Por: Ian Dallas
Este es el segundo artículo de una serie de dos. Para leer el primero haga click aquí.
Goethe pensaba que la religión que es cierta se muestra en la buena acción. En este contexto a Goethe le gustaba especialmente la acción de dar Sadaqa, el a a los necesitados. Es varios poemas del Divan, como “Buch der Spreche” Goethe habla sobre “el placer de dar / Míralos de formar correcta y siempre darás” (WA I, 6, 70).
Goethe y el decreto
Goethe es conocido por su rechazo del concepto de la casualidad/accidente: “De lo que la gente no se da cuenta en sus asuntos y lo que dirige de forma más obvia lo mejor de allí donde su grandeza a de brillar -la casualidad, como lo llaman- esto es Dios, Quien aquí directamente actúa y se glorifica a sí mismo y lo mundano” (Conversation with Riemer, november 1807).
La cada vez más arraigada creencia de Goethe en el decreto de Dios (conversación con el chancelor Miler, 12/8/1827, WA I, 42, 212, WA I 32, 57) y los versos de uno de sus poemas del Divan: “Si Allah hubiese decretado que hubiese sido un gusano / me hubiee creado como un gusano” (WA I, 6, 113) y otros ejemplos como: “Ellas [ejemplos de metáforas usadas en el Divan] representan la maravillosa guía y providencia que llega del inexplorable, inconcebible, decreto de Dios; enseñan y confirman el verdadero Islam, la sumisión absoluta a la voluntad de Dios, la convicción de que nadie puede abandonar su destino una vez le ha sido asignado” (WA, I, 7, 151ff) dio como resultado la actitud personal de sometimiento a la voluntad de Dios, en otras palabras, Goethe veía como una orden aceptarla con contentamiento y no intentar rebelarse en contra. Podemos ver famosos ejemplos de esto en algunas de sus obras como «Egmont», «Dichtung und Wahrheit», «Urworte Orphisch» and «Wilhelm Meisters Wanderjahre» etc.
Un ejemplo muy conmovedor de esto lo vemos en su propia vida en su reacción al accidente de su entrenador cuando empezaba su tercer viaje a ver a Marianne von Willemer (julio de 1846), con quien tenía intención de casarse después de la muerte de Christiane, lo cual le dejó muy apenado. Goethe vio esto como una advertencia clara de que no debía perseguir este propósito y abandonó su intención inicial por completo. Después de esto Goethe escribió: “Y así, hemos de permanecer en el Islam, (esto significa en sumisión completa a la voluntad de Dios)…” (WA, IV, 27, 123). También dijo: “No puedo decir más que esto, que también aquí procuro mantenerme en el Islam” (Carta a Zelter, 20/09/1820, WA IV, 33, 240).
Cuando en 1831 apareció el brote del cólera y costó la vida a mucha gente, consoló a un amigo diciendo: “En esto nadie puede aconsejar al otro; cada uno tiene que decidir por sí mismo. Todos vivimos en el Islam, independientemente de la formar en la que nos animemos” (Carta a Adele Schopenhauer, 19/09/1831, WA IV, 34, 50).
Como participante de la de 1792 contra Francia Goethe dijo que la creencia en el decreto de Dios tiene su expresión más pura en el Islam: “La religión de Mohammed da la mejor prueba de esto” (WA I, 33, 123).
De acuerdo a una conversación de Eckerman con Goethe (11/04/1827) este le dijo a Eckerman, hablando sobre la educación de los musulmanes que constantemente buscan los opuestos en la existencia, de esta forma enfrentándose a la duda, al necesario examen en detalle de un asunto y finalmente llegando a la certeza: “El sistema filosófico de la gente de Mohammed es una excelente medida la cual uno se puede aplicar a sí mismo, además de a otros, para saber así en que estación espiritual no encontramos realmente”.
Goethe y la unidad de Dios
Sobre la unidad de Dios Goehre dijo: “La creencia en el dios único siempre tiene el efecto de elevar el espíritu poque indica al hombre la unidad en sí mismo” (Noten und Abhandlungen zum West-stlichen Divan, capítulo Mahmud von Gasna, WA I, 7, 42).
Goethe también habla de la diferencia entre un profeta y un poeta y la confirmación de Muhammad como un profeta: “Él es un profeta y no un poeta y por tanto su Corán ha de ser visto como ley divina y no como el libro de un ser humano, hecho para la educación o el entretenimiento” (Noten und Abhandlungen zum West-stlichen Divan, WA I, 7, 32).
El rechazo de la doctrina del cristianismo
Goethe dijo que: “hay mucha tontería en las doctrinas de la iglesia [cristiana]”. (Conversaciones con Eckerman, 11.3.1832) En su ‘Divan’ Goethe enfatiza el valor precioso del momento presente en lugar de tener la actitud cristiana de solo esperar la siguiente vida y, de esa manera, malograr lo que Dios le da al hombre en cada momento de su vida.
Goethe rechaza la visión cristiana de Jesús y confirma la unidad de Dios en un poema de su ‘Divan’:
“Jesús se sintió puro y reflexionó
únicamente sobre el Dios Único.
Quien le hizo ser un dios
ofende su sagrada voluntad.
Y, de este modo, la verdad tiene que resplandecer,
tal y como Muhámmad también logró hacer.
Por medio sólo del nombre del Uno
él gobernó todo el mundo”«Jesus f|hlte rein und dachte
Nur den Einen Gott im Stillen;
Wer ihn selbst zum Gotte machte
Krdnkte seinen heil’gen Willen.
Und so mu_ das Rechte scheinen
Was auch Mahomet gelungen;
Nur durch den Begriff des Einen
Hat er alle Welt bezwungen.»
(WA I, 6, 288 ff)
Además de Jesús y Muhammad, en los siguientes versos Goethe también menciona a Abraham, Moisés y David como representantes de la unidad de Dios. Es sabido que Goethe sentía un fuerte aversión hacia el símbolo de la cruz. Escribió:
Y ahora venís con un signo…
que de entre todos menos me gusta.
Toda esta tontería moderna
¡me vais a llevar a Schira!
¿Debería confirmar, con toda su rigidez,
dos piezas de madera cruzadas?Und nun kommst du, hast ein Zeichen
Dran gehdngt, das unter allen …
Mir am schlechtesten will gefallen
Diese ganze moderne Narrheit
Magst du mir nach Schiras bringen!
Soll ich wohl, in seiner Starrheit,
Hvlzchen quer auf Hvlzchen singen?…»
Und sogar noch stdrker:
«Mir willst du zum Gotte machen
Solch ein Jammerbild am Holze!
Tambíen en Wilhelm Meisters Wanderjahre, Goethe escribió de forma clara que es “una insolencia jugar con secretos… que están escondidos en la divina profundidad del sufrimiento” Deberíamos mejor “cubrirlo con un velo”.
Finalmente, en el poema de los Siete Durmientes, de su ‘Divan’, Goethe llama a Jesús un profeta: “Efeso durante muchos años/ honró las enseñanzas del profeta Jesús (WA I, 6 269).
Goethe y la práctica del Dhikr
Goethe estaba fascinado por la metáfora de Saadi del ‘vuelo en el amor’, el vuelo hacía la luz donde muere, como la representación de quien hace dhikr. Aquí podemos examinar, especialmente, el poema del ‘Divan’ sobre la mariposa que vuela hacia la luz “el anhelo dichoso / Selige Sehnsucht” que refleja esta metáfora y cuyos títulos anteriores eran “El sacrificio del yo / Selbstopfer” y “Perfección / Vollendung”. En el capítulo sobre Rumi, Goethe reconoce la invocación de Dios y su bendición: “El rosario de cuentas musulmán, por medio del cual Al-Lah es glorificado por sus 99 Atributos, es una letanía de alabanzas. La afirmación de estos Atributos aproxima al Ser (Wesen) inabarcable. El adorador se encuentra entonces atónito, sometido y calmado”. (WA I, 7, 59).
Dadas la evidencia que hemos mencionado y el reconocimiento de lo que estas significaban para Goethe por sus amigos cercanos, Carlyle y Schiller, podemos decir que la relación de Goethe fue más allá de un simple interés pasajero por el Islam y que muchos de los principios del Islam, tales como la unidad de Dios o la confirmación de los mensajeros, son confirmados a menudo en sus obras.
La obras son el reflejo de una vida y tanto de estas como de sus escritos personales podemos que la vida y obra de Goethe se desarrollo y gira en torno a principios muy similares, como es la unidad de Dios.
Basado en un testo de Ian Dallas traducido por el Equipo Editorial de Truth Seeker con ligeras modificaciones editoriales