Por: Zohair Rahman
Una parte muy importante del discurso coránico trata sobre la descripción de los atributos de Dios. En la cosmovisión islámica, tal conocimiento es considerado esencial para el crecimiento tanto espiritual como moral. Cuanto más aprendemos de la misericordia, amabilidad y compasión de Dios, más nos inspiran a comportarnos de esta manera hacia los demás. Cuanto más aprendemos del poder y la majestad de Dios, más humildes nos sentimos ante Dios. Así, el Corán explica muchos de estos nombres y atributos de Dios para facilitar el crecimiento de la persona.
Una de las muchas manifestaciones del Poder de Dios es la naturaleza y el cosmos. El Corán contiene una plétora de descripciones de la naturaleza y la cosmología para inculcar en el lector una conciencia de la capacidad creativa de Dios.
Es cierto que en la creación de los cielos y la tierra y en la sucesión del día y la noche, hay signos para los que saben reconocer la esencia de las cosas. (La Familia de Imran, 3: 190).
El Corán contiene descripciones de macro y micro procesos naturales en el contexto de la comprensión del poder creativo de Dios. Las descripciones vívidas del desarrollo embriológico, los ciclos de las ondas oceánicas, la aparición de la vida vegetal, el ciclo del agua y las órbitas celestes son sólo algunos de los muchos procesos que se describen. Más allá de esto, sin embargo, también hay referencias aparentes a un tema intrigante que ha despertado la curiosidad de los filósofos y los científicos durante siglos. Esta es la cuestión de la vida extraterrestre.
En el Corán dice:
Entre Sus signos está la creación de los cielos y de la tierra y todas las criaturas que a lo largo de ella repartió… (La Consulta, 42:29)
A primera vista, este versículo puede parecer similar a varios otros versos del Corán. Sin embargo, cuando miramos más de cerca vemos un uso interesante del pronombre dual (en español no existe el número verbal del pronombre dual, por lo que se traduce como plural) con respecto a las criaturas tanto en los cielos como en la tierra. Claramente, vemos una plétora de criaturas vagando por la tierra, pero ¿cuáles son estas criaturas en los cielos? La palabra árabe que se utiliza para la criatura es dāba. Mujāhid, un antiguo estudioso de tafsīr (exégesis), explica que las criaturas en el cielo se refieren a ángeles (como citado por al-Qurtubi en al-Jāmi ‘li-Aḥkām al-Qur’ān).
Muchos estudiosos posteriores, sin embargo, señalaron que este punto de vista es problemático. Al-Alūsi (1270 AH), un estudioso más reciente, menciona que interpretar dāba como ‘ángel’ es un extralimitación del significado desde una perspectiva lingüística (Ruḥ al-Ma’āni). El Tafsīr al-Jalalayn explica que dāba «es lo que camina sobre esta tierra, como los seres humanos y el resto de los animales«. Esto claramente no es una referencia a los seres angélicos. De hecho, algunos eruditos clásicos de tafsīr han utilizado este versículo para reflexionar sobre la existencia de criaturas en los cielos que desconocemos.
«Es posible que el Altísimo haya creado los cielos y difundido dāba (criaturas) que no conocemos«. (Ibn Atiyya (d.546 AH) – Al-Muharar al-Wajīz fī Tafsīr al-Kitāb al-Azīz)
«Es posible que haya criaturas en los cielos de las que no somos conscientes«. (Ibn Juzayy al-Gharnāti, 741 AH – Al-Tashīl li-Ulūm al-Tanzīl)
Otro versículo que recaba más apoyo para esta opinión esta al final del capítulo 65:
Allah es Quien ha creado los siete cielos y otro de la tierra un número similar (El Divorcio, 65:12)
Ibn al-Jawzi (d. 597 AH) incluye una asombrosa narración de Ibn Abbas sobre la realidad de las siete tierras: «En cada tierra hay un Adam similar a tu Adam, un Noé similar a tu Noé, un Abraham similar a tu Abraham y un Jesús como Jesús» (Zād al-Masīr fī Ilm at-Tafsīr). Esta narración indica no sólo la posibilidad de la vida en otros mundos o planetas sino vida inteligente similar a la experiencia humana.
Que la tradición islámica clásica especule sobre la posibilidad de la vida extraterrestre sobre la base de textos sagrados es tan fascinante como inesperada.
«… Y crea lo que no conocéis.» (La Abeja, 16:8)
Fuente: http://islamandevolution.com Traducido y editado por Truth Seeker Es
Sobre el autor: Zohair Rahman tiene un Grado de Ciencias con un minor en Psicología por la Universidad de McMaster, donde se graduó con honores. También ha estudiado las ciencias sagradas con numerosos eruditos islámicos, centrándose en la teología, donde ha obtenido un ijāza en aqīdah. Su pasión radica en trazar un puente los campos seculares de estudio y el Islam. Específicamente, es colaborador habitual en SpritualPerception. Está felizmente casado y reside con su esposa en Toronto, Canadá.