Argumentos racionales de la existencia de Dios: el teorema escolástico

El teorema escólastico es una prueba racional sencilla para concluir en base a tres prposicione básica que Dios existe

El teorema escólastico es una prueba racional sencilla para concluir en base a tres prposicione básica que Dios existe

Por: Prof. Dr. Ahmad Muhammad Al-Tayyib

Este teorema se compone de dos partes introductorias que dan lugar a una tercera y conlusión definitiva impuesta racionalmente por ellas.

  • La primera proposición: el mundo es una creación
  • La segunda proposición: todo lo creado tiene un creador
  • Conclusión: El mundo tiene un Creador

La interpretación de la primera proposición es la siguiente. El mundo, esto es todos los seres existentes (inanimados, plantas, animales y hombres) además de todos los elementos que forman parte de su composición (átomos, partículas, elementos, energías, etc.) empezaron a existir desde una nada anterior, es decir, antes no existían y luego fueron creados. Así la existencia después de la nada es el significado del concepto de “creación”.

A partir de esta explicación no cabe duda de que el mundo es un hecho. Además de que se puede demostrar desde una percepción, de hecho, que el mundo existió tras la nada, porque todas las partes que vemos e integran nuestro mundo existen y fenecen para que luego surjan otras que luego, a su vez, perecen.

En cuando a la segunda proposición, cabe señalar que es simple y clara de por sí y no necesita demostración sensible o racional para creerla, porque si partimos de que “todo lo que se mueva es impulsado por algo exterior”, estamos precisamente abordando la ley de la causalidad, cualidad innata de la gente.

La síntesis de esta ley radica en que tú no puedes ver uno de los seres existentes (inanimados, plantas, animales, etc.) creyendo, al mismo tiempo que este se no ha necesitado para su existencia de algo que lo haga existir y que existe por sí mismo. Esta ley natural es la que expresó el hombre árabe antiguo cuando desde lo profundo de su fuero interior, exclamó: “Los excrementos del camello dan prueba de su existencia”. Es más, es la misma idea que viene implícita en la segunda proposición de la prueba del teorema escolástico: “cada hecho o acción debe tener su propio hacedor”, lo cual es indispensable.

Así, si la razón acepta la idea de la creación del mundo, no hay duda en profesar, a su vez, la necesidad de un motor y hacedor de este mundo en conformidad con la ley innata que engloba la segunda proposición.

De ahí y acorde con lo anterior estaremos cara a cara ante la conclusión de los argumentos anteriores, es decir, que el mundo ha de tener inexorablemente un creador.

Es posible que un ateo te intentar enredar y confundir diciendo: “Estoy de acuerdo contigo en que todas las cosas han sido creadas desde la nada, también me hago a la idea de que necesitan a un creador, porque la ley de la causalidad lo impone. Empero, no estoy conforme con la idea de que el creador del universo, como dices, es un ser devino independiente y autónomo del universo… ¿Por qué no se puede considerar que el creador del universo es el mismo universo, siendo así que el mundo se ha creado así mismo?».

Respuesta del teorema escolástico a la creación autónoma

1) La premisa de que el universo se ha creado a sí mismo da como lugar la hipótesis de que este es creador y creado a la vez, en otras palabras, es causa y efecto al mismo tiempo.

2) En consideración de que el universo es un efecto de su mismo acto de creación, por ende, ha de ser existente y dado que se considera un accidenta de existencia, ha de partir de la nada.

3) La mente nunca acepta juzgar un asunto como existente e inexistente a la vez, ya que los juicios que encuadran dos contrariedades, no pueden ser aceptadas por la mente.

Por consiguiente, desde el punto de vista racional del teorema escolástico, se rechaza que el creador sea al mismo tiempo lo creado o viceversa. De este modo se considere como una obligación distinguir entre ellos, tomando en consideración que el uno es completamente opuesto y diferente del otro.


Fuente: Extracto del libro «Los Fundamentos del Islam» por el autor. Traducido por Equipo de traductores de Al Azhar. Editado por Truth Seeker

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