Neurofisiología de la adoración

Un estudio sobre la neurofisiología de la adoración ha mostrado que la libertad y el alivio que conlleva entregar nuestra voluntad a Dios tienen profundos efectos en nuestra biología cerebral.

Un estudio sobre la neurofisiología de la adoración ha mostrado que la libertad y el alivio que conlleva entregar nuestra voluntad a Dios tienen profundos efectos en nuestra biología cerebral.

Por: Zohair Abdul Rahman

Un estudio sobre la neurofisiología de la adoración ha mostrado que la libertad y el alivio que conlleva entregar nuestra voluntad a Dios tiene profundos efectos en nuestra biología cerebral.

Algunos trabajos preliminares se han centrado en investigar los efectos neurofisiológicos del ṣalah (la oración) y el dhikr (el recuerdo). Al realizar una neuroimagen de musulmanes que realizaban ambas acciones, los investigadores demostraron que estaban asociadas con una disminución en la actividad del lóbulo frontal, medida por el flujo sanguíneo cerebral. Se cree que la corteza prefrontal desempeña un papel en el funcionamiento ejecutivo, que incluye la fuerza de voluntad y la toma de decisiones. Los autores sugirieron que el acto de someterse a Dios -que es parte central de las prácticas islámicas- puede ser la base de la disminución de la actividad del lóbulo frontal que se encuentra en este estudio.

Una de las características más fascinantes de esta investigación fue la comparación de la oración realizada de manera automática, sin jushu’ (concentración espiritual) versus la oración realizada de manera deliberada, con jushu‘. La manera automática de realizar la oración tuvo efectos mínimos de alteración del patrón de actividad cerebral y es comparable a la actividad diaria. Solo cuando el individuo realizaba la oración de manera deliberada y centrada, internalizando los sentimientos de rendición y sumisión a Dios, se observó un profundo cambio neurofisiológico con hipo-frontalización (disminución de la actividad en los lóbulos frontales del cerebro), así como aumento de la actividad en los ganglios basales (que involucra el sistema de recompensa del cerebro) y el giro cingulado anterior. Con respecto a esto último, los investigadores comentaron: «El cingulado anterior está involucrado en la regulación emocional, el aprendizaje y la memoria, y juega un papel importante en la reducción de la ansiedad y la irritabilidad, y en la mejora de la conciencia emocional y social».

Las imágenes cerebrales de radionúclidos (usando tecnecio-99m exametazima) proporcionan una instantánea precisa de la sangre cerebral regional durante cinco minutos de absorción durante la oración islámica (salah). A la izquierda, la actividad cerebral cuando el ṣalah se realizaba de forma automática y sin jushu' (concentración espiritual), y a la derecha con jushu'. La actividad disminuye en la corteza frontal y aumenta en el giro cingulado anterior y los ganglios basales. Imagen de Newberg et al. 2015

Las imágenes cerebrales de radionúclidos (usando tecnecio-99m exametazima) proporcionan una instantánea precisa de la sangre cerebral regional durante cinco minutos de absorción durante la oración islámica (salah). A la izquierda, la actividad cerebral cuando el ṣalah se realizaba de forma automática y sin jushu’ (concentración espiritual), y a la derecha con jushu’. La actividad disminuye en la corteza frontal y aumenta en el giro cingulado anterior y los ganglios basales. Imagen de Newberg et al. 2015

El sentimiento de sumisión producido por el dhikr y el ṣalah es significativo para nuestra discusión sobre la salud mental debido a su asociación con la hipofrontalidad. La hipótesis de hipofrontalidad transitoria desarrollada por Arne Dietrich en 2006 afirma que la disminución de la actividad en las regiones frontales puede producir un efecto terapéutico en ciertas enfermedades mentales como la depresión, la ansiedad, el trastorno obsesivo compulsivo (TOC) y el trastorno de estrés postraumático (TEPT).

La corteza prefrontal se asocia con respuestas atencionales y emocionales. Por lo tanto, la hiperactividad en esta región puede correlacionarse con hiperconciencia e hipervigilancia, lo que lleva a un mayor nivel de ansiedad. La teoría afirma que la disminución de la actividad en la región prefrontal puede proporcionar alivio de los síntomas. Este mismo modelo puede usarse para explicar la depresión y el TOC.

Es fascinante que muchos du’aā prescritos por el Profeta Muhammad ﷺ comiencen con indicaciones muy enfáticas sobre la sumisión y rendición a Dios. Badr-Ad-Deen al-Ayni (d. 855 AH) en su explicación de los comentarios de un du’aā comenta sobre su énfasis único en la sumisión:

Y en esta [declaración] está la perfección de la sumisión, la humildad y la gnosis a través de [la expresión de] la servidumbre a Dios. Esto se debe a que no se dice simplemente «soy su siervo», sino que se enfatiza aún más a través de «hijo de tu siervo e hijo de tu sierva». Esto indica un énfasis hiperbólico en la sumisión y la servidumbre a Dios. Esto se debe a que el siervo solitario no es lo mismo que un siervo, cuyo padre también es siervo.

Espiritualmente, la sumisión produce fuertes sentimientos de alivio y confianza en Dios (tawakkul). Biológicamente, esto se correlaciona con una disminución del flujo sanguíneo en la región frontal, lo que resulta en la suspensión de nuestra voluntad para controlar y manipular nuestro entorno. El estudio neurológico sobre el ṣalah también mostró una correlación con el aumento del flujo sanguíneo en el núcleo caudado. Esta región está implicada en el sistema de recompensa del cerebro. Esto puede estar asociado con el placer que sienten los creyentes cuando someten su voluntad a Dios. Por lo tanto, el ṣalah en sí mismo puede representar una forma muy útil de terapia como se indica en la siguiente narración sobre el Profeta Muhammad ﷺ:

Ḥudhayfah dijo: “Cuando el Profeta ﷺ estaba en una situación abrumadora, hacia ṣalah (oración)” [Sunan Abi Dawud, 1319].

El ṣalah es una práctica que permite al ser humano entrar en la presencia de lo divino con total sumisión y abandonar espiritualmente este mundo. La forma del ṣalah incluye en ella expresiones de independencia del mundo y rendición a Dios, como cuando se recita: «Solo a Ti adoramos y solo en Ti buscamos ayuda«. Incluye una oración para que la luz de la guía saque a una persona de la oscuridad, «Guíanos por el camino recto«. Ibn al-Qayyim en su libro, Asraar as-Ṣalah (Los secretos del ṣalah) explica cómo las posturas del ṣalah son manifestaciones físicas de su impacto en nuestro espíritu. Es un sistema que alinea la lengua, las extremidades y el espíritu en perfecta armonía. La reverencia y la postración son manifestaciones físicas de nuestra sumisión espiritual y dependencia de Dios. La posición de pie representa la fuerza que obtenemos de Dios cuando nos volvemos a Él. Esta armonía del cuerpo y el espíritu a través de la sumisión alivia el estrés de la mente y permite a las personas reconocer verdaderamente su propósito en la vida y la conexión con toda la existencia. Cuando nos ponemos frente a nuestro Señor, podemos vernos verdaderamente interconectados con el resto de la creación, todos como sirvientes del Más Misericordioso.

Como hemos visto, el estudio de la neurofisiología de la adoración nos lleva a indicar algo que ya sabíamos: la necesidad y los beneficios que tiene el reconocer nuestra sumisión a Dios.

Fundamentalmente, el tema de la sumisión impregna toda la creencia y el sistema de comportamiento de la tradición espiritual islámica. Es el significado lingüístico de «Islam» y el fundamento de la adoración. Este poderoso concepto puede ser tanto protector como terapéutico en el contexto de la salud mental.


Fuente: Puedes encontrar el artículo completo y con todas las citas (en inglés): Yaqeen Institute / Traducido y editado por Truth Seeker Es

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