Por: Sheij Abdalqadir al-Yilani
La palabra Sha’ban en la escritura Árabe se deletrea con cinco letras:
shin, ‘ain, ba, alif y nun. La shin representa sharaf (nobleza), la ‘ain para ‘uluww (sublimidad), la ba’ para birr (devoción), la alif para ulfa (armoniosa intimidad), y la nun para nur (radiante luz).
Estos son los regalos de Allah a Su sirviente en este mes. Es un mes en el cual los tesoros son exhibidos y abiertos, en el cual las bendiciones son enviadas, en el cual las faltas son perdonadas, los pecados expiados, y en el cual se multiplican las bendiciones sobre el Profeta Muhammad (saws), el mejor de los seres humanos.
Este es el mes de las Bendiciones sobre el Profeta Elegido. Allah ha dicho:
Allah y Sus ángeles bendicen al Profeta. ¡Creyentes! ¡Bendecidle vosotros también y saludadle como se debe! (Al-Ahzab 33:56)
La Bendición de Allah es misericordia; de los ángeles, intercesión y pedido de perdón; y de los creyentes, suplicas y agradecimiento.
Según Muyahid (que Allah este complacido con él):
“La bendición de Allah es prosperidad y virtud; de los ángeles, ayuda y sustento; y de los creyentes, sumisión y respeto”.
Fue ‘Ibn Ata quien dijo:
“La Bendición de Allah sobre el Profeta Muhammad (saws) es conjunción; de los ángeles es un tierno cuidado y atención, y de los creyentes es el seguirlo con amor”.
Otro dijo:
“La Bendición del Señor sobre Su Profeta (saws) es el realzarlo con respeto. La Bendición de los Ángeles sobre él (saws), es la realización de su favor cortés. La Bendición de su Comunidad sobre él (saws), es la súplica por la intercesión”.
Como el Profeta (saws) ha dicho:
“Cuando alguien pronuncia una sola bendición sobre mi, Allah lo bendice diez veces”.
Por lo tanto, lejos de ser negligentes durante este mes, cada creyente consciente está obligado a aplicarse a sí mismo el prepararse para la llegada del mes de Ramadán, utilizando los días que aun faltan para limpiar sus pecados y de arrepentirse de lo realizado en el pasado. Uno debe suplicarle a Allah en el mes de Sha’ban. Uno debe pedirle a Allah a través del dueño del dueño de este mes, Muhammad (saws), hasta que la corrupción de nuestro corazón sea corregida y la enfermedad del propio ser curada.
Esto debe ser hecho sin demora y sin postergarlo para mañana, pues los días son tres:
Ayer, que es una fecha pasada (ajal); hoy, que es el tiempo para la acción (‘amal); y mañana, que es una expectativa de esperanza (amal). De esta forma, el ayer es una advertencia, el hoy es una oportunidad y el mañana es un riesgo.
De la misma forma, los meses son tres: Rajab, que ya pasó y que no sabes si lo volverás a ver; Ramadán, aguardando para llegar en un futuro que quizas no veas; y en el medio, Sha’ban, que hoy es una oportunidad para realizar nuestras devociones y adoraciones.
El Profeta (swas) una vez le dio a un hombre un consejo:
“Aprovecha estas cinco cosas antes de esperar a las otras cinco: la juventud antes de la vejez, la salud antes de la enfermedad, la riqueza antes de la pobreza, el reposo antes de las ocupaciones y la vida antes de la muerte”.
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Fuente: http://www.webislam.com/articulos/29767-las_mieles_de_shaban_el_mes_de_muhammad.html