La generosidad, el corazón del creyente

dua

“Y sabed que entre vosotros está el Mensajero de Allah…” (Los Aposentos Privados 49:7)

Autor: Imam Jatibb Habib Bewley

Al igual que el dhikr (recuerdo) de Allah, las salawat (oraciones deseando paz y bendiciones) hacia el Profeta pueden ser hechas de muchas maneras y en muchas situaciones. Pueden ser hechas silenciosamente o en alto, en solitario o en grupo. Pueden ser pronunciadas usando las formas que nos han sido transmitidas desde el Profeta y los salaf (primeras generaciones) y pueden ser pronunciadas usando nuestras propias palabras o las palabras de los shuyukh  y awliya.

Realizar estas oraciones generalmente es recomendable, pero hay ciertas ocasiones en las que están más enfatizadas que esto. De hecho en ocasiones es incluso obligatorio.

Un ejemplo de esto es siempre que el Mensajero es mencionado en tu presencia. El profeta dijo,

 “Yiblil vino y me dijo, ‘Muhammad, siempre que tu eres mencionado por tu nombre en frente de una persona y el no te bendice y después, más adelante muere, entrará en el Fuego. Allah lo pondrá muy lejos’”

Otro ejemplo es durante las oraciones fard (obligatorias), aun cuando la gran mayoría de los ulama lo consideran sunna en este caso y no fard. Aun así, no hacer la oración por el Profeta resta a la oración de cualquier bien y disminuye su valor y merito, como Abu Ja’far indicó cuando él dijo, “Si ofreciese una oración en la cual no bendijese al Profeta, que Allah lo bendiga y le conceda paz, o a la gente de su casa, yo pensaría que esta está incompleta.”

Otro ejemplo es el dua (suplica). Es la clave para su aceptación. Todo dua que falla en incluirla, ya sea en el principio, en el medio o al final no será respondido. Umar ibn al-Jattab dijo,

“Suplicas y Oraciones están suspendidas entre el cielo y la tierra y ninguna de ellas se eleva a Allah hasta que rezas por el Profeta.”

Y entonces están las reuniones. En cualquier momento en que los Musulmanes se juntan, ya sea por conocimiento, comida, oración, trabajo o dhikr, ellos deben decir salawat hacia su Profeta. Si no cumplen con esto, ningún bien vendrá de su reunión, siendo esto una causa de su caída y no de su éxito. El Profeta dijo,

“Una gente no se sienta en una reunión y después se separa sin decir la oración por el Profeta sin que se separen en algo más malsano que el olor de un cadáver.”

Esta reunión para el Yumua es una de esas reuniones; si deseáis acceder a su tremenda recompensa, no debéis abandonar el decir vuestra oración sobre él. Y decidla con significado, con presencia, no solamente como una serie de sonidos escurriéndose con vagamente desde la lengua sin entendimiento, o una formula automática que repites sin consideración. Recordad, todas y cada una de vuestras oraciones a él le alcanzan. Recordad, él está entre nosotros y nos escucha cuando nos dirigimos a él y le damos nuestros salams (saludos de paz). Allah dice,

“Y sabed que entre vosotros está el Mensajero de Allah…” (Los Aposentos Privados 49:7)

 Pedimos a Allah que bendiga y proteja a nuestro noble Mensajero y su Familia y Compañeros, y fortalezca nuestra conexión con él a través de nuestras salawat a él. Pedimos que Él nos haga constantes en nuestras salawat y haga estas salawat interceder por nosotros y ser los medios para que seamos elevados a su compañía y la compañía de aquellos que le aman.

Traducción del segundo Jutba del día 02/01/2015 dado por el Imam Jatibb Habib Bewley de la mezquita Jumu’a de Ciudad del Cabo.

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Fuente: Aqui

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