Por: Sidi Karim Viudes
“Loar a Allah que ha existenciado las cosas haciéndolas salir de la nada y aniquilando la nada haciéndola ser”. Ibn Arabi (Murcia 1164/1240 d.J.)
En el año cero de la era islámica, que corresponde con el año 622 de la era cristiano-occidental, se estableció en la ciudad de Medina Almunawara (situada a 477 km. al NE. de la Meca) la primera sociedad musulmana. La convivencia social y el gobierno allí establecido es el modelo no utópico, real, histórico, y totalmente posible, de la sociedad islámica. A lo largo de los catorce siglos que nos separan de esta fecha siempre que un grupo de musulmanes ha recuperado la nobleza del ser humano ha conquistado el poder y ha establecido la forma originaria de la sociedad musulmana de Medina Almunawara.
La Revelación del Corán al último de los Profetas, bendiciones de Allah y Paz sobre él, volvió a poner a disposición de la humanidad los conocimientos casi olvidados sobre la naturaleza humana y sobre la entidad de Dios, necesarios para salvar a las gentes dentro del proceso de la civilización. La elección de este modelo parte únicamente de la afirmación radical:
No hay dioses sino Allah, Muhammad es el Mensajero de Allah
Los principales elementos de esta revelación puesta a disposición de todo ser humano son los siguientes:
Acerca de la entidad de Dios
El es Auto Existente, sin necesidades.
El es antes de lo antes. No hay devenir en Su Ser. Siempre fue.
El es después de lo después. Eterno. Siempre será.
El es Único, sin asociados, sin parecidos, la Causa de todo. De El dependen todas las criaturas en sus necesidades. Todo ha llegado a la existencia por Su orden: “¡Sé!” y ha cesado de existir por Su orden.
El es el Creador y no tiene parecido con lo creado.
No ha engendrado ni ha sido engendrado.
Allah es Siempre Viviente.
Allah es Todo Conocedor.
Allah es Todo Oyente.
Allah es Todo Vidente.
Toda voluntad es Suya.
Todo poder es Suyo.
Toda existencia y acciones dependen de El.
La Palabra -todo lo que es dicho y pensado- es Suya.
Acerca de la condición humana
– La reflexión y la previsión son las facultades que distinguen al hombre de los demás animales y lo inducen a trabajar para su subsistencia con la cooperación de sus semejantes.
– La consciencia de sí misma propia de la humanidad es inmortal, puesto que es la consciencia la que ha creado el cuerpo y no el cuerpo el que ha creado la consciencia.
– Los hombres son los representantes de lo Sublime en la creación.
– El hombre ha sido dotado de las pasiones o impulsos vitales que le son necesarios. No deben ser reprimidos pues se produciría una deformación del carácter. Las pasiones sólo deben ser encauzadas en interés de la convivencia social.
– El hombre posee la reflexión y la mano para procurar su subsistencia. La riqueza del mundo ha sido dada para que el hombre se beneficie de ella.
– Los bienes y las riquezas obtenidas por el uso de la mano y de la inteligencia constituyen la propiedad individual. Esta propiedad pasa de mano en mano por medio de la transacción comercial.
– Todas las transacciones de bienes son lícitas excepto aquellas que son hechas bajo coacción o en las que interviene la usura.
– Toda sociedad, animal o humana, tiene grados. En las sociedades humanas estos grados se dan en relación al ejercicio de las nobles cualidades. Los grados son aceptados en la realización de estas nobles cualidades humanas en base a recibir protección de los superiores en nobleza y proteger a los menos cualificados, sean estas cualidades físicas, intelectuales o espirituales.
– La superioridad es la facultad que el hombre obtiene del mando que se ejerce sobre los subordinados haciendo que actúen de una forma beneficiosa apartándoles de lo perjudicial. Es lícito el uso de la constricción y de la fuerza cuando se hace necesario para así proteger el interés general de lo que está autorizado, lo que está prohibido y lo que es benéfico para la especie humana.
– La usurpación o el desvío de esta facultad hacia los intereses privados de una persona o grupo es la introducción de la injusticia en los hombres y es lo que designa el término ‘opresión’.
– Los estados de necesidad en la niñez, pubertad, orfandad, incapacidad física o mental, gestación, crianza, vejez o agonía; están protegidos dentro de las relaciones de parentela.
– Con anterioridad a convertirse en el devenir de la historia en un ser para la política el hombre es, por naturaleza, un ser social.
– La reunión de los hombres en sociedad asegura la vida y la existencia de la especie humana y por tanto es una necesidad absoluta para los seres humanos. La sociabilidad de los hombres es lo que designa el término civilización.
– Dentro del proceso de civilización, el progreso del mundo material se da en retroceso del mundo histórico. Esta tendencia se da a causa del olvido del origen, la situación y el Destino. Es necesario que los hombres que hacen la historia recuerden el esplendor original del hombre, la degradada situación histórica en que nos hallamos, y el eterno Destino de la humanidad.
– El ser humano ha sido dotado para conocer más de lo que simplemente le rodea. Esto hace posible la Revelación Profética y el conocimiento de lo Originario y Sublime.
– Sólo el desarrollo de todos estos aspectos de la condición humana es la dirección del progreso.
Acerca de la forma de la civilización musulmana
Desde ese conocimiento acerca de la Unicidad del Ser y acerca de la condición humana en el que se asienta el modelo de convivencia social de la primera sociedad musulmana, cada pueblo asume sus costumbres dentro de unos principios fundamentales:
– Igualdad de todos los seres humanos ante el Creador.
– Libertad y responsabilidad personal en cuanto al destino final tras la muerte asegurada por la ausencia de sacerdocio y de todo intermediario entre la criatura y su Creador.
– Hermandad de todos los creyentes por encima de los vínculos de parentela, tribu, pueblo o nación.
– Necesidad para todos los que están en edad y uso de razón de las cinco oraciones diarias; del pago del 2’5 % sobre la riqueza y los bienes acumulados al conjunto de la comunidad; del ayuno diurno el mes de Ramadán, excepto en caso de enfermedad o impedimento físico; y de peregrinar, si es posible, a la ciudad de la Meca una vez en la vida.
– Igualdad ante una Ley basada en lo reconocido como bueno y como malo por la costumbre inveterada del ser humano, establecida como Derecho para mediar en los conflictos sociales.
– Supresión del poder legislativo en manos de los seres humanos.
– Establecimiento de un poder judicial independiente, directo, e inmediato; que presume la inocencia, juzga sobre lo probado, y actúa en el área de lo público. El fuero personal está protegido por la inviolabilidad del domicilio y la prohibición expresa en el Corán del espionaje de la vida privada.
– El poder soberano necesario para hacer ejecutivas las decisiones judiciales se establece por un consenso, se apoya en un pacto de lealtad, se modera dentro de los límites de la Ley Revelada y se combate cuando el poder se extralimita de las leyes que obligan a todos los musulmanes.
– Constitución del matrimonio como un contrato entre los esposos que protege a la descendencia en sus derechos familiares y obliga a la asistencia en los estados de necesidad.
– Establecimiento de un derecho hereditario tendente a impedir la acumulación de la riqueza. El testador sólo dispone libremente de un tercio de los bienes, el resto se reparte entre la parentela masculina y femenina en proporción al grado de parentesco.
– Supresión de toda clase de usura; ya sea en forma de préstamos con intereses o en operaciones comerciales especulativas. Esta prohibición explícita de la usura junto con el sistema hereditario imposibilita, si se cumple, la apropiación de los medios productivos e incapacita a los más dotados intelectual o físicamente el crear una clase claramente separada que sitúa a los menos dotados en un estado de dependencia duradero.
– Obligación para todos los miembros de la sociedad, en la medida de sus posibilidades, de estar preparados para salir en defensa del orden social o para ensanchar los territorios liberados de la opresión estatal, cuando la situación lo permite.
– Reconocimiento de un estatuto especial para los judíos, cristianos y otras “Gentes del Libro” que da derecho al uso de sus propias leyes y costumbres, les exime de las obligaciones militares y les asegura la protección a cambio del pago anual de impuesto.
– Exhortación a resolver los problemas de gobierno por medio de la consulta y la mutua aceptación.
– Exhortación a resolver los problemas sociales por medio del gasto de la riqueza en utilidades públicas. Dotación de rentas perpetuas (Awqaf) para: hospitales, hospedajes, centros de estudio, obras públicas, ayudas a enfermos, viajeros, estudiantes, necesitados y huérfanos, etcétera.
– Prohibición del uso y comercio de alcohol y otros estupefacientes.
En definitiva, la puesta en práctica de una única convicción:
No hay ideal al que entregarse, amar, servir, adorar, dar culto o depender excepto Allah; y Muhmmad es último Mensajero de Allah, que sigue y contiene las enseñanza de todos los profetas y ha sido enviado como una ayuda a las criaturas para perfeccionar el buen carácter.
Fuente: https://islamhoy.com/