Evidencias científicas que se oponen a la teoría de la evolución de Darwin

La teoría de la evolución de Darwin ha sido puesta en cuestión, cuando no refutada, por la comunidad científica

La teoría de la evolución de Darwin ha sido puesta en cuestión, cuando no refutada, por la comunidad científica

Por: Redacción

Existe un escepticismo creciente en la comunidad científica sobre la veracidad, o dicho de otra manera, las pruebas científicas sobre la teoría de la evolución. Desde diferentes campos de la ciencia se cuestiona que la teoría de la evolución tenga una base científica sólida. Esta teoría incluye generalmente tres postulados:

  1. La microevolución: cambios a pequeña escala en una población de organismos.
  2. Un ascendente común: la idea de que todos los organismo están relacionados y descienden de un ancestro común.
  3. La evolución darwinista: la idea de que un proceso no guiado de selección natural actuando sobre mutaciones aleatorias has sido el mecanismo principal que ha conducido la evolución.

Mientras que la gran mayoría de científicos no se oponen al primer postulado, el segundo causa controversia y el tercero es rechazado por una mayoría de científicos (Se puede consultar una amplia lista de estos científicos, sus ámbitos de trabajo y sus razones en la web: http://www.dissentfromdarwin.org/). Los científicos adheridos al manifiesto de esta web dicen lo siguiente:

Somos escépticos de las pretensiones de que las mutaciones aleatorias y la selección natural sean responsables de la complejidad de la vida. Un examen minucioso de las evidencias que apoyan las teoría de Darwin debe ser apoyado.

La evolución (1) se define como microevolución -pequeños cambio en una población de organismos. Colectivamente el punto (2) y (3) se pueden llamar macroevolución, que se define de la siguiente manera:

Cambio a gran escala en poblaciones de organismos, incluyendo la evolución de nuevas características biológicas fundamentales. Normalmente, este término también significa que todas las formas de vida descienden de un ancestro común a través de una proceso natural no guiado.

Desafortunadamente, los evolucionistas en ocasione confunden estas definiciones de forma consciente, esperando que no nos demos cuenta de que han exagerado sus casos. Toman evidencias de la microevolución (1) y extrapolan exageradamente estas evidencias para decir que demuestran la macroevolución (2 y 3). De hecho, en ocasiones los defensores de la macroevolución la igualan a la microevolución, tras la idea de que la macroevolución son simplemente ciclos sumados de la microevolución. (Estas pretensiones incorrectas se han tratado en este artículo: La controversia científica sobre si la microevolución puede apoyar la macroevolución) (en inglés).

¿Qué evidencias científicas se oponen a la evolución de Darwin?

La Genética – Las mutaciones causan daño y no construyen complejidad: La evolución darwiniana se basa en mutaciones aleatorias que son seleccionadas por un proceso ciego y no guiado de selección natural. Este proceso no dirigido no tiene metas. Siendo un proceso al azar, tiende a dañar los organismos y no los mejora ni crea complejidad. Como dijo la bióloga Lynn Margulis, miembro de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos hasta su muerte en 2011: «Las nuevas mutaciones no crean nuevas especies; crean descendencia dañada”. El anterior presidente de la Academia Francesa de Ciencias, Pierre-Paul Grasse, sostuvo que «las mutaciones tienen una ‘capacidad constructiva’ muy limitada» porque «no importa cuántas de ellas pueden ser, las mutaciones no producen ningún tipo de evolución”.  

Bioquímica – Procesos no guiados y al azar no pueden producir complejidad celular: Nuestras células son como fábricas en miniatura que usan maquinaria tecnológica, pero empequeñecen la complejidad y la eficacia de cualquier cosa producida por los seres humanos. Las células utilizan circuitos en miniatura, motores, bucles de retroalimentación, lenguaje codificado e incluso máquinas de verificación de errores para decodificar y reparar nuestro ADN. Como Bruce Alberts, ex presidente de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos, observó: «Toda la célula puede ser vista como una fábrica que contiene una elaborada red de líneas de montaje entrelazadas, cada una de las cuales está compuesta por un conjunto de grandes máquina proteicas». La evolución darwiniana encuentra dificultades para explicar el origen de este tipo de complejidad integrada. El bioquímico Franklin Harold admite en un libro publicado por Oxford University Press: «En la actualidad no hay explicaciones darwinianas detalladas de la evolución de ningún sistema bioquímico o celular, sólo una variedad de especulaciones que conjeturan».

Paleontología – El registro fósil carece de fósiles intermedios: El patrón general del registro fósil es una explosión abrupta de nuevas formas biológicas, y generalmente carece de candidatos plausibles para fósiles transicionales, contradiciendo el patrón de evolución gradual predicho por la teoría darwiniana. Este patrón no-darwiniano ha sido reconocido por muchos paleontólogos. Jeffrey Schwartz, antropólogo de la Universidad de Pittsburgh, afirma: «Todavía estamos en la oscuridad acerca del origen de la mayoría de los principales grupos de organismos. Aparecen en el registro de los fósiles como lo hizo Atenea de la cabeza de Zeus, completa y en funcionamiento, en contradicción con la representación de Darwin de la evolución como resultado de la acumulación gradual de innumerables variaciones infinitesimalmente mínimas». Igualmente, el gran biólogo evolutivo Ernst Mayr explicó que «nuevas especies aparecen en el registro fósil de repente, no conectadas con sus antepasados por una serie de intermedios». De manera similar, un libro de texto de zoología observa: «Muchas especies permanecen virtualmente inalteradas durante millones de años, y de repente desaparecen para ser reemplazados por una forma muy diferente, pero relacionada. Por otra parte, la mayoría de los grupos principales de animales aparecen abruptamente en el registro fósil, totalmente formados, y sin fósiles descubiertos aún que formen una transición de su grupo de antecesores».

La evolución neodarwiniana ha sido y sigue siendo criticada por los principales científicos: Todo el mundo coincide en que la microevolución se produce. Pero la mayoría de la literatura científica y académica está saturada de escepticismo acerca de la afirmación neodarwiniana de que la microevolución ofrece una base adecuada para justificar las afirmaciones macroevolutivas. Günter Theißen del Departamento de Genética de la Universidad Friedrich Schiller de Alemania escribió en la revista Theory in Biosciences que «si bien ya tenemos una muy buena comprensión de cómo los organismos se adaptan al medio ambiente, se sabe mucho menos sobre los mecanismos detrás del origen de las novedades evolutivas, un proceso que es posiblemente diferente de la adaptación. A pesar de los méritos innegables de Darwin, explicar cómo la enorme complejidad y diversidad de los seres vivos en nuestro planeta originó sigue siendo uno de los mayores desafíos de la biología». Un artículo de 2011 en la publicación Teoría Biológica declaró: «El darwinismo en su actual encarnación científica ha alcanzado una callejón sin salida», y en 2012, el notable filósofo ateo Thomas Nagel argumentó en un libro de la Oxford University Press que «la concepción materialista neodarwiniana de la naturaleza es casi con toda seguridad falsa».

El biólogo evolutivo Stanley Salthe también se describe a sí mismo como «un crítico de la teoría evolucionaria darwiniana», que insiste que «no puede explicar los orígenes, ni la presencia real de formas y comportamientos» de los organismos. El biólogo Scott Gilbert ha declarado en un informe en la revista Nature que «la síntesis moderna es notablemente buena para modelar la supervivencia del más apto, pero no es buena para explicar cómo se llegó al más apto», y el paleobiólogo evolutivo Graham Budd admite: “cuando la gente piensa en la evolución, piensa en el origen de las alas y la invasión de la tierra, … Pero estas son cosas sobre las que la teoría evolutiva nos ha dicho muy poco”. Eugene Koonin escribe en Trends in Genetics sobre las razones cada vez más innegables para dudar de los principios neodarwinistas fundamentales, como la proposición de que «la selección natural es la principal fuerza impulsora de la evolución», lo que indica que «la síntesis moderna se ha desmoronado, aparentemente, más allá de la reparación» y «todos los principios principales de la síntesis moderna han sido, si no completamente derribados, reemplazados por una visión nueva e incomparablemente más compleja de los aspectos clave de la evolución». Debido a estas críticas, el biólogo evolutivo de Cornell, William Provine, cree que la afirmación darwiniana de que la «Macroevolución es una simple extensión de la microevolución» es «falsa».

Debido al escepticismo de la misma comunidad científica sobre la teoría de la evolución como la forma de explicar el origen y desarrollo de las especies en la tierra, es más que conveniente dejar esta teoría en el armario junto con el resto de teorías que se han probado falsas. Al fin y al cabo, siempre fue eso, un teoría. Pero una cuyas implicaciones son trascendentales. Por lo que tampoco podemos aceptar la realidad del resto de afirmaciones basadas en esta teoría.


Fuente y bibliografía de citas: http://www.dissentfromdarwin.org/ Traducido y editado por Truth Seeker

Publicación relacionada