Nuestras limitaciones para comprender lo divino

El intelecto del ser humano tiene limitaciones para comprender lo divino, dada la naturaleza tanto de su intelecto como de lo divino. 

El intelecto del ser humano tiene limitaciones para comprender lo divino, dada la naturaleza tanto de su intelecto como de lo divino.

Por: Mohammad Elshinawi

El intelecto del ser humano tiene limitaciones para comprender lo divino, dada la naturaleza tanto de su intelecto como de lo divino. 

El Profeta, que la paz sea con él dijo:

«Su velo (el de Dios) es ligero. Si Él lo quitara, la gloria de Su Rostro incineraría todo lo que Su Vista alcanza (es decir, todo lo que existe aparte de Dios)». [Sahih Muslim]

Dar un veredicto sobre algo requiere primero comprenderlo. Como los seres humanos son criaturas finitas, son incapaces de comprender completamente la realidad de un Dios eterno y de comprender Su perfección. Después de todo, no tienen acceso directo a Dios, ni les ha sido otorgada la capacidad visual o mental para tener dicho acceso, ni tienen acceso a nada comparable que permita a su imaginación construir una imagen mental. Por lo tanto, el antecedente necesario para criticar a Dios, que sería comprender a Dios, no existe. El Altísimo dice:

No hay nada como Él; Él es el que oye y el que ve. (Corán, 42:11).

En otro lugar del Corán Allah reitera:

Él conoce lo que tienen por delante y lo que tienen detrás, ellos no pueden abarcarlo con su conocimiento. (Corán, 20:110)

Por esta razón, decimos que está más allá de la mente humana describir a Dios por ella misma, independientemente, sin revelación. Los humanos pueden y deben pensar profundamente acerca de los signos de Dios, infiriendo de ellos algunas verdades innegables sobre el Creador y sus atributos. Sin embargo, esto debe hacerse con la conciencia de que se han elevado velos entre sus mentes y la esencia completa de la naturaleza de Dios. La inteligencia aquí implica darse cuenta de los límites de la inteligencia de uno mismo.

Por ejemplo, examinar la magnitud y el magnífico diseño de nuestro universo nos permite inferir la grandeza y la gracia de quien lo creó. Por lo tanto, Dios dice:

Los que recuerdan a Allah de pie, sentados y acostados y reflexionan sobre la creación de los cielos y la tierra: ¡Señor nuestro! No creaste todo esto en vano. ¡Gloria a Ti! (Corán, 3:191)

Sin embargo, nuestras mentes están limitadas en lo que pueden descifrar a partir de estos signos, y por lo tanto debemos abstenernos de tratar de comprender completamente lo que está bloqueado detrás de una puerta inexpugnable.

Estas limitaciones humanas también son la razón por la cual el Corán mantiene el discurso sobre Dios, aunque bastante elaborado, limitado a ciertos rasgos divinos; debido a la capacidad limitada de la mente para captar lo Divino. Dadas estas limitaciones, es inapropiado que un ser humano cuestione casualmente la Sabiduría de Dios al pedir ser adorado.


Fuente: Yaqeen Institute / Traducido y editado por Truth Seeker Es

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