La espiritualidad del Islam es un profundo recordatorio experiencial para los seres humanos sobre su origen, realidad y destino final

Por: Redacción

Aparte de las nociones académicas fastidiosas de qué es «Occidente», simplificaresmo para este argumento definir «Occidente» como «Europa y las naciones en gran parte de habla inglesa de América del Norte, Australia y Nueva Zelanda».

La espiritualidad del Islam es un profundo recordatorio experiencial para los seres humanos sobre su origen, realidad y destino final.

Esta llamada al corazón de las cosas, literalmente, es el significado del hombre. La hermosa religión del Islam no es un dominio exclusivo de los árabes, los indios, los turcos, los persas… Es una llamada universal al hombre universal, y Occidente tiene todo el derecho a ello.

Sin embargo, en los últimos tiempos, Occidente ha estado expuesto en gran medida a una visión distorsionada del Islam que a menudo limita, y a veces, cruza, los límites de lo que parece ser una patología psicológica; y que apenas vislumbra la conmovedora tradición espiritual del Islam.

Todo esto es aún más trágico cuando se considera cómo el sentido y la espiritualidad en sí han sido arrastradas por las olas de materialismo sin restricciones.

En este proceso, esta carrera hacia el materialismo no ha satisfecho el anhelo interno de mucha gente en Occidente por el significado; algo que también ha tenido como resultado que al no llenar el vacío con la espiritualidad del Islam han surgido a muchas pseudo nociones de espiritualidad que son incapaces de proporcionar un sorbo, sin importar la medida total que requiere la verdadera naturaleza del hombre.

La espiritualidad islámica es una vasta ciencia fundada en el Corán y la Sunnah.

Esta llamada obliga a la fidelidad en su sentido más amplio, a la letra y al espíritu de la ley.

La Ley Sagrada es el sabio dictado de un Señor Todo Misericordioso, que dice en el Corán:

Él os ha elegido y no ha puesto ninguna dificultad en la práctica de Adoración. (La peregrinación, 22:78)

Allah quiere para vosotros lo fácil y no lo difícil. (La vaca, 2:185)

El Corán es una cura espiritual:

¡Hombres! Os ha llegado una exhortación de vuestro Señor, una cura para lo que hay en los pechos y una guía y una misericordia para los creyentes. (Yunus, 10:75)

El resultado de la curación espiritual es la salvación, que es la meta del hombre. El profeta Ibrahim, la paz sea con él, es citado diciendo:

Y no me entristezcas el día en que sean devueltos a la vida. El día en que ni la riqueza ni los hijos servirán de nada. Sólo quien venga a Allah con un corazón limpio. (Los Poetas, 26:87-89)

Giles Fraser ha articulado la comprensión occidental moderna de la espiritualidad como:

«… no se trata de creer en algo demasiado específico, excepto en un sentido nebuloso de otredad o presencia. Ofrece a Dios sin dogma ‘.

La espiritualidad islámica es en realidad muy opuesta a esto, pero no debemos ver el contraste con la norma moderna como un impedimento para la libertad de expresión.

De hecho, es la verdad -la liberación de cualquier fantasía que es, por necesidad, perjudicial para la verdadera espiritualidad- lo que todas las personas, incluidas las de Occidente, anhelan.

Dios dice en el Corán:

Los que creen y tranquilizan sus corazones por medio del recuerdo de Allah. ¿Pues no es acaso con el recuerdo de Allah con lo que se tranquilizan los corazones? (El Trueno, 13:28)

Es el recuerdo de la Verdad lo que da satisfacción, y no una pseudo espiritualidad ni un intento de divertirse y entretenerse hasta que les llega la muerte.

Fuente: http://aboutislam.net