Las virtudes del Corán

Las virtudes del Corán

Autor: Ayhan Tekines

Con el fin de poder describir y comprender la esencia del Corán debemos ser capaces de reconocer sus características superiores. El Corán es la palabra de Dios, el Creador del los mundos y el Hacedor de todos los seres. Es la suprema realización de los más bellos nombres de Dios. El Corán no fue revelado para una única época o para una nación en concreto. La riqueza de su contenido, la firmeza de sus juicios así como la gravedad y la armonía de su estilo exhiben que el Corán es una apelación de Dios a todos los seres humanos. El valor y la importancia del Corán puede ser comprendido gracias al siguiente hadiz: «En presencia de Dios no hay palabra más preciosa que el Corán» (Darimi, Fadail al-Quran, 5).

En otro hadiz, «La superioridad de la palabra de Dios sobre las otras palabras es como la superioridad de Dios sobre Sus creaciones» (Tirmidi, Fadail al-Quran, 25), el valor del Corán es enfatizado.

Otra característica superior del Corán reside en el hecho de que intercederá por las personas en el Día del Juicio Final. El Corán es un intercesor de una categoría tal que ninguna de sus demandas será rehusada. En el Día del Juicio, protegerá a aquellos que lo leen y lo siguen; intercederá por ellos y les ayudará a conseguir el Paraíso eterno. El Profeta anima a leer el Corán en el siguiente hadiz: «¡Lee el Corán! Será un maravilloso intercesor en el Día del Juicio». El resto del hadiz nos explica cómo intercederá el Corán: «En el Día del Juicio el Corán hablará (en favor de aquellos que lo leyeron): “Señor, adórnalo con honor”. Y dicha persona será adornada con honor. Él dirá: “Señor, vístelo con honor”. Y la persona será vestida con honor. Él será coronado con la corona del honor». (Tirmidi, Fadail al-Quran, 18).

El Corán es la palabra de Dios. Incluso una sola letra del Corán es más preciosa que cualquier otra cosa que existe en el mundo. El valor del Corán no debe ser disminuido al utilizarlo para propósitos mundanos. Es peligroso leer el Corán para obtener recompensas mundanas y todavía más peligroso recitarlo con el fin de adoctrinar a las personas en las propias opiniones e ideas. El Profeta nos advierte de que tales personas aparecerán en el futuro. «Quien lee el Corán debe pedir su recompensa a Dios. Algún día aparecerá gente que leerá el Corán y querrán convertirlo en una herramienta para lograr sus intereses mundanos». (Tirmidi, Fadail al-Quran, 19). En este hadiz, el Profeta se refiere a personas que pedirán dinero a cambio de recitar el Corán o que lo manipularán para obtener beneficios terrenales.

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