Metafísica naturalista vs religiosa – Crítica a la descendencia común y la continuidad genética (parte 4)

La medición del tiempo es uno de los exponentes de la metafísica naturalista. En este cuadro de Dalí vemos una recreación suurealista

La medición del tiempo es uno de los exponentes de la metafísica naturalista. En este cuadro de Dalí vemos una recreación suurealista

Por: Daniel Haqiqatju

En la tercera parte de esta serie de artículos, pusimos en cuestión la continuidad genealógica (CG) para descubrir sus fundamentos metafísicos. Determinamos que la continuidad genealógica no es falsable/refutable. No hay nada en el registro fósil, o en los registros históricos en general, que pudiera ser interpretado por los científicos como evidencia de un evento milagroso, tal y como la «creación del hombre». Esto se debe a que es axiomático en la ciencia que los milagros y lo sobrenatural no existen. Este axioma no es en sí mismo una conclusión científica a la que los científicos hayan llegado a través de una investigación a través de la evidencia empírica. Más bien, es un punto de partida y un fundamento sobre el cual descansa la práctica científica moderna. Además, es un punto de partida y una base requerida por el Naturalismo y la continuidad genealógica.

Milagros pasados a revisión

Si desde un principio estamos comprometidos con el axioma de que los milagros no ocurren, entonces no es sorprendente que un examen de los registros históricos no logre sustentar nada milagroso. Para explicarlo de una forma más clara, ¿podemos imaginar cualquier posible evidencia en el registro histórico que pudiera llevar a un científico a concluir que algo milagroso o sobrenatural había ocurrido?

Por ejemplo, si se descubrieran los fósiles de una especie desconocida y después de décadas de investigación no se hubiese determinado ningún predecesor evolutivo conocido, los científicos concluirían que: 1) al contrario de la continuidad genética, los organismos se originaron milagrosamente sin haber descendido de otra especie; 2) la evidencia no es concluyente y, tal vez, los fósiles de los predecesores evolutivos se hayan, literalmente, perdido en las arenas del tiempo. La opción 1 nunca está, en principio, entre las hipótesis que llevar a consideración.

En general, la interpretación de acontecimientos del pasado es especialmente susceptible al sesgo metafísico. Después de todo, algo que ha sucedido en el pasado es, por definición, inaccesible a todos los medios estándar de la observación empírica. No podemos observar directamente, por ejemplo, la Batalla de Gettysburg o la construcción de las Grandes Pirámides. Todo lo que realmente podemos estudiar y examinar son los restos de esos eventos históricos, por ejemplo, artefactos, testimonios de testigos y otros registros históricos.

¿Registro histórico o mito?

Pero, consideremos esto: ¿cómo decidimos qué material es «registro histórico», per se, y qué es «folklore» o «mitología»? ¿Por qué debemos tomar, por ejemplo, los jeroglíficos egipcios como representación de una mitología elaborada en vez de tomarlos como registros históricos de algo sobrenatural que ocurrió en el antiguo Egipto? Esto puede parecer absurdo, pero podemos ver la naturaleza fundamental de nuestros compromisos metafísicos. Una cosmovisión diferente podría interpretar los jeroglíficos de una manera muy diferente.

Este es un tema que se debe explorar a fondo en otros artículos dedicados al respecto. Por ahora, la idea crítica a tener en cuenta ahora es que la cuestión de si ocurrieron milagros o no en el pasado no es algo que la investigación empírica pueda responder. Eso no está dentro del alcance de la ciencia empírica. Por la misma razón, no debemos estar bajo la impresión equivocada de que la única vía legítima para entender el pasado es la ciencia. Como hemos empezado a ver, la metafísica juega un papel crucial en la comprensión de la gente de los registros y materiales históricos, tanto si se trata de un teísta como de un ateo.

Conclusiones

En última instancia, la continuidad genética no es falsable/refutable. Por lo tanto, de acuerdo con el entendimiento predominante de la falsabilidad y el método científico, esto significa que la continuidad genética no es científica.

Esto no debería sorprendernos, ya que muchos intelectuales importantes antes del advenimiento de la ciencia abogaban la continuidad genética. Como tal, su compromiso con la continuidad genética no estaba basado en ningún razonamiento científico, sino que se basaban en varias consideraciones filosóficas y suposiciones. Muchas de esas suposiciones a-científicas han sido heredadas hoy por científicos e intelectuales.

¿Así que cuál es el significado de todo esto? Lo dicho hasta ahora no pretende ser una refutación de continuidad genética. Todo lo que hemos determinado es que la continuidad genética no es falsable y, por lo tanto, no es científica. Esto es útil porque nos permite darnos cuenta de que el debate Creación vs Evolución no es simplemente un debate sobre religión vs. ciencia. Sino debemos entender que ciertas partes de la Teoría Evolutiva, concretamente, la continuidad genética, no son teorías científicas en absoluto. Como tal, una forma más productiva de conceptualizar el debate es entre la metafísica religiosa y la metafísica naturalista.


Fuente: http://islamandevolution.com Traducido y editado por Truth Seeker Es

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