Por: Redacción
La celebración del día de Pascua, también llamado Domingo de Resurrección o Domingo de Pascua, es el último día de la celebración de la Semana Santa, en la cual se conmemora la muerte y la resurrección de Jesucristo al tercer día de haber sido crucificado.
Muchas de las festividades y celebraciones cristianas son acomodaciones de festividades paganas anteriores las cuales estaban presentes en ritos de muchas religiones pre-cristianas. Uno de los exponentes más claros de esto es precisamente el día de Pascua, por lo que ver las influencias pre-cristianas de esta celebración nos ofrece un claro ejemplo.
El cristianismo primitivo llevó acabo una aceptación pragmática de las antiguas prácticas paganas, muchas de las cuales siguen presentes hoy en Pascua. La historia simbólica general de la muerte del hijo (sol) en una cruz (la constelación de la Cruz del Sur) y su renacimiento, superando los poderes de la oscuridad, era una historia muy conocida en el mundo antiguo. También han existido muchos salvadores resucitados, paralelos y rivales.
La diosa sumeria Inanna, o Ishtar, fue colgada desnuda en una estaca, y posteriormente resucitó y ascendió del inframundo. Uno de los mitos más antiguos de la resurrección es el mito egipcio Horus. Nacido el 25 de diciembre, Horus y su ojo dañado se convirtieron en símbolos de la vida y el renacimiento. Mitras nació en lo que ahora llamamos el día de Navidad, y sus seguidores celebraban el equinoccio de primavera. Incluso tan tarde como en el siglo IV dC, el sol invictus, asociado a Mitra, fue el último gran culto pagano al que la iglesia tuvo que oponerse. Dionisio era un niño divino, resucitado por su abuela. Dionisio también devolvió a la vida a su madre, Semele.
De forma irónica, el culto de Cibeles floreció en lo que hoy es la colina del Vaticano. El amante de Cibeles, Attis, nació de una virgen y moría y renacía cada año. Este festival de primavera comenzó como un día de sangre en el Viernes Negro, llegando a un crescendo después de tres días, en regocijo por la resurrección. Se dio un conflicto violento en la colina del Vaticano en los primeros días de la cristiandad entre los adoradores de Jesús y los paganos, que se pelearon por ver el Dios de quién era verdad, y cual una imitación. Lo que es interesante observar aquí es que en el mundo antiguo, dondequiera que existiesen mitos populares de dioses resucitados, el cristianismo encontró muchos conversos. Eventualmente, el cristianismo llegó a acomodar el festival pagano de primavera.
Aunque no vemos ninguna celebración de la Pascua en el Nuevo Testamento, los primeros padres de la iglesia sí lo celebraron, y hoy en día muchas iglesias ofrecen «servicios al amanecer» en Pascua, una obvia costumbre de una celebración solar pagana. La fecha del día Pascua no es fija, sino que está gobernada por las fases de la luna.
Además del mito de la muerte y la resurrección, que es la celebración central del día de Pascua y la Semana Santa, muchos de los símbolos del día Pascua son paganos. Los conejos son un remanente de la fiesta pagana de Eostre, una gran diosa del norte cuyo símbolo era un conejo o liebre. El intercambio de huevos es una costumbre antigua, celebrada por muchas culturas. En el Antiguo Testamento vemos a los israelitas horneando bollos dulces para un ídolo, y líderes religiosos que intentan detenerlo. El clero de la iglesia primitiva también trató de poner fin a los pasteles sagrados que se hornean en Pascua. Al final, frente a las desafiantes mujeres paganas que horneaban pasteles, se dieron por vencidos y bendijeron el pastel en su lugar.
El ejemplo del día de Pascua es solo uno más de cómo el cristianismo fue mezclado y con religiones y tradiciones anteriores paganas tan solo cambiando algunos nombres y añadiendo o quitando alguna simbología.
Fuente: wikepedia.com y https://www.theguardian.com/