Tusi y el observatorio de Maragha

De la cárcel al palacio

En 1253 d. C. los mongoles comenzaron su invasión en Persia y el Cáucaso. Por extraño que parezca, Nasir al-Din Tusi, se encontraba en el lugar correcto en el momento adecuado, aunque ese lugar era prisión, donde había estado cautivo durante muchos años por los Asesinos, un grupo terrorista religioso. Gracias a la ocupación de Mongolia quedó libre.

Al final, fue supuestamente Tusi quien persuadió al Hulagu Khan para que continuara su ataque contra Bagdad y destruyera allí el Califato Abasí. Hulagu Khan tuvo éxito en 1258 y nombró a Tusi uno de sus asesores personales.
Hulegu convirtió Azerbaiyán en el centro de su enorme estado que se conocía como la dinastía mongol de Ilhanid (en azerbaiyano, «el pueblo de los Khans»). Maragha, se convirtió en la primera capital. Más tarde, fue cambiada a Tabriz.

El observatorio de Maragha

Fue entonces cuando Tusi, como científico que era, convenció al Khan de construir un observatorio en Maragha. «¿Y por qué necesitamos un observatorio?» Le preguntó el Khan a Tusi cuándo propuso un proyecto tan costoso. «¿Es tan importante la ciencia acerca de las estrellas que deberíamos gastar tal cantidad de dinero?». Tusi respondió: «Permítame llevar a cabo un experimento. Hagamos que alguien en secreto suba esta montaña y arroje un gran caldero vacío». Y así lo hicieron. Cuando la caldera cayó, produjo un ruido tan terrible que los soldados del Khan entraron en pánico. Entonces Tusi comentó: «Conocemos la razón por la que hay todo este clamor, es por ello que, si conocemos los secretos de los fenómenos celestiales, estaremos tranquilos en la Tierra». Este incidente fue registrado por el conocido historiador Haji Halifa en su obra «Un libro sobre el mundo».

El Khan aceptó y asignó 2,000 dinares para la construcción de un observatorio que sería el más grande en el este. La construcción comenzó en 1259 y fue llevada a cabo principalmente por M Urdi y su hijo, Mahmud.

El observatorio fue modelo para un edificio similar en Pekín. Se sabía que albergaba una biblioteca excepcionalmente grande y una escuela para formar especialistas.
Tusi reunió científicos de renombre para participar en la construcción de los instrumentos y en las observaciones. Muchas otras nacionalidades, además de los azerbaiyanos, participaron en el trabajo, incluidos astrónomos chinos, georgianos, mongoles, turcos, persas, árabes, judíos y otros.

Tusi, un sabio extraordinario

Tusi era un hombre de conocimiento excepcionalmente amplio. Nació en 1201 en Tus, en la provincia de Khorasan, cerca de la ciudad de Mashad (Persia en ese momento, ahora Irán). Llegó a ser bastante influyente en Oriente y escribió un enorme corpus de más de 100 obras en árabe y persa.

Nasir al-Din Tusi fue uno de los mayores científicos, filósofos, matemáticos, astrónomos, teólogos y médicos de la época y fue un escritor prolífico. Hizo contribuciones significativas a una gran cantidad de temas, y de hecho es difícil presentar su trabajo en pocas palabras. Escribió varios tratados sobre diferentes ciencias y temas, incluidos los de geometría, álgebra, aritmética, trigonometría, medicina, metafísica, lógica, ética y teología. Presentó la trigonometría como ciencia individual por primera vez en el mundo y, además, escribió poesía en persa.

Su legado

Alrededor de 20 de sus obras hacen contribuciones a los campos de las matemáticas y la astronomía. El más famoso es «Las Tablas Astronómicas de Ilhans» en cuatro volúmenes, que es una compilación de la investigación llevada a cabo en el observatorio Maragha. Su libro más popular trató sobre ética, «Ahlagi Nasiri».

Tusi murió el 25 de junio de 1274, en Bagdad. La inscripción caligráfica en su tumba dice:
«El ayudante de la religión y la gente, el Sha del país de la ciencia, nunca ha existido alguien igual».


fuente: http://factofarabs.net/ERA.aspx?Id=104&TID=19 ; traducido y editado por la redacción de TS

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