Por: Redacción
En la sección de metafísica del libro ‘Kitab Al Shifa’ de Avicena, este presenta un argumento detallado y comprensivo sobre la existencia de Dios que va más allá del argumento aristotélico que Dios es tanto necesario como posible. El argumento presentado es el siguiente. Hemos de empezar por dividir toda las cosas existentes en dos clases, aquello que es necesario y aquello que es posible. Lo posible es algo que puede o no existir, por lo que necesita una causa para su existencia; lo necesario es un existencia que es imposible que no exista y por lo tanto no necesita causa para su existencia (si la necesitase entonces la ausencia de una causa lo relegaría a lo posible, lo que es contrario a su definición como ‘necesario’). Todo lo que tenemos que hacer es probar que en el apartado de las existencias necesaria hay al menos una de ellas. Nosotros mismos, y todo lo existente en el universo, pertenece a la categoría de lo meramente posible (todo en el universo, incluidos nosotros mismos, tiene un comienzo y es perecedero, por lo tanto puede no existir, en cuyo caso su existencia es solo posible).
Ahora veamos el siguiente razonamiento: Si una existencia (A) es la causa de otra existencia (B) es imposible que (B) sea también la causa de (A); o si una congregación de existencias (A) es la causa de una congregación de existencias (B) es imposible que (B) se la causa de (A). Si añadimos una tercera existencia o congregación de existencias (C) al bucle de razonamiento, este sigue siendo imposible, es decir, A -> B -> C -> A sigue siendo imposible.
Ahora, estudiemos el conjunto de existencias posibles (es decir, toda el universo y cuanto este contiene), no hay ninguna causa definitiva en este que puede cerrar el bucle de razonamiento (es decir, A -> B -> C -> A sigue siendo imposible de forma indiferente de cuantas variantes añadamos mientras que estas sean solo existencia posibles) por lo que necesitamos, al menos, una existencia diferente al conjunto de existencias posibles para que estas puedan existir. Esta existencia diferente que no es una existencia posible no tiene más remedio que ser una existencia necesaria. Es decir, la existencia necesaria (&) es la causa de A -> B -> C -> A. Por lo tanto el bucle quedaría así (&) -> A -> B -> C -> A.
Ahora es necesario probar que es esta existencia necesaria (&) es única dentro del conjunto de existencias necesarias, es decir, no puede haber más que una existencia necesaria. Una existencia necesaria, por su propia definición, no puede estar limitada, si hubiese dos existencias necesarias esta se limitarían mutuamente pudiendo ser una la causa del cese de existencia de la otra, por lo que esta dejaría de existir y por tanto esta no podría ser una existencia necesaria por definición sino una existencia posible. Por otro lado, la existencia necesaria tiene que ser eterna en el tiempo pasado y en el futuro y no estar sujeta al cambio (si no lo fuese, es decir, si no fuese eterna, podría tener un comienzo o un final, por lo que no podría ser una existencia necesaria).
Si no aceptásemos este argumento entonces entraríamos en un regresión infinita sin llegar en ningún momento a explicar porque las existencias meramente posibles existen. La respuesta de Avicena a esto es decir que: “Una causa necesaria y su efecto coexisten y no pueden ser parte de una cadena infinita” puesto que “el conjunto de causas y efectos debe de tener una causa primera, que existe necesariamente por sí misma: Dios”.