Por: Shaij Ahmed Bermejo
Mientras desayunaba con mi hija esta mañana, me ha llegado la noticia de la tremenda masacre que ha ocurrido en Nueva Zelanda, una masacre que no tengo palabras para describir, una masacre que me ha dejado en el corazón un poso de tristeza y angustia muy difícil de explicar, ya que se me hace incomprensible cómo de una manera tan trágica, se ha acabado con la vida de unas personas, que lo único que hacían, era ir a la mezquita a rezar el Yumuah.
No me interesa entrar en los debates y comentarios que estoy viendo en las redes sociales, comentarios llenos de indignación, de que si no se llama Muhammad no es terrorista, que si no es musulmán es es solo un tirador y otras cosas por el estilo que, sinceramente, y esto puede que haya gente que me lo critique, no me termina de importar demasiado. Es un acto de terror y de odio, por lo tanto el que lo perpetra es un terrorista lleno de odio en su interior, el que quiera lo entenderá y el que no, por mucho que se le explique, no lo entenderá nunca.
Lo que si me importa, por supuesto, es todas y cada una de las personas que han perdido la vida en esta trágica matanza terrorista, gente que acudían felices a adorar a Allah, y que sin ninguna culpa sus vidas han sido arrancadas de manera trágica y cruel; para ellos le pido a Allah que les perdone sus faltas, que les cubra con Su misericordia y les de una estación elevada en el Jardín. Y a sus familiares y seres queridos, que sin duda son los que mas sufren por ello, le pido a Allah que les de paciencia, misericordia, perseverancia, anhelo y esperanza y que llene sus corazones con sakina y sosiego. Amin
Lo que si me importa y me preocupa son las reacciones que puedan seguir a esta trágica masacre, que sea el comienzo de algo peor, o las reacciones por parte de los musulmanes, pues puede derivar en una ola de violencia que nadie desea; debemos saber que los musulmanes somos gente de contención, de perdón y de misericordia, gente de unión y de buen consejo, gente que da respuestas a la sociedad, no que los crea; por eso en estos momentos trágicos y duros es necesario reflexiona y que nos recordemos cuál ha de ser nuestro comportamiento como musulmanes.
Lo que sí me importa es un aspecto sutil que ha puesto de manifiesto esta devastadora masacre; y es que hay gente que ve y piensa que este mundo no es mas que un videojuego, en el que las vidas de los seres humanos no tienen valor; y se puede acabar con ellas, rematándolas con alevosía (como se puede ver en los videos) y transmitirlo todo en directo en las redes sociales, como si estuvieras en un videojuego… ¿De verdad que hemos llegado a esto? ¿De verdad que esto es lo que estamos dando a nuestros hijos?
Lo que sí me importa y me preocupa es considerar a unos seres humanos, dependiendo de su procedencia o creencia inferiores a otros y que este atentado y sus víctimas sean tratadas de manera diferente por su creencia y procedencia, a cómo lo han sido los atentados y las víctimas de otros lugares, siendo los primeros en actuar así, las grandes potencias del “primer mundo” y las magnas instituciones internacionales, así como, los medios de comunicación, que dedican un tiempo muy diferente, dependiendo de quiénes sean las víctimas. ¿No se supone que todos somos iguales?
Lo que sí me importa y me preocupa es que este suceso es la parte que ha germinado y salido a la luz de una semilla de odio que se sembró hace muchos años, siglos incluso, y que últimamente se ha estado regando y cuidando con mucha delicadeza y mimo, y es usada para intereses que desconocemos en muchas ocasiones y que aprovechan estos sucesos para promover sus discursos en una dirección u otra.
Es la semilla del odio hacia todo aquello que no es como tú, que no cree lo mismo que tú, que no adora al mismo dios que tú, que no tiene tus mismos ideales, que no se rige por tus mismos parámetros, y en el regadío de esta semilla, debemos ser sinceros y críticos con nosotros mismos, ya que todos, en mayor o menor medida, hemos participado de ello.
Esa semilla de odio hacia el Islam por parte de algunos de los no musulmanes, pero también por parte de algunos musulmanes a los que no son como ellos, sabemos que está creciendo y probablemente –y pido disculpas de antemano al que pueda sentirse ofendido, pero esta es mi opinión y mi creencia- una de las causas sea que no hemos sido capaces de dar respuesta a nuestra situación, no hemos sido capaces de comprender y prepararnos para el momento histórico que estamos viviendo, o dicho con otras palabras, no hemos sido capaces de dilucidar las “reglas del juego” y por ello no estamos en el tablero.
Lo que si me importa y me preocupa es la gran cantidad de mensajes que he podido leer a lo largo del día de hoy, del tipo de: “esto es lo que se merecen… cada uno recoge lo que siembra… ojo por ojo diente por diente…” y un largo etcétera que prefiero no mencionar.
Todo esto me importa y me preocupa, me entristece mucho; pero al mismo tiempo, tengo la firme esperanza y convicción, -y puede que me llaméis iluso por ello-, de que esta situación puede cambiar. De hecho, considero que estamos ya en ello, estoy plenamente convencido de que poco a poco estamos adquiriendo la madurez y la conciencia necesaria para revertir la situación; ya que muchas de las comunidades musulmanas están trabajando firmemente en ello, están trabajando con los jóvenes en afianzar su identidad y elevarlos hacia metas y expectativas elevadas, están surgiendo entre nosotros musulmanes que se involucran en los estamentos de la sociedad, a todos los niveles y es que esto es lo que realmente necesitamos, si queremos aportar y dar un servicio a la sociedad, la mejor manera de hacerlo es trabajando en esa sociedad.
Por ello, a pesar de las dificultades, a pesar de que considero que todo esto tendrá que ir hacia peor todavía un poco mas, estoy convencido de que tras ello, que será muy pronto, inshallah, surgirá entre nosotros una gente que liderará a los musulmanes hacia esa nueva dinámica, hacia esa nueva expansión, hacia ese cambio tan necesario, un cambio que empieza en nosotros mismos, y empieza en comprender de dónde venimos, dónde estamos y hacia dónde vamos.
Y le pido a Allah nuevamente que eleve a la estación mas elevada a las víctimas de esta terrible matanza, y que de sakina, sosiego, y aceptación de Su Decreto a los familiares y allegados de los que han fallecido. ¡Amin!
Fuente: http://ahmedbermejo.com