugar de peregrinación como un lugar con poderes sagrados –el poder de curar enfermedades, resolver problemas, conceder deseos y tener sus faltas perdonadas. Las peregrinaciones se consideraban eficaces respecto a estos asuntos.

Fue principalmente en el siglo XIX y XX donde surgieron un nuevo número lugares de peregrinación, casi siempre como el resultado de una visión de la Virgen María en uno de estos sitios.

Este es el primer artículo de una serie de dos, para leer el segundo haga click aquí


Fuente: www.onislam.net Traducido por Equipo Editorial Truth Seeker

Publicación relacionada