El vocabulario referente al pensamiento en el Corán

El vocabulario referente al pensamiento en el Corán no prepara para l experiencia de la realidad

El vocabulario referente al pensamiento en el Corán no prepara para l experiencia de la realidad

Por: Ibrahim Kalin

En el Corán hay ciertos términos estrechamente relacionados a la razón, el intelecto y el pensamiento. Algunos de ellos son: Tafakkur “pensar”, qalb “corazón”, fu’ad “lo profundo del corazón” y lubb, literalmente “semilla” que se refiere a “el corazón esencial”; corresponden a diferentes nociones del acto de percibir, pensar o reflexionar. Hay otros términos dentro del mismo campo semántico que ‘aql: ‘ilm “conocimiento”; fahm “entendimiento”; fiqh “percibir,comprender”; idrak “comprensión”; shu’ur “consciencia”; burhan “manifestación”; hujjah “señal”; bayyinah “señal clara”; sultan “señal abrumadora”; furqan “discernimiento”, tadabbur “contemplación”, nutq “hablar, pensar”; hukm “juicio”; hikmah “sabiduría”; y dhikr “recuerdo, invocación”.

El uso de estos términos en el Corán, cuya explicación exacta requiere un estudio particular, establece un contexto de pensamiento de varias partes en el que nuestra exposición a la realidad revela diferentes aspectos de la realidad incluyente que compone la existencia. Sobre todo, conduce a una manera de pensar que combina la observación de forma empírica, el análisis racional, un juicio moral y una sofisticación espiritual.

La riqueza de vocabulario señala la importancia en comprender y pensar. Al contrario que las distinciones categóricas entre la percepción sensorial y el análisis conceptual, nuestro encuentro natural o primario sucede como una experiencia individual. Al comprender algo, nuestros órganos sensoriales y de la razón trabajan juntos.

La gran diferencia entre los atributos sensoriales, que corresponden al mundo físico-material, y las nociones intelectuales, que corresponden al mundo de la mente, son un reflejo de la bifurcación Cartesiana de res extensa y res cogitans, que nos dan una descripción rigurosa del hecho de percibir y comprender. Este tipo pertenece a la segunda clasificación de la reflexión de la realidad, donde se hace una distinción entre el sujeto y el complemento,  el conocedor y el conocido, el que percibe y lo que se percibe, lo mental y lo material, etc. Nuestro encuentro de primer orden con el mundo tiene lugar en otro contexto.

La totalidad de nuestra experiencia epistémica de las cosas tiene su origen en la totalidad de la existencia. Tanto el conocer como el encuentro requiere que estemos delante del objeto. Estos nos sitúan en una relación especial con la realidad de las cosas por la que responderemos a través de nuestras facultades epistémicas en vez de darle un significado autorreferencial. Este significado de conocer a través de la razón se refleja en la raíz de la palabra ‘aql, que quiere decir atar, unir, entender. La razón nos une a la verdad, abriendo un nuevo horizonte, más allá de la sucesión de causas comunes. De manera horizontal, la razón humana se desplaza entre y a través de hechos y conceptos, uniendo unos con otros. De manera vertical, une los que está debajo con lo que está por encima. El Corán insiste en la convergencia entre los dos ejes de causalidad: el horizontal que regula el mundo de las causas físicas y el vertical, que introduce el mandato Divino (amr) al reino natural. No hay contradicciones entre ellos pero se rigen por normas diferentes. El día y la noche van uno de tras del otro como parte de la orden natural en la que vivimos y esto no se puede negar. Aun así Realmente cuando quiere algo (Dios) Su orden no es sino decirle: Sé, y es.  (36:82) Cada ámbito de la existencia requiere una forma de pensamiento diferente.

La naturaleza de la realidad en sí exige el vocabulario complejo sobre la percepción, el razonamiento y el pensamiento que utiliza el Corán. Una realidad de diferentes niveles y dimensiones no se puede percibir con un único método cognitivo. Requiere más habilidades conceptuales. Llegados a este punto, el Corán habla de ‘alam al-ghayb, “el mundo del no-visto” y ‘alam al-shahadah “el mundo de lo visible. El mundo del no-visto se refiere a la existencia que solo Dios abarca. Dios ha dado algunas indicaciones sobre este mundo pero no ha puesto ningún conocimiento a nuestra disposición.

A pesar de no ser accesible para la experiencia humana, el mundo del no-visto guía nuestro encuentro con el mundo de la existencia visible y actúa como un indicador de nuestro análisis conceptual y nuestro juicio moral. En un sentido metafísico y moral, regula los asuntos del mundo visible en el que vivimos. Lo que sorprende de la noción coránica del mundo visible es que una percepción correcta de este se basa en la presencia (mushahadah), que es diferente a mirar  y ver. Presenciar significa estar delante de lo que se presencia. Implica ver y mirar pero también estar ahí. Es como la experiencia de mirar a un paisaje con la psicología de gestalt. Cuando se contempla un paisaje, vamos cambiando la vista parcial a una vista completa, y cada vez se descubre una conexión nueva entre ellas.

En este sentido, nuestro encuentro con la realidad de las cosas es un proceso racional y conceptual pero que tiene lugar en un contexto más amplio de inteligibilidad y significado que va más allá del pensamiento puramente lógico y discursivo. Conceptos que no han sido creados de la nada, corresponden a distintos aspectos de la realidad y emergen en nuestro encuentro con la realidad, lo que el Corán describe como “dar testimonio de la verdad”. Así, “vemos” la luz, “tocamos” la madera, “olemos” la rosa, “probamos” la cereza, “percibimos” la dimensión, “pensamos” en la infinitud, “somos conscientes de la cercanía del agua”, “discernimos” entre una cosa y su sombra, “entendemos” una orden, “respondemos” a una llamada, “nos sometemos” a la verdad, “aceptamos” lo evidente, “contemplamos” el significado de la vida, etc. Cada uno de estos actos epistémicos dice algo sobre nuestras capacidades mentales y conceptuales que nos permiten entender el mundo. Pero por encima de todo, corresponden a algo fuera de nosotros que amplía el horizonte de nuestra subjetividad.


Fuente: muslimheritage.com Traducido y editado por Nuevos Musulmanes

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