Por: Redacción
En el Corán, que fue revelado al Profeta Muhammad, que la paz sea con él, hace 1440 años, encontramos una explicación de la teoría de la relatividad.
Nuestra forma de entender el universo tiene un antes y un después de la teoría de la relatividad general. Gracias a ella nos ha sido posible formular explicaciones que una desde el origen del universo y las órbitas de los planetas hasta los agujeros negros. Esta teoría ha tenido también aplicaciones prácticas, como la invención del GPS. De hecho, fue una idea tan revolucionaria que es difícil compararla con cualquier otra teoría en la historia del conocimiento científico.
Pero ¿de qué trata la teoría de la relatividad general?
Cuando esta se publicó, en 1915, la física llevaba 200 años regida por las leyes naturales promulgadas por Isaac Newton. La predominancia de estas en el pensamiento científico era hegemónica, a pesar de que había algunos aspectos en los cuales esta ‘leyes’ no eran del todo exactas. Esto pasaba, por ejemplo, con la gravedad; ‘la fuerza’ que según Newton nos mantiene sobre el suelo de la tierra y hace que los planetas se muevan alrededor del Sol. Este concepto funciona muy bien para los fenómenos terrestres, pero no a escala planetaria. A pesar de estas posibles contradicciones la leyes de Newton, de las que se desprende la mecánica newtoniana, eran intocable. Pero no para Einstein.
Este audaz científico planteó uno de sus famosos experimentos imaginarios para explicar por qué Newton estaba equivocado. La idea es esta:
Si los planetas se mueven alrededor del Sol solo atraídos por la fuerza de la gravedad, ¿qué pasaría si de repente el sol desapareciera por completo?
Según Newton los planetas dejarían sus órbitas al instante, pero Einstein creía que la luz era lo más rápido del universo, más que cualquier cuerpo con masa, más que la gravedad, la luz del Sol tarda poco más de 8 minutos en recorrer los casi 150 millones de kilómetros que los separan de la tierra, entonces ¿cómo es posible que la tierra abandone su órbita antes de que nosotros los ‘terrícolas’ dejemos de ver al sol brillar?
Es aquí donde aparece la genialidad del científico, imaginó las tres dimensiones del espacio y la dimensión del tiempo juntas y le llamo espacio-tiempo, luego demostró que ese espacio tiempo no es simplemente un escenario donde la física sucede; sino que se convierte en el protagonista de todo lo que conocemos como ‘real’.
El espacio-tiempo es como una especie de ‘cama elástica’. Nuestro astro rey, por ser una estrella tan masiva, se comporta como una bola pesada que al ser colocada sobre esa cama elástica hace que la tela se curve. La tierra y los otros planetas del sistema solar al ser más pequeños -como pelotas más ligeras- sobre la cama elástica no avanzan en línea recta, sino que siguen la deformación o curva. ¡Imaginadlo! esa ‘gran bola’ pesada provocó en la tela una deformidad que obligó a los planetas a orbitar alrededor del Sol no por la ‘gracia’ de la fuerza de la gravedad, sino por la propia geometría del espacio-tiempo, o sea, nos mostró que estábamos viendo el universo entero de la forma equivocada.
¿Qué dice el Sagrado Corán sobre la teoría de la relatividad?
Si un person se encuentra en un lugar con una gravedad muy superior a la del lugar en el que otra persona se encuentra, el reloj del primero irá muchísimo más lento que el del segundo. Pasa lo mismo si una persona se encuentra acelerando a una velocidad mucho más alta que otra, a mayor masa o densidad de un astro, mayor será su campo gravitacional y por tanto más lento pasará el tiempo.
El Corán dice que el Trono de Allâh es infinitamente más grande y masivo que la Tierra. El tiempo, por tanto, debería pasar muchísimo más lento que en la Tierra.
Nuestro Sistema Solar tiene alrededor de 4570 millones de años. La tierra empezó a formarse junto con el Sol y nuestros planetas vecinos hace 4570 millones de años. Sin embargo, la edad del universo es de 13.800 millones de años, cifra a la que los científicos contemporáneos han llegado por consenso tras intensas y costosas investigaciones. Esto coloca a la Tierra a un tercio de la edad del universo (4.570 millones/13.700 millones = 1/3). El Corán dice que, desde la perspectiva del Trono de Allah, el tiempo que tiene la Tierra es de 2 ‘eras’ mientras que los Cielos (el universo), la Tierra y todo lo que hay en medio tienen 6 ‘eras’ (2/6 = 1/3).
Realmente vuestro Señor es Allah, Quien creó los cielos y la tierra en seis días, luego se asentó en el Trono. La noche cubre al día que le sigue rápidamente y el sol, la luna y las estrellas están, por Su mandato, sometidas. ¿Acaso no Le pertenecen el Mandato y la creación? Bendito sea Allah, el Señor de los mundos. (Corán, 7:54)
Esos seis días suceden desde el Trono; de modo que el punto de referencia desde el que se menciona la creación es el Trono, no la Tierra.
Di: ¿Cómo es que os negáis a creer en Aquel que creó la tierra en dos días (eras) y Le atribuís semejantes? Él es el Señor de los mundos. (Corán, 41:9)
Y es cierto que creamos los cielos, la tierra y lo que entre ambos hay, en seis días (eras) sin que Nos afectara fatiga alguna. (Corán, 50:38)
El tiempo es relativo. La edad del universo es diferente para observadores con relojes corriendo a ritmos diferentes. El Corán ha representado la relatividad del tiempo como un cociente (1/3) el cual otorga mediciones correctas para cualquier observador, sin importar la velocidad a la que corra su reloj. Si el Corán hubiera mencionado cualquier otra medida, cifra o cociente las mediciones hubiesen sido erróneas para los diferentes observadores.