Autor: Harun Yahya
El cuerpo humano está compuesto de 2/3 de agua y no le es posible vivir sin agua. El agua, que es la mayor necesidad para la vida, se ofrece lista para los seres humanos. No podemos observar la formación de agua en un laboratorio, no la podemos crear. El agua, en la formación del mundo, apareció de una sola la vez y se ofreció a los seres vivos. El agua que se ha asegurado la continuidad de la vida en esa época a la nuestra, es la misma agua.
El agua, como sabemos, es una molécula que se forma por la unión de dos átomos de hidrógeno y un átomo de oxígeno. Se encuentran en la naturaleza átomos de oxígeno e hidrógeno en grandes cantidades. Pero no pueden de ninguna manera unirse repentinamente entre sí para formar el agua. Para que los átomos de hidrógenos y de oxígeno puedan formar agua, se deben de chocar. Durante esta colisión, los enlaces en los átomos de oxígeno e hidrógeno se debilitan y estos se unen para formar la nueva molécula es el agua.
La colisión, lo cual es necesaria para formar agua, sólo es posible a una temperatura muy elevada y con una cantidad significativa de energía. En este momento, en la Tierra, no hay una temperatura suficientemente alta para garantizar la formación de agua. Es por esta razón que la formación de nuevas moléculas de agua es imposible. En la Tierra, el agua que está presente, la que bebemos y que usamos, la que compone los mares y los océanos es la misma agua procedente de las altas temperaturas durante la formación de la Tierra.
Nunca hay un cambio en esta cantidad. El agua que hace parte de nuestra vida, nos vuelve obligatoriamente, sin importar cuánto consumimos de ella. El ciclo del agua así cómo las aguas que se evaporan frman parte de un hermoso equilibrio establecido por Allah el Altísimo. El agua retorna a nosotros “renovada”. Bajo la influencia del calor, el agua que sube desde el suelo y llega a las nubes es el agua limpia de materias extrañas, un agua purificada. Esta agua purificada contenida en las nubes, de nuevo vuelve a la tierra, después de un tiempo, bajo forma de lluvia, nieve o granizo. En un verso del Coran, Allah nos transmite esta gran verdad de la creencia:
¿Os habéis fijado el agua qué bebéis? ¿Sois vosotros los que la hacéis caer de las nube o somos Nosotros? (Sura de lo que ha de ocurrir, 56:68-69)
Si Allah hiciera secar las aguas de la Tierra, ninguna fuerza podría traerla de vuelta. Si Allah no hiciera recaer el agua que ha elevado al cielo, ninguna fuerza podría hacerla volver a la Tierra.
Lo que llamamos el ciclo del agua es una causa creada por Allah. Es un gran milagro, algo sin igual. El agua, que es la mayor necesidad que ningún hombre puede crear en ninguna forma se ofrece sin interrupción, gracias a un sistema perfecto creado por Dios. Al igual que todos los bien hechos disponibles para las personas, este gran recurso viene también de Allah; y Allah puede eliminar todos estos beneficios en su totalidad cuando quiera.
Ciertamente, esto no es difícil para Allah. En un verso, Allah informa a la gente sobre esta realidad:
Hemos que caiga agua del cielo en una determinada cantidad y la sentamos en la tierra, pero es cierto que tenemos poder como para llevárnosla. (Sura de los Creyentes, 23:18)