Por: Redacción
El mes de Ramadán es un mes especial en el que la rutina que llevamos durante el año se ve afectada por diferentes patrones de comida y sueño. Esto puede ser una causa de que nuestra productividad en el trabajo decrezca, si no lo preparamos bien.
Pero Ramadán también es un mes en el que tenemos una oportunidad inmensa de aumentar nuestra recompensa a través de las buenas acciones y alcanzar un mayor cercanía con Allah.
Encontrar el equilibrio entre mantener nuestra productividad en el lugar de trabajo con unos patrones de sueño y de comida diferentes a los del resto del año y tener tiempo para dedicar a la adoración y las buenas acciones es de mucha importancia.
Hemos de ser conscientes de que probablemente nuestra productividad baje durante el mes de Ramadán puesto que ajustarnos a los nuevos horarios de comida y sueño que Ramadán trae no será fácil, sobre toda al principio.
Para minimizar los efectos de esto hay varias cosas que podemos hacer, pero por otro lado es de primordial importancia entendamos que Ramadán es un mes especial del año, es un mes en el que tenemos la oportunidad de encontrar una noche en la cual la adoración en ella es mejor que mil meses, un mes en el que Allah perdona a la gente su faltas y los cubre con su misericordia. Es también un mes en el que reflexionar sobre nuestro año pasado y el futuro, aprender de uno y planear para el otro. ¿Queremo perdernos todo esto?
La respuesta a esta pregunta es bastante clara, seguramente no, no queremos perdernos todo esto. Pero en la sociedad en la que vivimos, sobre todo para musulmanes que viven en países en los que son minoría, a veces nuestros trabajos, demandan de nosotros que mantengamos el ritmo durante ramadán y puede que esto nos impida concentrarnos en las recompensas de este mes.
Pero hay algunas cosas que podemos hacer para intentar alcanzar el equilibrio entre mantener nuestra productividad y aprovechar las oportunidad espirituales de este mes.
Preparar con antelación
Uno de los aspectos claves para alcanzar el equilibrio entre mantener nuestra productividad en Ramadán y aprovechar las bendiciones de este mes, es que preparemos con antelación tanto en nuestro trabajo como nuestras tareas cotidianas y los actos de adoración que nos gustaría llevar cabo en este mes, como podría ser completar la recitación del corán.
Para esto puede ser conveniente que organicemos nuestra jornada de trabajo y estudiemos la posibilidad de ajustar los horarios, tanto si trabajamos por nuestra cuenta como si lo hacemos para una compañía. Por ejemplo teniendo en cuenta que no vamos a necesitar descanso de comida este mes, podríamos aprovechar esa hora para salir antes del trabajo. También podemos intentar evitar los viajes este mes e intentar habr cumplido con todas nuestras fechas de entrega importantes antes del comienzo del mes o dejarlas para después de este.
También puede ser muy útil que si podemos, nos cojamos algunos días de vacaciones, especialmente los últimos días del mes de Ramadán para poder pasar más de estas noches en vela.
En cuanto a nuestras tareas cotidianas organizar las comidas, hacer las comprar con tiempo, y tener una planificación mínima nos puede ser de grana ayuda. Hemos de tener en cuenta siempre que el objetivo es liberar el mayor tiempo posible para dedicarlo a la adoración.
Tener una plan o calendario de las acciones adoración y reflexión que queremos llevar a cabo también puede ser muy útil. Por ejemplo, si queremos acabar la lectura o recitación del Corán, dividirlo en pequeñas cantidades diarias nos lo hará más fácil.
Abandonar las cosas que nos distraen
Todos dedicamos parte de nuestro tiempo diario a cosas que nos distraen como puede ser navegar por internet, usar las redes sociales o ver series o películas. Todas estas cosas en si no tienen porque ser perjudiciales, pero dado que nuestro objetivo es liberar tiempo para dedicarlo a la adoración, el estudio y la reflexión, si hacemos un esfuerzo por cambiar estas actividades por otras de más beneficio este mes, como ir a la mezquita, recitar el Corán, estudiar la vida del Profeta, etc. nos daremos cuenta que en realidad no necesitamos tanto tiempo extra, sino que lo que realmente necesitamos es priorizar.
Prioriza, siempre, prioriza
Lo más importante de todo en este mes de Ramadán es que priorizamos. Tanto a la hora de planear como a la hora de enfrentarnos a los imprevisto que seguro que surgen, lo más importante es que seamos conscientes de la oportunidad que este mes representa, para adquirir buenas obras y obtener el perdón de Allah, y prioricemos esto por encima de todo.
Porque lo que tenemos que tener en perspectiva, es que el Ramadán nos ofrece una posibilidad de trabajar con más recompensa para nuestra vida después de la muerte, que es la que perdurará, y todo lo demás es para este vida, que es efímera. Por lo que ser productivos para la otra vida, especialmente en este mes, es lo más importante.