Autor: Redacción TS
La Sharía es el conjunto de elementos que constituyen la normativa del Islam, los preceptos, la ley canónica. La Sharía ha sido clasificada a menudo en cinco títulos:
- Lo que Dios ha mandado
- Lo que Dios ha recomendado pero no ha hecho estrictamente obligatorio
- Lo que Dios ha dejado legalmente indiferente
- Los que Dios ha desaprobado pero que de hecho no ha prohibido
- Lo que Dios ha prohibido expresamente
Como tal, su ámbito es mucho más amplio que cualquier otro concepto occidental de ley, por que se extiende a todos los aspectos de la vida. De hecho, los musulmanes dicen que el Islam es un Din, una forma de vida, y no un religión.
Obviamente gran parte de ella jamás tribunal humano se atrevería a imponerla y debería reservarse al tribunal de la eternidad. Pero esta ley es un ideal divinamente revelado y que se ejemplificó a la perfección en el Profeta Muhammad, la paz sea con él, como individuo y en su comunidad como conjunto y al que todos, desde el califa al esclavo deben de intentar aproximarse.
La interpretación de dicha ley divina es el fiqh o jurisprudencia de la que se encargan los fuqaha o alfaquíes, doctores de la ley. Estos alfaquíes siguen ciertas reglas para la interpretación de los textos, y a partir de la utilización de uno u otro método nacerían a lo largo de la historia del Islam diferentes escuelas de interpretación. La sunna o tradición del Profeta, el <ijma> o consenso y el quiyas o analogía representan esas reglas. A la mayoría de musulmanes que aceptan la sunna o tradición se les llama sunníes, y se definen a sí mismos como “gentes de la tradición y el consenso”.
Con el consenso o ijma, lo alfaquíes se reúnen y llegan a conclusiones referentes a un tema basándose en sus conocimientos del Corán. La analogía o qiyas dictamina la sentencia basándose en el texto y la similitud entre el caso real y algún caso específico en el texto (como claro ejemplo se utilian los textos referentes a herencias, matrimonios, etc.).
La sunna vendría a ser el conjunto que forman el Corán y los hechos y dicho del Profeta. Un elemento de esta tradición sería el hadith, pequeño texto que recoge un comentario atribuido a Muhammad. Dicho comentario es un interpretación de la verdad revelada, no la verdad revelada en sí. La legitimización del hadith depende de la veracidad y la importancia de las personas que forman la cadena de transmisión (isnad).