¿Cómo podemos saber que Dios existe?

El universo y nosotros mismo somos pruebas de que Dios existe

El universo y nosotros mismo somos pruebas de que Dios existe

Por: Jamal Badawi

Vemos, incluso a un nivel muy fundamental, que a lo largo de la historia se ha dado un fenómeno muy extraño: personas de diferentes orígenes, que viven en diferentes partes del mundo en diferentes momentos del tiempo, que siempre han sentido un fuerte impulso dentro de sí mismos por buscar el Creador y un anhelo por él.

Observan que existe algún poder, un poder magnífico y misericordioso, que a veces se interpreta de manera equivocada materializándolo de alguna u otra forma (es decir, en ídolos). El anhelo básico siempre ha estado ahí. Incluso en lugares donde no hay historia registrada de un profeta en particular, la gente ha anhelado un Creador. A eso es a lo que me refiero como naturaleza innata. El término árabe es «fitra». Fitra, literalmente, se traduce como: algo con lo que uno es creado o que se ha creado de acuerdo a ello: esta naturaleza innata.

¿Es el intelecto un enemigo de la creencia?

Todas las facultades humanas, tales como los sentidos, incluyendo también el intelecto, son parte integrante de todo el proceso de buscar la verdad. Ninguno de estos por sí mismos será suficiente, pero en general no están realmente en contradicción. De hecho, yo diría, que desde el punto de vista musulmán una de las principales cosas que hacen que el ser humano sea distinto, una de las bendiciones básicas que Dios le da para hacerlo diferente de los animales, ya que los animales también pueden pensar, es el intelecto. Por lo tanto el intelecto es un regalo o bendición dada por Dios. ¿Cómo podríamos interpretar esto como un reto o antítesis de la creencia? No tiene sentido.

A nivel personal o individual, uno no tiene que aventurarse mucho para darse cuenta de que Dios existe. Basta con mirarte a ti mismo, no tienes que ser un científico, pero si lo eres, entonces apreciarás aún más la construcción del cuerpo; como está compone de muchas células. Una célula se convierte en una célula para la vista y la otra para la audición; es asombroso. ¿Cómo funciona el cerebro? ¿El sistema circulatorio? ¿El sistema digestivo? ¿El sistema nervioso? Se percibe tal coordinación y belleza a través de su funcionamiento que demuestra que estas cosas no llegaron a ser así de manera fortuita, debe haber habido un diseño deliberado detrás de ello. Así que si quieres encontrar a Dios, mirate a ti mismo. El Corán dice:

Les haremos ver Nuestros signos en el horizonte y en ellos mismos hasta que se les haga evidente que es la verdad. (Se han expresado con claridad, 41:53)

En otro versículo, Allah dice: «¿Es que no han reflexionado en su interior?» (30:8). De hecho, si nos separamos de cualquier prejuicio causado por las presiones sociales de una manera u otra, o el culto de la ciencia como el objetivo último, si se utilizara la ciencia de la manera adecuada, no tendríamos que mirar a todo el cuerpo, sería suficiente con analizar un solo órgano y ver cómo funciona. Por esta guisa, algunos científicos te dirían que con el fin de duplicar el sistema digestivo se necesita un enorme laboratorio y aún así no funcionaría tan eficientemente como un órgano creado naturalmente, como el estómago. Tenemos ácidos en nuestros estómagos que pueden erosionar el metal pero no nos hieren. ¿Cómo podría ser casual? Si un aspecto de esto fue desarrollado por casualidad, ¿todo lo demás que sigue y va en concordancia también lo fue?

El Medio Ambiente y el Orden Cósmico

Vayamos  más allá de nosotros mismos para encontrar más pruebas de que Dios existe, el Corán también llama a la gente a considerar y pensar. Tomemos un asunto en el que muchas personas piensan hoy en día, como el equilibrio ecológico, por ejemplo. Muchas personas tomarían esto como evidencia muy clara otra vez que hay un diseño en este universo; la vegetación que se refiere a la vida animal y a la vida humana; y las diversas capas atmosféricas que tenemos. Todo se organiza para sostener la vida humana. Si nos fijamos en el Corán, encontramos esto mencionado. En un versículo, el Corán dice: «Él ha creado cada cosa y la ha determinado en todo» (16:25). Este es un término muy importante «determinado», no es sólo que Él creó, sino que hay un diseño deliberado detrás de poner todas estas cosas juntas.

En otro versículo, cuando la gente ve todo el esquema de la creación, dice: «¿O es que acaso han sido creados espontáneamente o se han creado a sí mismos?«. Nadie afirma que ha sido creado de la nada ni puede decir que es el creador (de los cielos y la tierra). Entonces el versículo continúa: «¿O han creado los cielos y la tierra?» Nadie dice haberlo hecho. Entonces dice: «Por el contrario; no tienen certeza«. (52:35-36) Así que la ciencia está ahí. La diferencia es si la aplicamos en el lugar correcto y de la manera correcta o no.

Por último, si nos movemos hacia lo que yo llamaría el tercer círculo, no sólo mirandonos a nosotros mismos o al entorno que nos rodea, sino mirando el orden cósmico entero, de nuevo vemos que hay un diseño. Los planetas. El sistema solar. La forma en la que todo está coordinado. La distancia entre el sol y la tierra, que si disminuye puede quemar todo y si aumenta todo se congelaría. Todo esto es deliberado. La sucesión del día y de la noche, la circulación o los cambios de estación, que tiene una relevancia muy importante para la vida de la gente, la vegetación y la vida animal; todas estas cosas hermosas que nos asombran del universo, las miramos con gran admiración y definitivamente muestran que hay un diseño detrás de ello, y como es obvio, cualquier diseño necesita un diseñador o creador.

Un versículo del Corán nos llama la atención en particular sobre esto y dice: «¿Es que no se paran a considerar el dominio de los cielos y la tierra y las cosas que Allah creó?«

Otro versículo también dice, en el sentido general del significado:

Es cierto que en la creación de los cielos y la tierra y en la sucesión del día y la noche, hay signos para los que saben reconocer la esencia de las cosas. Los que recuerdan a Allah de pie, sentados y acostados y reflexionan sobre la creación de los cielos y la tierra: ¡Señor nuestro! No creaste todo esto en vano. ¡Gloria a Ti! Presérvanos del castigo del Fuego. (La familia de Imran, 3:190-191)

Nuestras propias limitaciones

Al hablar de los sentidos y el intelecto o el conocimiento, creo que cualquiera, incluso una persona que no cree en Dios, admitirá fácilmente que nuestros sentidos están limitados. Nuestras percepciones son limitadas. Nuestra vista, oído, etc., lo sabemos. Además, sabemos que nuestras percepciones también pueden ser engañadas o pueden engañarnos. Si pones una cuchara en un vaso de agua, parece estar torcida. Un fenómeno muy conocido es el de las personas que viajan en el desierto o en zonas calientes y ven frente a ellas un lago o un charco de agua, un espejismo, pero en realidad no existe. En el momento que se vislumbra, es una realidad para la persona que lo ve. Nuestra percepción es muy útil, pero no llega a conocerlo todo.

Por otro lado, la ciencia es de beneficio. La ciencia puede resolver muchos problemas puramente científicos que son principalmente técnicos. La ciencia puede decirnos con certeza cómo usar la tecnología, para, por ejemplo, comunicar sonidos e imágenes; esto puede ser determinado completamente por la ciencia. Sin embargo, hay muchos aspectos en las vidas de las personas que están más allá de la ciencia. Existe el aspecto moral, los estándares éticos y la aplicación del principio fundamental del bien y el mal. Como dijimos el principio [de lo bueno y lo malo] es instintivo, pero todavía necesita algunas modificaciones y limitaciones. Y sabemos que a lo largo de la historia la gente siempre ha tenido diferencias en cuanto a lo que define exactamente los estándares éticos o morales apropiados. Para resolver este problema, debe haber una autoridad superior, Dios, dándonos y proporcionándonos estándares estables de ética y moralidad dentro de los cuales podemos interpretar los detalles.

Por último, y tal vez para mi esto sea la razón más importante, sabemos que el conocimiento no sólo se limita a la ciencia o los libros o la percepción. Sabemos que hay ciertos aspectos del conocimiento, conocimiento legítimo, que no se presta a ninguna de estas herramientas. Por ejemplo, el conocimiento de lo invisible. ¿Qué sucedió en el pasado antes de que se registrara la historia? Si quieres obtener cualquier información sobre eso no hay historia registrada. O al menos existe la disputa sobre la historia registrada. La revelación puede decirte, por ejemplo, las historias de profetas anteriores, lo que dijeron y cuál era su mensaje.

Hay problemas para los que no importa cuánto uses tu mente, no serás capaz de llegar a una conclusión final. Un ejemplo de esto sería el conocimiento acerca de Dios. No puedes sentir la presencia de Dios. Puedes sentir los atributos de Dios, pero no puedes tener pleno conocimiento sin tener un profeta o mensajero que reciba esa revelación de Dios y no la comunique a nosotros.


Fuente: http://jamalbadawi.org/ Traducido y editado por Truth Seeker Es

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