Cómo Allah dirige los fenómenos naturales (4): el Amr secundario, intervención en los acontecimientos

El Amr secundario es el Amr (orden/mandato) por el cual Allah interviene en los fenómenos del universo que han sido establecidos por el Amr primario

El Amr secundario es el Amr (orden/mandato) por el cual Allah interviene en los fenómenos del universo que han sido establecidos por el Amr primario

Por: Dr Sakir Kocabas

Este es el cuarto artículo de una serie que explora cómo Allah gobierna el universo. Para leer el tercero, haz click aquí

Continuemos con las relaciones entre la palabra Amr y el orden en los cielos. Dado que el orden en los cielos ha sido establecido por el Amr primario que se ha revelado en ellos podríamos pensar que si tenemos una comprensión completa del Amr primario que se ha revelado en los cielos y, en consecuencia, de todos los sistemas en ellos, podríamos entender todo lo que sucede en ellos. De esta manera podemos poseer un conocimiento completo sobre estos acontecimientos y ver el futuro. (Esta podría ser la visión final de la comprensión contemporánea de la ciencia). Sin embargo, como se explica con más detalle a continuación, el problema no es tan simple como esto. La razón principal es que el Amr no es algo que no se puede cambiar y que sus efectos no se pueden anular una vez que se ha revelado en estos sistemas. Un ayah que vimos anteriormente, declara explícitamente que Allah está enviando (continuamente o periódicamente) otras instrucciones:

Allah es Quien ha creado los siete cielos y otro tanto de tierra. La orden desciende a través de ellos para que sepáis que Allah tiene poder sobre todas las cosas y que el conocimiento de Allah todo lo abarca. (65:12)

De hecho, como se verá cuando los marcos conceptuales de la palabra ‘amr’ y todas las demás palabras relacionadas (haqq, qadr, qada, idn, sajara, sultan, ‘aql y ruh), el Amr no es algo que consiste solo en el Amr primario. Entendemos por las ayahs en las que aparecen las palabras amr, haqq, idn, qadr y qada, que los efectos de la Amr primaria pueden cancelarse, anularse o pueden crearse condiciones completamente nuevas por el nuevo Amr (el Amr secundario) enviada por Allah

El Amr secundario, enviado por el Gobernante Real, es lo que es (en términos de los verbos utilizados en el Corán en asociación con él) determinado (mubrim), decidido (mustaqir), medido a una medida (qadaran maqdura), diferenciado (yufraqu), dirigido o administrado (yudabbir), enviado (mursil), descendido (munzil), distribuido (muqassimat), decretado (qada) e infundido en (yulqi). Los ángeles son enviados con este Amr, y descienden a través de los cielos con él, y después de que el Amr es obedecido (ata), aplicado/hecho (maf’ul) y completado (balagha), el Amr asciende (ya’ruj) a Allah, y regresa (yurji) a Él. Los efectos de este Amr a veces se hacen visibles (dzahara) para la humanidad. Estos versículos indican que la finalización del ciclo de Amr puede considerarse tanto periódica como continua.

Algunos de los versículo directamente relacionados con el Amr secundario:

Mandato que procede de Nos. Nosotros somos Quienes lo hemos enviado. (Duhan, 44:5)

¿O acaso se han decidido a hacer algo? Nosotros también Nos hemos decidido. (Zukhruf, 34:79)

Pero cada asunto conlleva un resultado definitivo. (Qamar 42:3)

Los asuntos que decreta bajan desde el cielo a la tierra y luego ascienden a Él en un día que equivale a mil años de los que contáis. (Sayda 32:5)

Ese es Su mandato, el que Allah ha hecho descender para vosotros. (65:5)

El mandato de Allah es un decreto fijado. (33:38)

En ella se distribuye todo asunto sabio. (44:4)

En ella descienden los ángeles y el espíritu con las órdenes de tu Señor para cada asunto. (97:4)

Realmente cuando quiere algo Su orden no es sino decirle: Sé, y es. (36:82)

La orden de Allah llega (16:1)

El mandato de Allah está hecho (4:47)

Nuestra orden es como un cerrar y abrir de ojos, una sola vez. (54:50)

Allah es Invencible en Su mandato, sin embargo la mayoría de los hombres no lo saben. (12:21)

Encontramos algunos versículos en el Corán que indican que los ángeles tiene encomendada la tarea de aplicar el Amr secundario. Algunos de estos son:

Y no bajamos sino por orden de tu Señor. (19:64)

Ante Allah se postra todo ser viviente que hay en los cielos y en la tierra, así como los ángeles; y ellos no se muestran soberbios. (16:49)

No se Le adelantan en la palabra y actúan siguiendo lo que les manda. (21:27)

Otros versículos relacionados con el Amr secundario que particularmente llama nuestra atención son:

Nadie muere si no es con permiso de Allah, en un plazo escrito de antemano. (3:145)

(El hombre) tiene (ángeles) que se van turnando delante y detrás de él guardándolo por el mandato de Allah. Cierto que Allah no cambia lo que una gente tiene hasta que ellos no han cambiado lo que hay en sí mismos y cuando Allah quiere un mal para una gente, no hay forma de evitarlo y no tienen, fuera de Él, nadie que los proteja. (13:11)

Todos estos ayahs indican claramente que el Amr primario que se ha revelado en los cielos puede no explicar todos los eventos que suceden en los cielos y la tierra, a pesar de que el orden en los cielos ha sido establecido primordialmente y se mantiene. Aún así, no debemos pasar por alto el hecho de que el Amr primario tiene una función básica en el mantenimiento del orden cósmico.

También vemos de estas ayahs que el decreto y su aplicación del Amr que sobrepasa o e impone al Amr primario en una región del espacio depende totalmente del permiso de Allah (= izn). Esto es muy importante, porque sin la autorización de Allah, el Amr primario continúa su función, y todos los makan (= espacios) y todos los objetos en ellos continúan portando las propiedades determinadas por él. Las siguientes ayahs claramente afirman esto:

¿Es que no ves que Allah ha puesto a vuestro servicio todo lo que hay en la tierra, así como la nave que navega por el mar gracias a Su mandato y que sostiene el cielo para que no caiga sobre la tierra a menos que sea con Su permiso? Es cierto que Allah es para todos los hombres Clemente y Compasivo. (22:65)

Y ha puesto para vuestro servicio la noche y el día, el sol y la luna, así como las estrellas están sometidas por Su mandato; es cierto que en ello hay signos para gente que razona. (16:12)

Como se puede ver en estas ayahs, las propiedades y los movimientos de los objetos en los cielos están guiados por el Amr primario y mientras Allah no les envíe otro Amr, por Su idn, sus propiedades y movimientos continuarán. El uso efectivo de los objetos en los cielos y las fuerzas en ellos por la humanidad requiere estudiar estas propiedades y las fuerzas físicas que determinan estas propiedades. Podemos decir que las fuerzas físicas básicas emergen como resultado del orden (= mizan) que se ha colocado en los cielos.

Podemos adquirir, por toda la actividad que llamamos «investigación científica», solo el conocimiento de los efectos del Amr primario y el orden establecido (= mizan). En el futuro, incluso si tuviéramos un excelente conocimiento de la física y la computación, solo podríamos tener conocimiento para predecir los efectos del Amr primaria en cierta región del espacio. Como explicaremos en breve, cuando Allah interfiere con Su Amr en cualquier «fenómeno natural» sería imposible hacer una predicción fiable sobre los procesos de ese fenómeno por métodos físicos, porque es imposible saber por cualquier método científico, cuándo y dónde surtirá efecto el Amr secundario.

Las ayah relacionadas con este tema muestran claramente que, incluso si tenemos un conocimiento completo del Amr primario que se ha revelado en los cielos, aún no tendríamos un conocimiento completo y absoluto sobre el mundo. Incluso si utilizamos todos nuestros métodos de investigación científica, no podemos obtener ni siquiera el rastro de conocimiento del Amr secundario que Allah puede enviar con Su permiso (= idn), para cancelar o cambiar parcial o completamente los efectos del Amr primario en un región del espacio. Esto nos dice que incluso cuando poseemos una excelente ciencia y tecnología, debemos confiar y apoyarnos solo en Allah.


Fuente: Sakir Kocabas / Traducido y editado por Truth Seekes Es

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