Por: Redacción
Los milagros son eventos realizados por profetas, y en ocasione por personas con cercanía a Dios, que desafían las explicaciones científicas del funcionamiento de las leyes naturales y los cuales se atribuyen a la intervención Divina.
Ejemplos de las tradiciones religiosas abrahámicas, como el judaísmo, el cristianismo o el Islam, incluyen que el Profeta Suleyman era capaz de hablar con lo pájaros o tenía control sobre los vientos; que el Profeta Musa (Moises) hizo que el Mar Rojo de dividiese en dos; que Jesús curara la lepra o andase sobre el agua, y que el Profeta Muhammad viajase en una solo noche de Meca a Jerusalén y de ahí fuese llevado a la presencia de Dios, o que partiese la luna en dos.
Todo esto suena fantástico a la mente moderna con conocimiento de leyes científicas, y es tratado por esta como leyendas que se cuentan con un propósito moral, pero lejos de la realidad de lo que es posible.
La cuestión a dirimir que nos atañe es si esto es así, si los milagros son imposibles de aceptar desde el conocimiento actual científico o si por el contrario, es posible que estos hechos que desafían las leyes naturales pueden ser tomados como válidos. Los que se propone es que una explicación científica de los mialagros y la física cuántica es perfectamente posible.
No vamos a entrar en si ocurrieron o no, puesto que eso sería tema de otro artículo, sino que vamos a tomar como válidas las descripciones de testigos que los vieron ocurrir y las cuales han sido recogidas por las diferentes tradiciones religiosas, especialmente la islámica en lo que se refiere a los milagros realizados por el Profeta Muhammad, que la paz sea con él.
Dios es mantiene el universo
Lo primero y más importante, puesto que es la piedra angular sobre la que se basa esta tesis, es exponer que considera el Islam una creencia en Dios correcta.
De acuerdo al Islam, Dios no creó el universo y ha establecido leyes naturales que lo mantienen en funcionamiento independiente de Él. Esto equivaldría a considerar que el universo tiene autonomía de Dios, y un Dios que se escriba con ‘de’ mayúscula, no puede tener nada que lo limite o que tenga autonomía fuera de la suya.
De esta manera, la creencia Islámica sostiene que Dios tiene poder sobre todas las cosas y en todos momento y que es Él quien actúa en el universo en cada instante manifestando una posibilidad, entre la miriada de posible eventos, en la realidad. Dice el Corán:
Allah es Quien ha creado los siete cielos y otro tanto de tierra. La orden desciende a través de ellos para que sepáis que Allah tiene poder sobre todas las cosas y que el conocimiento de Allah todo lo abarca. (El divorcio, 65:12)
Y Allah también dice en el Corán:
Él tiene las llaves del No-Visto Y sólo Él lo conoce; y sabe lo que hay en la tierra y en el mar.No cae una sóla hoja sin que Él no lo sepa, ni hay semilla en la profundidad de la tierra, ni nada húmedo o seco que no esté en un libro claro. (Los rebaños, 6:59)
Física cuántica y posibilidades
Hasta principios del siglo XX la ciencia occidental estuvo dominada por el determinismo de la mecánica newtoniana. De ahí que mucho tradiciones religiosas acogieran la creencia de que Dios dio comienzo al universo y marcó una pautas -una serie de leyes naturales- por las cuales este se rige y que funcionan hasta hoy, y lo seguirán haciendo hasta que el universo desaparezca.
Quienes acogieron esta visión de Dios, lo hacían a expensas de limitar a Dios. Muchos de los científicos que más avanzaron el campo de la ciencia durante esos años -desde Newton y hasta el descubrimiento de la física cuántica- eran gente creyente en Dios que buscaba descubrir cómo Dios había hecho el universo.
Pero este determinismo científico, que poco a poco pasó a todos los ámbitos de la sociedad, estaba -y está- basado en un asunción falsa: que la materia es inerte y está determinada por los principios de la física que son inamovibles.
Lo que la física cuántica, con la enunciación del principio de la incertidumbre de Heisenberg, y los aportes de otros contemporáneos y sucesores, viene a enunciar es que la materia no es algo sólido e inerte, sino que es energía.
El principio de la incertidumbre establece que no podemos conocer la posición y el momento del movimiento de un objeto a un nivel cuántico determinado. De esto se ha llegado a la conclusión de que la materia, en su vertiente cuántica, es energía y se representa en forma de onda.
La relación entre esto y el funcionamiento del universo es que el universo no funciona de una forma determinada por una serie de macro leyes que dominan todo, sino que es una posibilidad que se manifiesta entre otras muchas en cada momento.
Por supuesto es que, en la mayoría de ocasiones, estas posibilidades se materializan de una forma igual, y de ahí que podamos discernir una serie de leyes o principios, como por ejemplo la gravedad, que aparentemente rigen el universo.
Pero la realidad es que estas leyes o principios, desde una perspectiva cuántica, no tiene que ser necesariamente así, no hay ningún factor que las haga obligatorias, e igual que son esas, teóricamente podrían ser cualquier otras.
Dice Allah en el Corán:
En verdad Allah sujeta los cielos y la tierra para que no decaigan y si tuvieran algún declive, nadie, más allá de Él, los podría sujetar. (El Originador, 35:41)
Y dice más adelante en el mismo Surah o capítulo:
No encontrarás nada que pueda cambiar la práctica constante de Allah, ni encontrarás nada que la altere. (35:43)
Es decir, que es Dios quien elige que una posibilidad se manifieste entre todas las posibles y lo hace de tal manera que nada ni nadie puede cambiarlas, de ahí que deducimos una serie de ocurrencias constantes en la naturaleza que denominamos leyes. Nadie puede cambiarlas excepto Él, que no está constreñido ni obligado a nada.
Los milagros y la física cuántica
Por lo tanto, cuando sucede un milagro, cuando de la mano de alguno de los Profeta sucedió algo que desafía a las leyes que conocemos como naturales, no es que estuviese rompiendo esas leyes, sino que estas no son obligatorias y que era Dios el que elegía una posibilidad diferente de manifestar la realidad.
Desde una perspectiva cuántica, en la que nada está determinado, esto es perfectamente entendible, puesto que es tan posible que suceda una cosa como la otra y solo Dios tiene posibilidad de hacer que una u otra posibilidad se manifieste.
Por lo tanto, los milagros no son rupturas de las leyes naturales, sino que en un sentido estricto estas no existen. Lo que queda por determinar entonces, es quién manifiesta una posibilidad entre todas las posibles, y esto solo tiene poder para hacerlo Dios.
Escrito por Luqman Nieto