Cuál es el problema del ateísmo: la mente

El hecho de que ciertas cosas, como la mente, no puedan ser probadas de forma científica no significa que no existan

El hecho de que ciertas cosas, como la mente, no puedan ser probadas de forma científica no significa que no existan

Por: Daniel Haqiqatju

Para cada vez más gente hoy en día, la ciencia es considerada como el árbitro supremo de la verdad. Para ellos, si la ciencia no valida la existencia de Dios de la misma manera que la ciencia prueba la existencia de, digamos, ondas electromagnéticas, entonces Dios no existe.

Sin embargo, resulta que existen muchas realidades que la ciencia no ha probado y en principio no puede probar. Esto significa que no debemos de tomar la ciencia como una fuente de conocimiento completa sobre el mundo que nos rodea y la realidad en general, de forma contraria a lo que los naturalistas y ateos recomiendan.

¿Cuáles son algunas de estas realidades «a-científicas»? Hemos hablamos del problema del «tiempo» aquí. Ahora hablemos de la mente/conciencia.

Cuestiones de la mente

La mente es más polémica que el tiempo debido a toda la mala filosofía con la que se alimenta al público estos días por personajes populares como el profesor de psicología Harvard, Steven Pinker. En pocas palabras, ¿tenemos pruebas científicas de la mente? ¿Podemos hacer observaciones en tercera persona de la mente como hacemos observaciones en tercera persona de otros fenómenos empíricos estudiados en la ciencia?

La respuesta directa es no. Nadie ha «visto» la mente o ha interactuado con la mente de una forma empírica, en la tercera persona característica de la ciencia (a menos que se considere «tener una conversación con alguien» como interactuar con la mente de una manera empírica). Y es altamente cuestionable que «veamos nuestras propias mentes», lo que eso sea que pueda significar si, de hecho, eso es algo que sea coherente decir. En realidad, lo más que podemos ver objetivamente son los escáneres cerebrales, pero el cerebro no es la mente. El cerebro es un órgano corporal. No sólo no es el cerebro no es la mente, sino que no está claro que el cerebro sea el «asiento» de la mente consciente. Diferentes culturas han asociado la mente con diferentes localizaciones anatómicas y espacio-temporales. (Históricamente, el pecho y el corazón han sido populares).

Una Cuestión de Evidencia

¿Tenemos pruebas científicas de la mente consciente?

Algunos podrían argumentar que cuando miramos, por ejemplo, una escáner cerebral en un laboratorio médico, eso es evidencia de la conciencia. Cuando el sujeto se pone triste o agitado o medita o piensa en su mascota o cualquier otra cosa, el escáner cambia y evoluciona. Eso es, supuestamente, evidencia empírica de una mente consciente.

Pero un momento. ¿Cómo es una escáner cerebral más indicativo de la conciencia que, digamos, el resto de mi cuerpo físico? Por ejemplo, el hecho de que me mueva, hable, escriba, responda a estímulos, etc., es una indicación de conciencia «dentro» de mí como los es escáner. ¿Por qué las señales eléctricas en un órgano corporal, el cerebro, representan la conciencia más que, digamos, señales eléctricas en mi lengua o labios cuando hablo?

Zombies

Pero, ¿son los movimientos físicos de mi cuerpo pruebas empíricas de mi mente? Para decirlo de otra manera, cuando ves gente caminando por la calle, ¿cómo puedes estar seguro de que tienen una mente consciente? ¿Y si todos son zombis o androides que actúan como si tuvieran mentes cuando no las tienen? Una vez más, no será suficiente con abrir sus cráneos para comprobarlo porque, incluso si encontramos un cerebro, un cerebro no es lo mismo que una mente. Presumiblemente, quienquiera que construyera estos androides sin conciencia que tanto se parecen a los seres humanos podría también construir un cerebro artificial por el que circule la sangre y transmita señales eléctricas de la misma manera que un cerebro humano.

Otra manera de entender esto es que la mente es fundamentalmente e irreductiblemente subjetiva, un fenómeno de primera persona que, por definición, es invisible a la perspectiva de tercera persona necesaria en la ciencia.

Sin tener que examinar toda la filosofía de la mente, podemos simplemente observar que nadie ha sido capaz de dar una explicación satisfactoria o ampliamente aceptada de reducir la mente a algo físico y, por lo tanto, empírico. Y una proporción significativa de filósofos, psicólogos y científicos cognitivos no creen que tal explicación reductiva sea posible (por ejemplo, puedes leer «¿Cómo es ser un murciélago?» De Thomas Nagel, como introducción al tema, o cualquier otra cosa sobre el tema: «el problema duro»). Por supuesto, hay quienes también creen que la conciencia es una ilusión…

Extremistas, de nuevo

Ciertamente, este es un tema mucho más complicado, pero para nuestros propósitos, basta señalar que no hay ciencia de la mente per se. (La psicología podría ser la cosa más cercana a una «ciencia de la mente», pero llamar a la psicología ciencia es algo discutible) En pocas palabras, la mente, en primera persona, no es el tipo de cosa que puede ser probado o experimentado en un laboratorio de la misma forma en la que los investigadores sondean y experimentan en el cerebro o el cuerpo en general, o sustancias químicas, moléculas, átomos, etc.

Así que, sin la necesaria validación científica y empírica, ¿significa esto que tenemos que ser escépticos acerca de la existencia de la mente? Esta es una posición cada vez más popular, a medida que más y más personas se dan cuenta de la llamativa ausencia de evidencia empírica para la mente. El más prominente defensor de esta visión es el filósofo Daniel Dennett, un alegre anciano que no cree en fantasías tales como la conciencia. Por supuesto, también es un conocido «nuevo ateo», por lo que no puedes culparle por ser inconsistente.

Para el resto de nosotros, esperemos, nuestras mentes y las de los demás son reales y tenemos muchas buenas razones para creer que así lo son. El hecho de que esas razones no sean estrictamente empíricas o científicas no significa que no sean inválidas o sean irracionales.


Fuente: http://islamandevolution.com Traducido y editado por Truth Seeker

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