Tratado sobre la ‘aquida –creencia- en el Islam (4)

Tratado sobre la ‘aquida –creencia- en el Islam (4)

Tratado sobre la ‘aquida –creencia- en el Islam (4)

Autor: Shayk Ali Laraki

En cuanto al establecimiento de los cuatro atributos siguientes: la Vida, el Poder, el Conocimiento y la Voluntad, y la negación de sus opuestos queda claro gracias a las aleyas:

Allah, no hay dios sino Él, el Viviente, el Sustentador. (Sura de la Familia de Imran, 2)

Allah es poderoso sobre todas la cosas. (Sura de la Vaca, 148)

Allah es conocedor de todas las cosas. (Sura de la Mesa Servida, 97)

El que hace lo que quiere. (Sura de las constelaciones, 16)

Ya que si Allah no poseyera dichos atributos el mundo no podría haber existido. En efecto, como podría, pues, Allah haber creado el mundo sin el Poder, el Conocimiento, la Voluntad y la Vida necesarias para diseñar y crear la increíble maravilla que es el Cosmos y la Creación. No hay más que reflexionar y observar sobre los signos que vemos dentro y fuera de nosotros para darse uno cuenta del Poder, Voluntad, Conocimiento y Vida infinitos del Creador, exaltado sea.

Con respecto a los tres últimos atributos, el Oído, la Vista y la Palabra están establecidos por el Corán, la Sunna y el Consenso de la Comunidad de Musulmanes. Entre las aleyas que respaldan dichos atributos figuran las siguientes:

Allah es Quien oye y Quien ve. (Sura de la Peregrinación, 61)

Y a Musa le habló Allah directamente. (Sura de las Mujeres, 164)

Además de que dichos atributos son atributos de perfección, y constituiría un defecto el hecho de que Allah estuviese desprovistos de ellos.

Por consiguiente, ha quedado claro la necesidad de atribuir a Allah los trece atributos anteriormente mencionados y la imposibilidad de atribuir a Allah los opuestos de dichos atributos.

A continuación, he de quedar claro de que Allah es libre de hacer en Su Reino a su voluntad:

Tu Señor crea lo que quiere y elige. (Sura del Relato, 68)

Sus actos son el resultado de Su Voluntad y Su Poder, los cuales no están constreñidos por límite alguno. Él ha creado este mundo tal y como lo ha creado, pudiendo haber sido de otra manera; pero, por Su Voluntad, Él ha querido que sea tal y como es.

Fuente: Libro ‘Dos tratados sobre la ‘Aquida’

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