¿Niega la ciencia la vida después de la muerte?

La ciencia no tiene ningún argumento que niegue la vida después de la muerte

La ciencia no tiene ningún argumento que niegue la vida después de la muerte

Una de las primeras cosas que se apreneden en campos como la lógica, las estadísticas o los métodos científicos es que la correlación no implica causalidad. En otras palabras, sólo porque observemos que dos cosas están estrechamente correlacionadas no significa, necesariamente, que una cosa sea la causa o esté causando la otra. Establecer una relación causal es en realidad una cuestión complicada ya veces no resuelta en muchas disciplinas científicas, y las normas para determinar la causalidad difieren dependiendo del campo. Pero en todos los campos se mantiene el principio básico de que la correlación es lógicamente distinta de la causalidad.

Pero cuando se trata de la mente humana, ateístas y naturalistas abandonan este principio quienes afirman que la mente y la conciencia no pueden persistir después de la muerte del cerebro. Creen que el cerebro es la causa de la conciencia y señalan las exploraciones cerebrales y cómo cuando una persona tiene ciertos pensamientos conscientes, la actividad eléctrica en el cerebro se dispara de manera particular en función de esos pensamientos, etc.

En realidad, todo esto es correlación. Puede correlacionar el pensamiento con cualquier número de respuestas anatómicas. Por ejemplo, si una persona se centra en los recuerdos traumáticos, su ritmo cardíaco, presión arterial, etc., podría cambiar de formas específicas repetibles. Eso no significa que el corazón está causando esos pensamientos. Es sólo una correlación.

Pero este simple punto lógico es abandonado cada vez que al órgano del cerebro se refiere. Esto se debe a un sesgo cultural ya una suposición metafísica por parte de los científicos de que el cerebro es el locus y el generador de la actividad mental. Pero no hay nada que justifique esto en términos científicos, nada que eleve la correlación a la causalidad genuina.

¿Por qué deberíamos aceptar la metafísica del naturalismo? ¿En qué se basa? Muchos pensadores y filósofos no religiosos han señalado cómo esta visión naturalista es incongruente y confusa y que tratar de explicar la mente humana en términos de átomos y química ha sido un completo fracaso después de décadas de dedicación a este proyecto por los científicos más grandes del mundo y cientos de millones de dólares en fondos de investigación.

La falta de explicación científica no es en sí misma una evidencia a favor de una explicación teísta (para que no se me acuse de caer en la falacia del «Dios de las lagunas» – eso es un tema para otro momento). Pero ciertamente no hay una explicación científica que sea una alternativa a la tesis teísta, y mucho menos una refutación de la vida después de la muerte. Aquellos que afirman que la ciencia refuta la vida después de la muerte y apelan a los resultados neurocientíficos están soplando humo.

Los musulmanes, tienen razones independientes para nuestra convicción racional en la vida después de la muerte y la continuación de la mente/alma después de la destrucción del cuerpo. El pensamiento confundido de los sacerdotes dogmáticos del naturalismo y el cientificismo no elimina nada de eso.

Y te preguntan acerca del espíritu. Di: El espíritu procede de la orden de mi Señor y no se os ha dado sino un poco de conocimiento. (El viaje nocturno, 17:85)


Fuente: https://www.facebook.com/haqiqatjou/ Traducido y editado por Truth Seeker Es

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